Roma, 03 mar. 21 / 11:00 am (ACI).- Sr. Ann Un Thawng, una monja de Myanmar, suplicó de rodillas a las fuerzas de seguridad que no actuaran con violencia y de esta manera evitó una matanza de cientos y cientos de personas que al final se refugiaron en su convento el domingo 28 de febrero.
Hoy, el motín ha sido severo en todo el país.
La policía está arrestando, golpeando e inclusive tirando a la gente.
Lleno de lágrimas, el Sr. Ann Nu Thawng ruega y detiene a la policía a fin de que deje de arrestar a los participantes de la manifestación.
Unos 100 de los participantes de la manifestación lograron huír de la policía gracias a la monja. pic.twitter.com/Hzo3xsrLAO
— Cardenal Charles Bo (@CardinalMaungBo) 28 de febrero de 2021
De rodillas y con lágrimas en los ojos, la Hermana de las Misioneras de San Francisco Javier suplicó a las fuerzas de seguridad, que habían cubierto a un conjunto de jóvenes que protestaban contra el golpe de Estado del 1 de febrero, y les ha dicho: “En el nombre de Dios, no tomes esas vidas jóvenes, toma la mía”. Esto tuvo lugar en la localidad de Myitkyina, en la zona norte de Myanmar.
Los Misioneros de San Francisco Xavier son una sociedad misionera establecida a finales del siglo XIX en Goa (India) por el padre José Mariano Bento Martins.
Al menos 50 jóvenes fueron detenidos el domingo durante las protestas en Myanmar. También se calcula que 18 personas fallecieron como consecuencia de la opresión en manifestaciones realizadas en las ciudades de Yangon, Dawei, Mandalay, Myeik, Bago y Pokokku.
La revista de españa Ecclesia informó que la hermana Ann tiene 40 años y es oriunda del norte de Myanmar, cerca de la frontera con China. Trabaja como enfermera en la clínica que dirige su congregación cerca de la Mitra Diocesana de Myitkina, en el área donde también están su convento, catedral, casa del sacerdote y seminario menor.
Una fuente consultada por la revista asegura que la hermana es “una mujer valiente, realmente simple y entregada, que siempre está trabajando y cuidando a los enfermos. es admirable Lo que hizo salió del corazón”.
El periódico del Vaticano, L’Osservatore Romano (LOR), publicó una declaración de Patricia Yadanar Myat Ko, una muchacha que se refugió en el convento de la hermana Ann. “Nos salvó la intervención prodigiosa de la monja. Ella es una verdadera heroína. Le debemos la vida”, dijo.
“Solo con su pedido sincero, la hermana Ann ha podido eludir que los militares atacaran al joven. Es un modelo para la Iglesia en todo Myanmar. Y tras calmarse, corrió a sanar a los heridos”, ha dicho el joven Joseph Myat Soe Lat.
“El coraje de la hermana Ann dejó que al menos 100 manifestantes encontraran refugio en el convento de las monjas, al paso que otros 40 heridos fueron trasladados a la clínica vecina, donde fueron atendidos”, dice LOR.
El arzobispo de Yangon, el cardenal Charles Maung Bo, escribió el domingo en su cuenta de Twitter que “hoy los altercados fueron enormes en todo el país. La policía está arrestando, pegando y disparando a la multitud. Llena de lágrimas, la hermana Ann Nu Thawng suplica a la policía y les impide arrestar a los participantes de la manifestación. Cerca de 100 consiguieron escapar gracias a ella”.
CNA, la agencia en inglés del Conjunto ACI, informó que en la homilía de la misa dominical, el cardenal Bo aseveró que “semeja que el odio se ha infiltrado poco a poco en las manifestaciones pacíficas. Oramos para que no haya mucho más violencia. No hay que verter más sangre inocente en nuestra tierra”.
“Todos somos hijos y también hijas de la misma tierra, exactamente la misma madre Myanmar y tenemos que tener paciencia y tolerancia”, añadió.
Publicado inicialmente en Prensa ACI. Traducido y adaptado por Nathália Queiroz.
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— ACI Digital (@acidigital) 9 de febrero de 2021