Pelea por tu familia, cuídala con todo tu amor y con tus fuerzas, no te rindas por nada.
Cuantas cosas, problemas y hasta personas ha estado peleando tu familia intentando de debilitarla, la tentación diciéndote todo el tiempo que te separes y dejes todo.
Oren, tengan fe, no se rindan, pongan las rodillas en el suelo y no se rindan en este proyecto de Dios que funcionó, que es su familia.
¿Cuáles son las mayores peleas y tormentas que enfrenta su familia hoy?
¿Serán las anomalías de la salud, la carencia de perdón, la carencia de diálogo, las peleas constantes, el adulterio, los inconvenientes económicos, las adicciones y asimismo el alejamiento de Dios?
De nuevo el Señor te dice: “No te rindas, consagra todo lo mencionado a Él, ora todos los días por tu familia, confía que en el momento oportuno caerán los muros y brotará lo nuevo de Dios”.
Si tu familia se divide hoy, no te desanimes ni te desesperes, Dios te ama y puede transformarlo todo.
Oren juntos, lean la palabra de Dios, retornen a la iglesia, santifiquen su hogar con todo lo mencionado.
Unidos a Dios, todo lo que venga puede venir, pero nada puede hacer temblar esta casa que está fundada sobre la roca que es Dios.
¡Jesús, María y José, mi familia es vuestra!
¡Dios te bendiga a ti y a tu familia!
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