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‘Vengo como peregrino de la paz’ - Papa Francisco en RCA
El domingo, el Papa Francisco abrió una puerta santa en la Catedral de Bangui, la capital de la República Centroafricana, justo antes de la inauguración del Jubileo especial de la Misericordia el 8 de diciembre en el Vaticano.
Dirigiéndose a las autoridades políticas del país, así como a los miembros del cuerpo diplomático al comienzo de la etapa final de su visita a tres países africanos, el Pontífice dijo a sus oyentes, incluida la Presidenta interina, la Sra. Catherine Samba-Panza, que vino “como peregrino de la paz y apóstol de la esperanza”.
Hizo un llamado a todas las partes del país para impulsar la reconciliación, el desarme, el mantenimiento de la paz, la atención médica y el cultivo de una administración sólida en todos los niveles.
La apertura por el Papa de la Puerta Santa en la Catedral de Bangui es un gesto simbólico que subraya la necesidad de misericordia y reconciliación del país tras la violencia étnica y religiosa que ha presenciado en los últimos dos años.
El conflicto entre las fuerzas musulmanas Séléka y las fuerzas cristianas antibalaka ha provocado la huida de decenas de miles a países vecinos y ha provocado advertencias de la ONU sobre el potencial de genocidio si fracasan los esfuerzos de paz.
CAR, que se independizó de Francia en 1960, es uno de los países más pobres del mundo a pesar de sus recursos agrícolas, hídricos y minerales, incluidas las reservas de uranio, las industrias del oro, la madera y los diamantes.
Los puntos destacados papales del domingo incluyeron una visita al campo de refugiados de St Sauveur, una reunión con los obispos de la República Centroafricana y las comunidades evangélicas locales, así como una vigilia de oración en la Catedral luego de la apertura de la puerta santa.
Durante su visita al campo de refugiados de St Sauveur en Bangui, que alberga a algunos de los desplazados por la violencia sectaria de la República Centroafricana (RCA), el Papa dijo a los desplazados: “Todos somos hermanos, independientemente de nuestro grupo étnico o religioso”.
En comentarios improvisados a los que estaban en el campamento, el Papa agregó: “Debemos trabajar, orar y hacer todo lo posible por la paz”.
Pero también advirtió: “La paz no es posible sin amor, sin amistad, sin tolerancia y sin perdón”.
Rodeado de niños, el Papa dijo que había leído lo que los niños habían escrito: “paz, perdón, unidad y amor”.
“Mi deseo”, continuó, “es que puedan vivir en paz, independientemente de su etnia, su cultura, su religión y su origen social… todos viviendo en paz porque todos somos hermanos”.
Luego instó a los presentes a repetir las palabras “Todos somos hermanos”, diciendo que por eso “Queremos la paz”.
El Papa Francisco hizo el domingo una breve parada no programada en un hospital infantil en Bangui, donde se reunió con algunos de los jóvenes pacientes y el personal, y entregó cajas de medicamentos proporcionados por el hospital pediátrico Bambino Gesu de Roma.
En su homilía en la Misa en la Catedral, el Papa habló de la vocación cristiana de amar a nuestros enemigos, diciendo que nos protege “de la tentación de buscar venganza y de la espiral de venganza sin fin”.
“En este primer domingo de Adviento, tiempo litúrgico de gozosa espera del Salvador y símbolo de la esperanza cristiana, Dios me ha traído aquí entre vosotros, en esta tierra, mientras la Iglesia universal se prepara para la apertura del Año Jubilar de Misericordia. Me complace especialmente que mi visita pastoral coincida con la apertura de este Año Jubilar en vuestro país”, dijo el Papa.
Hizo hincapié en que quienes evangelizan deben ser ante todo practicantes del perdón, especialistas en la reconciliación, expertos en la misericordia.
“Así es como podemos ayudar a nuestros hermanos y hermanas a ‘cruzar al otro lado’, mostrándoles el secreto de nuestra fuerza, nuestra esperanza y nuestra alegría, todo lo cual tiene su fuente en Dios, porque se basan en la certeza de que está en la barca con nosotros”.
Hizo un llamamiento a “todos los que hacen uso injusto de las armas de este mundo: ¡dejen estos instrumentos de muerte! Ármense más bien de justicia, de amor y de misericordia, auténticos garantes de la paz”.
Dirigiéndose a los sacerdotes, religiosos y agentes pastorales laicos de la RCA, en un país situado en el corazón de África, les dijo que su vocación era “encarnar el corazón mismo de Dios en medio de sus conciudadanos”.
Está previsto que el Papa Francisco concluya hoy su visita pastoral a África con una visita a la mezquita de Bangui, seguida de una misa con motivo de la fiesta de San Andrés en el estadio deportivo de la ciudad.
La visita a la República Centroafricana concluye su viaje apostólico a África, marca su primera visita a este continente y su undécimo viaje al extranjero.
