¿Qué es el Juicio Final y qué significa en la Biblia?

El juicio final es el evento en el que Dios juzgará a los hombres y seres espirituales. El juicio final marca la transición entre la consumación de la era presente y el comienzo del estado eterno, siendo ampliamente referenciado durante la Biblia, con especial detalle en el libro de Apocalipsis, especialmente en el pasaje donde se describe “el enorme trono blanco”. .
En este estudio bíblico, vamos a aprender un poco más sobre cual es el juicio final segun la bibliay consideraremos algunos puntos escenciales sobre este evento que todo verdadero católico debe conocer.
El juicio final y las distintas corrientes escatológicas
Sabemos que la escatología no es un tema simple, y hay mucha discusión entre los cristianos en esta área. De las distintas críticas sobre el tema brotaron distintas corrientes escatológicas.
Acerca de juicio finalcada uno lo interpreta de manera diferente según su entendimiento de los acontecimientos finales descritos en la Biblia.
Por norma general, todos están en concordancia en que todas y cada una la gente serán juzgadasaunque no están según el momento en que se producirá este juicio, y el número de juicios que se generarán, como veremos a continuación:
- Amilenialismo y Postmilenialismo: sostienen que va a haber un solo juicio general de todas y cada una las personas, esto es, el juicio final, y ocurrirá justo después de la segunda venida de Cristo.
- Premilenialismo histórico: sus defensores por norma general comprenden que habrá 2 juicios, siendo el primero a la segunda venida de Cristo, y el segundo, en un caso así el juicio final, después de la última rebelión de Satanás que ocurrirá en el final del reinado milenial y así de Cristo en la tierra, el milenio.
- Premilenialismo Dispensacional: esta situación es la mucho más dificultosa, en tanto que incluso entre sus defensores existen muchas opiniones discordantes. Ciertos dispensacionalistas enseñan la existencia de hasta siete juicios, pero la mayoría comprende que va a haber tres juicios diferentes, a entender:
- Juicio en el Rapto de la Iglesia: ocurrirá en la primera fase de la segunda venida de Cristo, esto es, el rapto misterio de la Iglesia, y será el juicio de las obras de los salvos, también llamados “Trono del juicio de Cristo“, donde los santos serán retribuidos.
- Juicio de judíos y gentiles al final de la enorme tribulación: va a ocurrir en la segunda fase de la segunda venida de Cristo, siete años después de la primera etapa, o sea, en el final de la enorme tribulación, y servirá de base para saber cuestiones sobre el milenio. Este juicio asimismo se llama «Juicio de las Naciones“.
- Juicio general de los impíos después del milenio: este va a ser el juicio final, el juicio del gran trono blanco. Va a ocurrir tras la última revuelta de Satanás que tendrá sitio al final del milenio. Muchos dispensacionalistas entienden que en este juicio, además de la ciudad de los ángeles caídos, solo van a ser juzgados los impíos, esto es, será un juicio exclusivo de condenación. Para otros, asimismo serán juzgados los beatos que morirán durante el milenio.
Pese a las divergencias, todas y cada una de las corrientes escatológicas coinciden en que tras el juicio final empezará el estado eternocon los impíos eternamente condenados al lago de fuego, y los beatos reinando con Dios en el cielo nuevo y la tierra nueva.
¿Cuántos juicios finales ocurrirán?
Bueno, como hemos visto anteriormente, hay mucha discusión sobre la cantidad de juicios y, en dependencia de la respuesta que se dé a esta pregunta, de forma automática se defenderá una determinada posición escatológica.
No obstante, creo que esto no ha de ser fundamento de división entre los cristianos, al revés, debemos unirnos fielmente en la promesa de la llegada de ese enorme día. Necesitamos accionar con respeto por esos que opínan diferente a nosotros, recordando que ellos también son cristianos auténticos que aman la Palabra de Dios.
Para mí, creo herejes solo a esos que niegan la verdad del juicio final, la condenación eterna de los malvados y la eternidad de los beatos con Dios. particularmente entiendo que la Biblia siempre y en todo momento se refiere al juicio final como un evento único directamente relacionado con la venida de Cristo y la resurrección general de los fallecidos (Daniel 12:2; Mt 7:22; 11:22; 12:41,42; 25:31-46; Jn 5:28,29; Hechos 17:31; 24:14,15; Rom 2:5; 2Te 1:7-10; 2Ti 1:12; 4:1,8; 2Pe 3:7; Judas 14; Apocalipsis 20:11-14).
Cualquier intento de estipular dos, tres o más juicios no tiene base bíblica. En la mayoría de los casos, semejantes argumentos se edifican usando versos apartados o ideas preconcebidas.
Muchos premilenialistas dispensacionalistas insisten en que pasajes como Mateo 25:31-46 y 2 Corintios 5:10 mencionan a juicios diferentes al juicio del enorme trono blanco del capítulo 20 de Apocalipsis.
Sobre la referencia en el Evangelio de Mateo, aseguran que hablamos de la juicio de las naciones para el comienzo del milenio, y en lo que se refiere a la referencia de la Epístola a los Corintios, defienden que el tribunal de Cristo es un juicio exclusivo para los fielesdonde sus proyectos serán juzgadas.
Primero, tenemos que reconocer que en el capítulo 25 de Mateo es conocido el énfasis en el tema del juicio. No obstante, en ese pasaje nada se dice sobre el milenio, y dado que las naciones estén reunidas ante el trono de Cristo, solo exhibe la plenitud y la llegada de este juicio, pues todos estarán enfrente del Señoresto es, nadie escapará.
También no cabe duda de que el juicio es individual, es decir, se apartan las ovejas de las cabras. Lea más sobre esto en la parábola de la separación de las ovejas y las cabras.
Ya en el pasaje de 2 Corintios 5:10, el apóstol Pablo no hace una distinción entre «días de juicios». Comprenderlo de esta manera es ignorar el contexto en el que se introduce el capítulo, aparte de ignorar el propósito del texto mismo, donde Pablo está tratando de la morada de los beatos con el Señor.
En lo que se refiere a la referencia al juicio presente en el capítulo (vs. 10), Pablo no está hablando de cuando sera el juiciopero sobre quién y qué será juzgado. De hecho, el apóstol mismo claramente esperaba un solo día del juicio (Hechos 17:29-31; Rom 2:5-16; 2Tes 1:7-10; 2Tim 1:12).
Hay temas bien difíciles en la Biblia, y este es uno. Sin embargo, aunque ciertas cosas no están muy claras en las Escrituras, lo que no tienen son errores y contradicciones. La Biblia siempre tiene relación a este momento como «el dia del juicio«, No «los días del juicio“.
En consecuencia, no tenemos la posibilidad de aislar y forzar un artículo bíblico, prescindiendo de todos los demás pasajes sobre el tema, para crear una posición teológica, puesto que esto resultaría en una aparente contradicción. Como la Palabra de Dios es inerrante e eficaz, indudablemente el fallo está en nuestra interpretación.
¿Cuándo va a tener sitio el juicio final?
Una vez que comprendamos que habrá un solo juicio finalaparece naturalmente la pregunta sobre ¿cuándo va a tener lugar este juicio?. Vale la pena rememorar que, en determinado sentido, la gente son juzgadas ahora en el presente, o sea, según su respuesta a Cristo en vida.
O sea lo que Jesús le enseñó a Nicodemo en el Evangelio de Juan en el momento en que dijo que “El que en él cree, no es culpado, pero el que no cree, ya está culpado”. En el original, el término traducido como “culpado” asimismo significa “juzgado”. Por consiguiente, el que no cree en el nombre del unigénito Hijo de Dios ya está juzgado.
Esto supone la iniciativa de que El juicio de Dios ya cae sobre los descreídos en el presentepero esto no anula la verdad de que la Biblia apunta a un juicio futuro y finalque se generará en la consumación de la historia.
Sobre este juicio futuro, la Biblia nos enseña que tendrá sitio en el final de la era presente, «en el último día» (Juan 12:48), rápidamente anterior al lugar del estado eterno.
En la parábola del trigo y la cizaña, Jesús explicó que el juicio va a tener rincón “en la consumación de este mundo” (Mt 13,40). Según exactamente el mismo Jesús, este instante se generará en el momento de su segunda venida, en el momento en que “Él se va a sentar en el trono de su gloria; y todas las naciones serán reunidas enfrente de él, y él separará a los unos de los otros…” (Mt 25,31,32).
el apóstol Pablo también señaló este mismo momento en el momento en que escribió a la iglesia en Tesalónica (2 Tesalonicenses 1:7-10). Según Pablo, ese será el día en que el Señor Jesús aparecerá desde el cielo con los ángeles de su poder, “con llama de fuego, tomando venganza de los que desconocen a Dios”.
El apóstol Pedro también charló de este momento. Para el, “Los cielos y la tierra que hay ahora por exactamente la misma palabra, están reservados como tesoro, y están reservados para el fuego, hasta el día del juicio y destrucción de los hombres impíos”. (2 Pedro 3:7).
En el versículo 10 del mismo capítulo 3, Pedro aclara que este acontecimiento va a tener sitio el día de la venida del Señorun día que tomará por sorpresa al mundo maligno, porque “se regresa como un ladrón”. En ese día acabará la edad presente, y empezará la eternidad con “cielos nuevos y tierra novedosa, en los cuales mora la justicia”.
Aunque la Palabra de Dios en general nos aclara el orden de los acontecimientos, no nos revela el momento exacto en que esto va a ocurrir. Jesús dijo que “del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino más bien sólo el Padre” (Mt 24,36). Comprende si Jesús no sabía la fecha de su regreso.
Aunque no tenemos la posibilidad de establecer una fecha, nos consuela que la hora del juicio final ahora está establecida. En el Evangelio de Juan leemos: “No te maravilles de esto; pues viene la hora en el momento en que todos y cada uno de los que están en los sepulcros van a oír su voz. Y los que hicieron el bien saldrán a la resurrección de vida; y los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.” (Juan 5:28,29).
¿Cuánto va a durar el juicio final?
Esta pregunta es realmente difícil de responder bajo los estándares de medición del tiempo que conocemos. La Biblia hace referencia al tiempo del juicio final como “el dia del juicio(Mt 11,22), “aquel día” (Mt 7:22; 2Te 1:10; 2Ti 1:12) y “el dia de la furia′′ (Rom 2:5).
Si bien la Biblia deja en claro que este es un día de juicio único, no entendemos de qué forma va a funcionar el tiempo en ese instante. En otras palabras, no debemos comprender el día del juicio como siempre un día de 24 horas, y la Biblia asimismo emplea la palabra “día” para referirse a períodos más largos.
Lo importante es que va a haber suficiente tiempo para que todos sean juzgados, para que este juicio se haga sin interrupciones, imprevisibles, recesos y postergaciones. El juicio final solo acabará en el momento en que todos y cada uno de los impíos estén en el lago de fuego, y los salvos sean bienvenidos a la bendición de Dios.
¿Dónde tendrá lugar el juicio final?
La Biblia deja claro que el juicio final va a tener lugar ante un gran trono blanco (Apocalipsis 20:11). Sin embargo, no se conoce dónde estará este trono blanco. Ciertos eruditos sugieren que será en la tierra, al paso que otros sostienen que va a ser en el cielo (o en el aire). Los que prefieren la tierra argumentan que sería mucho más lógico que el juicio final fuera aquí considerando la resurrección de los fallecidos.
Los que argumentan en pos de las alturas, sin embargo, consideran que en el libro de Apocalipsis el trono de Dios está siempre y en todo momento en el cielo, no en la tierra, además de que difícilmente habría rincón en la tierra para acomodar a todas las personas que tienen vivido desde que el planeta fue creado. , para que todos ellos estén juntos ante el trono del juicio final.
Otros hacen una “combinación” de ámbas posibilidades, esto es, sostienen que los fallecidos resucitados estarán en la tierra y el trono blanco estará en el aire, cerniéndose sobre ellos.
Particularmente, prefiero la sugerencia de que el juicio final tendrá rincón en las alturas, considerando el momento de colapso y renovación en el que se va a ver sometido el planeta que conocemos. En cualquier caso, lo importante es que se llevará a cabo el juicio final, si bien la Biblia no afirma claramente dónde se llevará a cabo.
¿Quién va a ser el juez en el juicio final?
En algunos pasajes bíblicos, El juicio es atribuido al Padre (1Pe 1,17; Rom 14,10; cf. Mt 18,35; 2Tes 1,5; Heb 11,6; Stg 4,12; 1Pe 2,23). Generalmente, sin embargo, el Nuevo Testamento señala que Cristo va a ser el juez.
En el Evangelio de Juan leemos que “El Padre a absolutamente nadie juzga, sino todo el juicio ha confiado al Hijo” (Juan 5:22). El Apóstol Pablo en el libro de los Hechos de los Apóstoles, les dijo a los atenienses que Dios “Ha fijado un día en el cual juzgará al mundo con justicia por un varón a quien destinó y creyó frente todos, resucitándolo de entre los muertos”. (Hch 17,31; cf. 2Co 5,10).
Es importante comprender que no hay contradicción en este asunto. Basta prestar atención a la realidad bíblica de que en las obras divinas de creación, providencia, redención y al final en el juicio, cooperan las tres Personas de la Trinidad. Comprender lo que es la Trinidad en la Biblia.
Por tanto, Dios Padre, por medio del Cordero, Jesucristo, será el juez, o sea, el honor de juzgar a vivos y fallecidos fue conferido a Cristo, quien juzgará a todos y cada uno de los hombres en el nombre de su Padre (Dan 7:13; Mt 13:40-43; 25:31,32,41-46; 26:64; 28:18; Jn 5:22-27; Acts 10:42; 2Co 5:10; Phil 2 :9,10; 2Ti 4:1; Heb 9:27; 10:25-31; 12:23; 2Pe 3:7; Jud 6,7; Ap 20:11-15). Esto concuerda con el hecho de que fue Cristo quien se encarnó, murió y resucitó. Aprenda mucho más sobre quién es Jesús.
Los salvos son los que creen en Él, y los condenados son los que lo rechazan. Por ende, es mucho más apropiado que Él mismo juzgue a semejantes personas. Esto, también, será una especie de recompensa por su trabajo como Intermediario, y la exaltación final de Su mayor triunfo. Este será el tiempo en que el Cordero consumará todas las cosas, someterá a todos sus contrincantes y entregará el Reino a Dios Padre (1 Cor. 15:24).
¿Quién participará en el juicio final?
La Biblia establece claramente que los ángeles estarán socios con Cristo en el juicio final (Mt 13:41,42; 24:31; 2Tes 1:7,8; Apoc 14:17-20). Su función va a ser reunir a los impíos para juzgarlos frente al trono y arrojarlos al lago de fuego.
Otros pasajes bíblicos también afirman que los beatos, en su estado glorificado, también participarán activamente en el juicio (Sal 149,5-9; 1Co 6,2,3). La Biblia no es clarísima sobre de qué forma será esta participación, pero es muy posible que sea en el sentido de alabar y reconocer la integridad de los juicios de Cristo (Ap. 15:3,4).
¿Quiénes van a ser juzgados en el juicio final?
La Biblia nos informa que todos los ángeles caídos serán juzgados en el juicio final. (Mt 8,29; 2Pe 2,4; Jud 6). Además de los ángeles caídos, todos los humanosde todas y cada una de las edades y generaciones, también se presentarán ante el enorme trono blanco para ser juzgados.
Apocalipsis 20:12 deja claro que no va a haber excepciones, para todos, “los grandes y los pequeños” va a estar enfrente de Dios. Estimando que no habrá otro juicio, y todas la gente se presentarán ante el trono blanco, como es lógico los beatos asimismo lo van a hacer.
La enseñanza que afirma que los salvos no aparecerán en el juicio final no tiene base bíblica. El Nuevo Testamento enseña explícitamente que los impíos y los beatos van a ser juzgados en exactamente el mismo día del juicio.
En el Evangelio de Mateo, Jesús les ha dicho a los escribas y fariseos descreídos que los ninivitas que se arrepintieron en los días del profeta Jonás resucitarán junto con ellos en el juicio, con la diferencia de que no recibirán condenación, al contrario, condenar a los impíos de aquella generación (Mt 12,41,42).
Recordando el pasaje ahora citado aquí de 2 Corintios 5:10, el apóstol Pablo fue claro cuando dijo que “Es requisito que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, a fin de que cada uno de ellos reciba lo que hizo estando en el cuerpo, según lo que haya hecho, sea bueno esto es malo”..
Como ahora comentamos, Pablo no habla de otro día del juicio, sino más bien del único día del juicio final que aguardaba. Recordando que siempre tiene relación a este juicio como «aquel día» (2Te 1:6-10; 2Ti 4:1, 8; cf. Hech 17:31).
En la Carta a los Romanos (cap. 14,10), el mismo Pablo redacta que “Todos compareceremos frente al tribunal de Dios”. Santiago, en su epístola, advierte sobre la compromiso de los que enseñan la Palabra de Dios, pues estos serán “juzgado con mucho más rigor” (Santiago 3:1). En la Epístola a los Hebreos (cap. 10: 30) leemos que “Jehová juzgará a su pueblo” (cf. 1Pe 4,17).
Otro hecho que revela claramente que los salvos asimismo estarán participando en el juicio final es la apertura del libro de la vida (Ap. 20:12,15). El libro de la vida será abierto y mostrará de manera indiscutible la diferencia entre el los salvos y los incrédulos, entre las ovejas y las cabras. Comprender lo que es el Libro de la Vida.
Esos cuyos nombres no estén registrados en el libro de la vida van a ser arrojados al lago de fuego, que es la desaparición segunda. Solo los salvos tendrán sus nombres escritos en este libro (Filipenses 4:3; Apocalipsis 13:8; 17:8; 20:15; 21:27; cf. Lucas 10:20).
Si bien la Iglesia comparece frente al tribunal de Cristo, no debe tener miedo el día del juicio final. Como hemos visto arriba, los nombres de los santurrones están escritos en el libro de la vida, o sea, no hay condenación para los que están en Cristo Jesús. (Romanos 8:1).
El apóstol Juan, en su primera epístola, nos enseña que los que están en Dios tienen la posibilidad de tener seguridad en el día del juicio (1 Juan 4:17). Aparte de que este pasaje asimismo reafirma que los salvados serán juzgados, enseña que para ellos no hay nada que tener miedo.
El día del juicio final será de terror para muchos y de enorme alegría para otros.. Al paso que los impíos recibirán la condenación eterna, los santurrones van a ser salvos por los méritos de Cristo en la «día de la furia y de la revelación del justo juicio de Dios» (Romanos 2:5). Jesús es quien nos libra de la ira venidera (1Tes 1:10).
¿Qué será juzgado en el juicio final?
En el juicio final van a ser juzgadas todas las cosas que se han hecho a lo largo de esta vida presente., sean pésimos o buenos (2Co 5:10). Esto incluye:
- Las creaciones: el libro de Apocalipsis afirma que “los muertos fueron juzgados según sus obras, conforme a lo que se encontraba escrito en los libros” (Apocalipsis 20:12). La misma enseñanza la encontramos en varias otras referencias bíblicas (Mt 25,35-40; Ef 6,8; Heb 6,10; cf. 1Co 3,8; 1Pe 1,17; Ap 22,12). Aquí también tenemos la posibilidad de integrar el tema de la omisión, esto es, las veces que nos equivocamos al dejar de realizar algo.
- Las expresiones: Jesús fue claro cuando dijo que “De toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio” (Mt 12,36).
- Los pensamientos: el apóstol Pablo escribió diciendo que en el momento en que el Señor venga, “no sólo sacará a luz lo oculto de las tinieblas, sino asimismo va a poner de manifiesto las pretenciones de los corazones” (1 Co 4, 5; cf. Rm 2, 16).
Para resumir, tenemos la posibilidad de decir que en el día del juicio no hay nada que ahora esté oculto que no haya de ser revelado. (Lc 12,2; Mt 6,4,6,18; 10,26; 1Ti 5,24,25). El juicio de todas y cada una de las cosas realizado por los hombres en la vida resalta la verdad de la compromiso humana enseñada en la Biblia.
¿Cuál va a ser el método de juicio en el juicio final?
Primeiramente, precisamos ressaltar que a eternidade ao lado de Deus, ou a condenação eterna no lago de fogo, va a depender exclusivamente se a pessoa estará vestida com a justiça de Cristo, ou seja, sem a justificação pela fé em Cristo Jesus va a ser impossível ser absolvido no juicio final.
En otras palabras, bajo ninguna situación hay salvación fuera de Cristo (Juan 3:16; 14:6; Hechos 4:12; 1 Corintios 3:11). El criterio para la salvación no son las obras sino la felicidad.
Si bien las obras son juzgadas en el juicio final, la íntima conexión entre la fe y las obras es clara, en el sentido de que la verdadera fe se revela en las proyectos, esto es, las obras son la prueba de la fe. Por tanto, si alguno tiene fe verídica, generará necesariamente buenas obras (Mt 7,21; Stg 2,18-26).
Habiendo establecido este principio, en este momento tenemos la posibilidad de decir que el método de juicio en el juicio final va a ser básicamente el saber de la intención revelada de Dios. La Biblia nos muestra que varias personas reciben una mayor revelación de la voluntad de Dios que otras (Mateo 11:20-22).
Esta verdad nos transporta al hecho de que habrá grados de castigo y asimismo grados de gloria. Jesús logró exactamente este punto en el Evangelio de Lucas cuando enseñó que “El siervo que conociendo la intención de su señor, y no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, va a recibir varios azotes; pero el que no lo supo e hizo cosas dignas de azotes, será castigado con escasos azotes. Y a todo el que a quien se le dé mucho, bastante se le pedirá, y a aquel a quien mucho se le confíe, mucho más se le pedirá”. (Lc 12,47,48).
Note que Jesús enseñó que cuanto mayor es la revelación que alguien recibe acerca de la voluntad de Dios, mayor es su compromiso. Si el pasaje anterior revela que habrá grados de padecimiento para los perdidos, otros pasajes también revelan que va a haber grados de gloria para los beatos, como por ejemplo, en 1 Corintios 3:10-15, donde el apóstol Pablo trata de el tema de las recompensas.
Por lo tanto, la gente serán juzgadas según la cantidad de conocimiento que recibieron sobre la intención de Dios y de qué forma respondieron al conocimiento que han recibido.
Dando un ejemplo práctico, un individuo que tuvo la revelación de la voluntad de Dios solo en el Viejo Testamento va a ser juzgada de acuerdo a su reacción al Antiguo Testamento. Merece la pena rememorar que el Antiguo Testamento apunta a Cristo, y que los hombres de Dios, en el Espíritu de Cristo, predicaron la justicia (1 Pedro 1:10,11; 3:18-20; 4:6).
Cualquier persona que haya recibido la revelación completa de la voluntad de Dios, es decir, tanto el Viejo como el Nuevo Testamento, será juzgado por su reacción a toda la Escritura. Por consiguiente, los santurrones de la antigua dispensación vivían por fe en la promesa venidera, y nosotros los de la nueva dispensación vivimos por fe en el cumplimiento de la promesa. También, todos vamos a ser juzgados por este motivo.
También están los que no recibieron esta revelación particular de Dios por medio de las Escrituras. Pablo habla de estas personas en su Carta a los Romanos, y afirma que todos son inexcusables, ya que aunque no recibieron la revelación especial de Dios, ignoraron Su clara revelación en la naturaleza y en la conciencia, y no lo honraron como Dios (Rom. 1:18-21).
Para saber mucho más sobre esto, lee los próximos contenidos escritos:
Recompensas en el Juicio Final
Como vimos, en el juicio final los impíos recibirán su condenación con distintas grados de castigo, y el santurrón recibirá su recompensa con distintas grados de gloria.
La Biblia afirma que los salvados serán retribuidos (Mt 5:11,12; 6:19-21; 25:23; Mc 9:41; Lc 6:35). Las recompensas se repartirán según las proyectos de cada uno de ellos. De este modo lo afirmó el Apóstol Pablo en 1 Corintios 3:10-15.
En este pasaje, Pablo usó seis materiales para ejemplificar la manera en que los santos construyen sus proyectos, a saber: oro, plata, piedras preciosas, madera, heno y paja. Pablo también dejó en claro que el fundamento sobre el que todos tienen que edificar es uno: Jesucristo. Entonces Pablo afirma que la obra de cada uno de ellos va a ser probada con fuego, una clara referencia al día del juicio de Dios.
El apóstol completa diciendo que “Si permaneciere la obra de alguno que edificó sobre el fundamento, va a recibir recompensa; si la obra de alguno es quemada, sufrirá daño; pero él mismo va a ser salvo, si bien como por fuego.” (1 Corintios 3:14,15).
Pablo habla precisamente del hecho de que todo católico deberá hablar de lo que ha hecho con la revelación de Dios en Su Hijo. El católico leal y diligente, que sirve a Dios con diligencia y compromiso, será ampliamente retribuido por Dios con una recompensa.
Ya el católico que obra negligentemente va a ser castigado, sufrirá daños y sus obras serán quemadas. Pese a ello, por su infinita gracia, Dios les otorga el don de la salvación. Nótese que el tipo de material con que cada uno construyó fue importante para recibir el premio, pero lo esencial para la salvación fue el fundamento sobre el que edificaron los edificadores, esto es, los dos se salvan por felicidad, porque de nada serviría edificar con oro. sobre algún otro fundamento que no sea Cristo.
Otro punto importante es entender que los premios son regalos de la felicidad de Dios, es decir, son regalos de Él para nosotros, y no nuestros logros, pues por excelentes que parezcan nuestras proyectos, a los ojos de Dios ninguna es digna. de honor (Lucas 17:10). Si recibimos recompensas, eso también es felicidad.
¿Cuáles son los propósitos de la sentencia definitiva?
Podemos citar algunos propósitos principales que explican la necesidad de la sentencia estable:
- El juicio final mostrará la soberanía de Dios y Su gloria al descubrir el destino eterno de cada individuo que haya vivido sobre la faz de la tierra, y en el resultado final de la era presente. En la condenación de los impíos será exaltada la justicia de Dios, como va a ser exaltada su gracia en la salvación de los santos..
- El juicio final va a ser el momento en que Cristo y su pueblo sean vindicados públicamente. Todos los hombres van a ver al que colgaron en enorme esplendor y gloria. En este momento, aquel a quien juzgaron juzgará.
- El juicio final revelará el nivel de castigo o gloria (recompensa) que va a recibir cada uno de ellos.
- EN el juicio final cada persona será asignada al rincón correspondiente donde pasará la eternidad, o sea, ya sea el cielo nuevo y la tierra novedosa o el lago de fuego.
¿Cuál es el significado del juicio final?
El juicio final significa, sobre todo, que la historia no está apuntada por el azar.. Nada de lo que ocurre escapa al conocimiento de Dios, porque Él es soberano, y es Él quien rige la Historia.
El día del juicio final mostrará el enorme triunfo de Dios y su obra redentora, es decir, la conquista final y decisiva más que nada mal, y la máxima revelación de la victoria de Cristo, el Cordero que fue inmolado. El juicio final revelará y probará al planeta que la intención de Dios se hará de manera perfecta y que ninguno de sus proyectos puede ser frustrado.
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