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El Convento y Santuario de São Francisco celebra este año, el 17 de septiembre, el 370 aniversario de su fundación. Para salvar esa historia, exhibe en sus corredores la Exposición Fotográfica “Convento y también San Francisco São Francisco: Una mirada a Nuestra Historia – 370 años”.
“La idea de montar una exposición con fotografías brotó a lo largo del acercamiento de la Pastoral da Comunicação a inicios de año. Deseábamos contar los 370 años de historia de esta casa en fotografías. Sabíamos que era difícil pues los primeros años no quedan registrados en fotografías, no obstante, aceptamos el desafío”, dice fray Alvaci Mendes da Luz, párroco y rector de la Parroquia y Santuario de São Francisco.
Conformado por 182 fotos, adjuntado con 21 paneles con textos y frases, la autora Ana Lúcia Armigliato cuenta la historia desde 1585 hasta la actualidad. “El resultado es una exposición rápida y entretenida, que lleva al visitante a un paseo por la presencia franciscana no solo en São Paulo, sino en todo Brasil, ya que la historia comienza con la fundación de la primera Provincia franciscana en Brasil, en la ciudad de Olinda, y sigue hasta la llegada de los primeros franciscanos a São Paulo, finalizando con fotografías de la vida diaria de esta iglesia y sus fiestas”, agrega el fraile.
“La fotografía lo permite. Puedes contar y viajar a través de las fotos, solo crea una singularidad entre ellas, lo que conseguí a través del régimen de las imágenes: blanco y negro viejo. Entonces, creé una línea de tiempo, dividí los paneles en periodos históricos y continué así hasta el desenlace. Si el observador se da cuenta, los cuadros siguen un patrón en número de fotografías y datas. Eso fue pensado para no cansar”, enseña Ana Lúcia, que trabaja en la Pastoral da Comunicação.
La historia franciscana en São Paulo, sin embargo, comienza en el momento en que la caravana de los siete creadores se embarca en Río de Janeiro el 18 de diciembre de 1639 y llega a São Paulo el 5 de enero de 1640, yendo a vivir a una vivienda en frente de la llamada Ermita de Santurrón Antônio, el día de hoy la actual Praça do Patriarca. Al lado de ellos, el custodio fray Manuel de Santa María, que regresaba a São Paulo, consiguió primero las licencias necesarias para la fundación de la residencia, tanto de las autoridades civiles como religiosas. El lugar donde estuvo la Capilla no era bueno para la construcción del Convento. No solo carecía de agua, sino también se encontraba muy expuesta a las inclemencias del tiempo en el terreno que en este momento es el Valle de Anhangabaú.
El nuevo terreno fue donado en 1642, “con ochenta brazas de terreno y tres fuentes de agua (“si bien el río Anhangabaú que corría por la una parte de atrás ocasionaba ciertos daños en la temporada de lluvias”), y de inmediato se inició la construcción del nuevo convento. Cuatro años después, el 17 de septiembre de 1647, fiesta de las Llagas de San Francisco, se inauguró la nueva residencia franciscana. Fue el convento más grande construido hasta ese momento, con un piso de arriba. Impresionante era su claustro, cuyos cinco arcos descansaban sobre gruesas pilastras. Estas líneas dieron origen a las famosas arcadas del presente edificio de la Capacitad de Derecho.
Según Ana Lúcia, en esta exposición no existe lo histórico sin lo espiritual y viceversa. “La idea es realizar referencia a la oración mientras se anda por la historia. Así, en todos y cada secuencia de cuadros siempre está el elemento humano, en su instante devocional junto a las frases escritas: São Francisco, São José, Nossa Senhora da Imaculada Conceição, Beato Antônio, Santa Clara y Frei Galvão (destacando el tiempo en que el última vivía en el Convento)”, mira.
“Merece la pena visitar esta exposición y conocer mejor este Convento y Santuario que pertenecen a la historia de São Paulo. Estoy seguramente el visitante va a salir más enamorado de este ‘pedazo’ de tierra que sigue siendo un espacio de acogida, de felicidad, de oración, de Paz y de Bien”, invita fray Alvaci.
En estos 370 años, muchos fueron los benefactores del Convento y Ana Lúcia no los olvidó. “Los últimos paneles están dedicados a ellos”, añade.