Vigésimo Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario – Mateo 21,

Vigésimo Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario – Mateo 21,

Vigésimo Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario – San Mateo 21, 33-43 – 4 de octubre de 2020

Lunes de la Quinta Semana de Cuaresma |  Año A – Parroquia de São Judas Tadeu

33.

“Oí otra parábola: Había un padre de familia que plantó una viña.

La cercó con un seto, cavó un lagar y construyó una torre.

Y, habiéndola arrendado a los labradores, se fue del país.* 34.

En el momento en que llegó el tiempo de la cosecha, envió a sus sirvientes a los labradores para agarrar el producto de su viña.

35.

Pero los labradores sujetaron a los sirvientes, hirieron a uno, mataron a otro y lapidaron al tercero.

36.

Envió otros siervos en mayor número que los primeros, e hicieron lo mismo con ellos.

37.

Por último, envió a su hijo, diciendo: Van a tener respeto a mi hijo.

38.

Los labradores, sin embargo, al notar al hijo, se dijeron unos a otros: ¡Hete aquí el heredero! ¡Matémoslo y vamos a tener su herencia! 39.

Le echaron mano, lo sacaron de la viña y lo mataron.

40.

Ya que bien, cuando regrese el señor de la viña, ¿qué hará con esos labradores? 41.

Le respondieron: “Va a hacer matar sin piedad a esa gente miserable y arrendará su viña a otros labradores que le pagarán el producto a su tiempo”.

42.

Jesús añadió: “¿Jamás leísteis en las Escrituras: La piedra desechada por los edificadores se convirtió en piedra angular; ¿Es esta la obra del Señor, y es admirable a nuestros ojos (Sal 117,22)? 43 Por tanto, les digo que el Reino de Dios os será quitado, y va a ser dado a un pueblo que genere los frutos de él.

“La Iglesia, viña querida del Señor, tiene los brazos libres para acoger a todos.

Como red social reunida en oración para dar gracias a Dios y acoger su Palabra, nos encontramos invitados a proteger esta viña, a fin de que dé frutos de paz y justicia.

Celebremos en comunión con la Iglesia misionera, que este mes nos recuerda que la vida es misión”.

(Liturgia día tras día)

“La parábola de la vid tiene todas las peculiaridades de una alegoría.

Cada elemento tiene un concepto: Dios es el dueño; la viña es Israel; los siervos son los profetas; los administradores son los judíos infieles.

los otros labradores son paganos y pecadores; el hijo es Jesús.

Esta parábola muestra asimismo una violencia incesante y creciente contra aquellos a quienes Dios envió como sus mensajeros, algunos fueron golpeados, otros asesinados, otros aún apedreados”.

(Red del siglo XXI)

El padre Paulo Bazaglia dijo que “la vid, en la Biblia, generalmente simboliza al pueblo de Dios.

La parábola de los labradores contada por Jesús estaba apuntada a las autoridades de su tiempo.

Aún hoy resuena como una observación, singularmente para todos los que aceptan puestos de compromiso ante el Pueblo de Dios.

Jesús deja claro que el pueblo es de Dios, es su propiedad”.

El Padre Roger Araújo enseñó: “Mirando la parábola, comprenderemos que este dueño hace referencia al que es el señor; y dueño de todo el planeta creado, que es Dios nuestro Padre, Él es el Señor y dueño de toda la tierra.

Nosotros somos los encargados del precaución, somos los labradores, y tenemos que cuidar la viña del Señor, que es la Tierra.

Necesitamos cuidar lo que es de Dios, pero para Él.

Lo que es de Dios lo queremos cuidar tal y como si fuera nuestro, nos lo apropiamos, lo cuidamos, y nuestro instinto egoísta y orgulloso muchas veces nos lleva a tomar eso solo para nosotros”.

Conclusión: (Liturgia día tras día)

El evangelista retoma el “cántico de la viña” de la primera lectura.

Partiendo de la verdad de la concentración de la tierra a cargo de grandes terratenientes -que vivían en la ciudad y tenían empleados que sembraban en lugar de parte de la cosecha-, Jesús cuenta la parábola para enseñar la persecución de los profetas y del mismo Jesús y para cuestión de los frutos que la comunidad está invitada a generar.

El desafío que lanza el Evangelio es para todos y cada uno de los cristianos, que tienen que admitirlo y llevarlo a cabo fructificar.

Todos somos trabajadores del Reino de Dios y asimismo responsables de su realización”.

Oración: (Del Padre Roger Araújo)

Investigar nuestra conciencia significa ponernos en una actitud de integridad, de reflexión frente a los actos, actitudes y opciones que contamos hacia el planeta, hacia Dios, hacia las cosas de Dios y hacia nuestra propia vida.

Que Dios nos dé la gracia de pensar bien sobre nuestras opciones a fin de que sepamos proteger bien lo que Él nos ha confiado.

Jane Amábile – Con.

Divino Espíritu Santurrón

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Etiquetas: Vigésimo Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario.

Esperamos que le gustara nuestro articulo Vigésimo Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario – Mateo 21,
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios