Undécimo Domingo del Tiempo Ordinario – Parábolas sobre

Undécimo Domingo del Tiempo Ordinario – Parábolas sobre

Undécimo Domingo del Tiempo Ordinario – Parábolas sobre el Reino de Dios – San Marcos 4, 26 – 34 – 17 de junio de 2018

26También dijo: El Reino de Dios es como un hombre que siembra en la tierra.

27Duerme, se levanta, noche y día, y la semilla aflora y medra, sin que él se dé cuenta.

28Por el hecho de que la tierra de sí produce, primero la planta, entonces la espiga, y para finalizar el grano abundante en la espiga.

29En el momento en que el fruto madura, le mete la hoz, porque ha llegado la siega.

30Él dijo: ¿A quién compararemos el Reino de Dios? ¿O con qué parábola lo representaremos?

31Es como la semilla de mostaza que, en el momento en que se siembra, es la más pequeña de todas y cada una de las semillas.

32.Pero en el momento en que se siembra, medra y se hace la mucho más grande de todas las hierbas y prolonga sus ramas de tal forma que las aves del cielo pueden resguardarse a su sombra.

33.Fue por medio de numerosas parábolas de este tipo que les anunció la palabra, como pudieron comprender.

34.Y no les charlaba sino en parábolas; Solo, sin embargo, explicó todo a sus acólitos.

Fuente: Biblia Ave María

“La liturgia nos invita a poner nuestra confianza en Jesús, que sembró la semilla del Reino de Dios, ahora ayudar para que esta semilla crezca y genere frutos de amor, solidaridad y justicia. La Pascua del Señor se manifiesta en la vida de cada individuo que se abre a la acción divina y en los pequeños movimientos que revelan la presencia del Reino en el mundo. Agradecidos por la bondad de Dios, celebremos en comunión con todos los que se movilizan en pos de su proyecto”. (Liturgia diaria)

La Primera Parábola: “La primera parábola “afirma que la semilla se echa en la tierra y medra sin que el agricultor comprenda cómo germina y aflora. El hombre acoge y asimila el mensaje hasta que fructifica. Tal como la semilla arrojada a la tierra pasa por su proceso natural, de esta forma es el mensaje de Jesús en los corazones de la gente. Recibido, el mensaje producirá desenlaces”. (Día a Día – Ed. Paulus)

La segunda parábola: “La segunda (parábola) señala el contraste entre la pequeña semilla de mostaza y la enorme zarza que produce. Aquí tenemos la posibilidad de percibir el aspecto social del Reino. Es decir, desde los pequeños movimientos de amor, justicia, solidaridad, el Reino se extiende por toda la sociedad y acoge a todos y cada uno de los que buscan la independencia (los pájaros del cielo). (Día a Día – Ed. Paulus)

Sobre las parábolas: “Jesús habló su mensaje en parábolas. Pero, como los propios discípulos no en todos los casos las entendían, el Profesor les explicaba el contenido en privado. Las parábolas revelan los misterios del Reino de Dios”. (Día a Día – Ed. Paulus)

Conclusión:

El Reino de Dios: “Jesús se entregó a la muerte en la cruz para llevarnos del reino de las tinieblas al reino de la vida, la hermosura, la amabilidad y la alegría. Es realmente difícil esconder la alegría de haber encontrado el Reino de Dios, como resplandece en la vida del católico. Un cristiano no puede tener su fe escondida, pues reluce en cada palabra, en cada gesto, incluso en los mucho más sencillos y cotidianos: reluce el amor que Dios nos dio mediante Jesús”. (Papa Francisco el 27 de julio2014)

El Catecismo (§543) enseña: “Todos y cada uno de los hombres están llamados a entrar en el Reino. Anunciado primero a los hijos de Israel, este Reino Mesiánico está destinado a acoger a los hombres de todas y cada una de las naciones. Para acceder a ella, es necesario acoger la palabra de Jesús: Porque la palabra del Señor es equiparada a la semilla sembrada en el campo: los que la oyen con fe y son contados en el número del pequeño rebaño de Cristo tienen han recibido su propio Reino; luego, por su propia fuerza, la semilla germina y crece hasta el tiempo de la cosecha”.

Conclusión:

“Jesús enseña mediante parábolas, utilizando elementos de la cultura agraria de su tiempo para cotejarlos con el Reino de Dios.El artículo de hoy presenta dos parábolas: la de la semilla que medra por sí misma y la de la semilla de mostaza. El primero muestra la vitalidad del Reino, que tiene fuerza en sí mismo. Al encontrar tierra fértil, la semilla (el Reino) crece y da fruto. La segunda parábola destaca el contraste entre la pequeñez de la semilla y la grandeza de la planta: los pequeños gestos del Reino marcan la diferencia en el mundo”. (Liturgia día tras día)

Oración: En forma de canción

1. Mi Reino tiene bastante que decir No es como quien lo intentó Amplía mucho más los graneros y sonríe Hombre insensato, ¿de qué valen tales recursos Si hoy vas a hallar tu fin? ¿Qué tesoros tienes que llevarte? Ref.: Sí, Señor, nuestras manos Plantarán tu Reino Tu pan nos dará Tu vigor, tu paz. 2. De esta manera marcha mi Reino: Si deseas proponer una comida No invites amigos, hermanos y demás Sal a la calle a buscar a quien no te pueda retribuir Que tu ademán sea recordado por Dios. 3. ¿Quién comprenderá mi Reino? No se pierde en la prisa que tiene Sacerdote y levita que van sin precaución Pero se nota en quien no se tiene dentro Se acerca y busca lo destacado Para el hermano golpeado vio en el suelo. 4. Mi reino no puede aceptar a absolutamente nadie que se crea mejor que el resto Por cumplir los preceptos de la ley, uno a la vez La humildad del que va más alláY se compromete y busca el perdón Es el suelo donde puede brotar la paz. (Hermano Frabeti)

Jane Amábile – Con. Divino Espíritu Santo

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Esperamos que le gustara nuestro articulo Undécimo Domingo del Tiempo Ordinario – Parábolas sobre
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Cosas interesantes de saber el significado : Dios