Unción de los Enfermos: qué significa, quién puede recibirla y

La Unción de los Enfermos se encuentra dentro de los siete sacramentos de la Iglesia Católica. Y para charlar sobre este tema, el asesor diocesano de la Pastoral da Saúde y párroco de la Parroquia Nossa Senhora de Fátima (Zona Beato André – Utinga), fr. Vanderlei Ribeiro enseña, de manera didáctica, las particularidades de esta felicidad que el Señor nos otorga a través de la Iglesia. Verificar:*

¿Qué es la Unción de los Enfermos?

Para fundamentar este sacramento de la Unción de los Enfermos, a partir de entre los textos bíblicos, tenemos la posibilidad de citar entonces la Carta de Santiago (5, 14-15), que afirma: “¿Está alguno enfermo entre nosotros? Envía por los jubilados de la Iglesia para que oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor. La oración ofrecida con fe salvará al enfermo y el Señor lo resucitará. Y si ha cometido errores, recibirá el perdón”.

Uno de los contenidos escritos mucho más esenciales del Concilio Vaticano II, la Constitución Dogmática lumen gentium sobre la Iglesia (1965), en el capítulo II (Pueblo de Dios) número 11, resalta que por la sagrada unción de los enfermos y por la oración de los jubilados, toda la Iglesia encomienda a los enfermos al precaución del Señor sufriente y glorificado para que él logre aliviarlos y salvarlos.

“Por la santa unción de los enfermos y la oración de los curas, toda la Iglesia confía a los enfermos al Señor sufriente y glorificado a fin de que los salve (cf. Sant 5, 14-16); mucho más aún, les exhorta a que, asociándose libremente a la Pasión y muerte de Cristo (cf. Rom 8,17; Col 1,24; 2 Tim 11,12; 1 Pe 4,13), por la bien del Pueblo de Dios”

El Catecismo de la Iglesia Católica (párrafo 1527) también asegura que “el sacramento de la Unción de los Enfermos tiene por objeto conferir una felicidad especial a los cristianos que atraviesan las dificultades inherentes a un estado de patología grave o de vejez.

en los parágrafos 1530 y 1531 del Catecismo de la Iglesia Católica asimismo confirma que “solo los curas (curas y obispos) pueden regentar el sacramento de la Unción de los Enfermos; para esto se utilizará aceite bendecido por el obispo o, en caso de necesidad, por el mismo presbítero celebrante” y que “la esencia de la celebración de este sacramento radica en la unción en la frente y manos del enfermo (en el rito romano) o en otras unas partes del cuerpo (en Oriente), la unción acompañada de la oración ritual del sacerdote celebrante que pide la gracia especial de este sacramento.*

¿Cuándo debe otorgarse y quién puede recibirlo?

Según el derecho canónico (canon 1004): -§1 La unción de los enfermos puede administrarse a todo bautizado que haya alcanzado el uso de razón y se halle en peligro de muerte o por enfermedad grave o vejez. §dos. Este sacramento puede repetirse si el enfermo, después de la convalecencia, recae en una patología grave, o durante la misma enfermedad, si el riesgo se agrava.

El parágrafo 1528 del Catecismo de la Iglesia Católica también trata el tema, en lo que se refiere a cuándo un individuo puede recibir el sacramento: “precisamente ha llegado el instante oportuno para recibir la Santa Unción en el momento en que el fiel comienza a encontrarse en riesgo de muerte, por enfermedad o vejez” y 1515 habla de cuántas ocasiones se puede entregar el sacramento: “Si un enfermo que ha recibido la Unción recupera la salud, puede, en el caso de nueva enfermedad grave, recibir nuevamente este sacramento. En el curso de una misma enfermedad, este sacramento puede repetirse si la patología empeora. Es conveniente recibir la Unción de los Enfermos antes de una operación quirúrgica mayor. Y lo mismo puede decirse de los jubilados, cuya fragilidad se acentúa”.*

¿Cuáles son los efectos en la vida de la persona que recibe este sacramento?

Primero, trae salvación y alivio, en la debilidad física y espiritual; en segundo lugar, une al enfermo a la Pasión de Cristo, por su bien y el de toda la Santa Iglesia. En tercer lugar, otorga el perdón de los pecados, caso de que el enfermo no pueda confesarse en ese momento.*

¿Quién administra este sacramento?

Según el Catecismo de la Iglesia Católica, en el parágrafo 1516: “Solo los curas (obispos y presbíteros) son ministros de la Unción de los Enfermos (126). Es deber de los pastores educar a los leales sobre los beneficios de este sacramento. Que los fieles animen a los enfermos a llamar al sacerdote para recibir este sacramento. Y que los enfermos se preparen para recibirlo con buenas disposiciones, con la ayuda de su párroco y de toda la comunidad eclesial, invitada a rodear a los enfermos de forma muy particular, con su oración y atención fraterna”.*

En tiempos de pandemia, ¿cuáles son las pautas para regentar el sacramento?

De acuerdo con las reglas y lineamientos de la Diócesis de Beato André sobre la reanudación gradual de las celebraciones en el contexto de la pandemia del Covid-19 (que entró en vigencia el 13 de junio de 2020), poseemos los próximos lineamientos:

En cuanto a la administración del sacramento de la Unción de los Enfermos mencionado en los números 45 y 46 del documento, dice lo siguiente: “Se redoblen los cuidados de higiene y se utilicen mascarillas y guantes de protección, evitando el contacto físico al imponerse las manos. Precisamente considerando las pautas de cada hospital, así como las condiciones de cada sacerdote”.