Trató de resistirse a su vocación, pero gracias al Padre Pío, ahora está

OFICINA CENTRAL, 23 de septiembre. 21/04:44 pm (ACI).- El padre Giovanni Mezzadri es un misionero italiano que está en Brasil desde 1972. Su historia, no obstante, habría sido diferente si no hubiese conocido al Padre Pío de Pietrelcina en 1959. Después de algunos años intentando de huír de su vocación, fue en una confesión con el santurrón de los estigmas que decidió escuchar el llamado de Dios. . “Sentí en ese momento que estaba recibiendo una felicidad grande, muy grande de Dios”, dijo el sacerdote javeriano.
Mezzadri nació el 19 de abril de 1937 en Parma, Italia. A los 19 años, “estudiaba de noche y trabajaba de tornero de día”. Fue en el momento en que recibió “una gaceta misionera que afirmaba que en el planeta hay mucha gente queriendo saber a Jesús, pero hay pocos evangelizadores”. “Sentí una llamada, pero no deseaba admitir esta llamada”, dice. Entonces trató de buscar novia, “pues afirmaban que si salía se olvidaba de esta vocación. Salí a lo largo de tres meses, pero sentí que esta llamada seguía molestándome”.
“Tuve la posibilidad de obtener una licencia de piloto y lo hice para olvidarme de mi vocación”, afirma el padre Mezzadri. Pero aunque no deseaba admitirlo, la llamada seguía en su corazón. Luego, solicitó incorporarse a la aeronáutica italiana, “pensando en pilotar los aviones más complicados, tendría que prestar más atención a los aeroplanos”. Con eso, pensaba que “sería mucho más fácil olvidar la vocación”. Logró un curso y, mientras que esperaba una respuesta, un primo lo invitó a San Giovanni Rotondo, donde vivía el Padre Pío.
“Fui y me quedé allí unos días, fui a misa temprano y, en el momento en que me tocó confesarme, dije mis errores. Luego dijo: ‘A veces me viene la tentación de ingresar al seminario’. Pensé que me iba a eliminar esa tentación. Me miró con dureza y ha dicho: ‘¿Qué tentación? Lleva tres años resistiéndose a la llamada de Dios’. Sentí en ese instante que recibía una enorme, enorme gracia de Dios”, recordó.
En entrevista con ACI Digital, el padre Giovanni recordó que ese día se celebraba a Nuestra Señora de las Gracias y, cuando salió de la confesión, la plaza se encontraba abarrotada y de fondo, seguía una procesión con la imagen de la Virgen María. “El Padre Pío no me dijo nada, pero después de que me dio la fuerza para proseguir mis pasos, asimismo sentí una fuerza que me dijo que le diese las gracias a Nuestra Señora antes de irme a casa. Hablé con mi prima que debía proceder a cargar esa camilla con la imagen, pero la plaza estaba muy concurrida. Aun así conseguí llegar a la plataforma y ayudar a llevarla”, notificó.
Tras esta experiencia con el Padre Pío, Mezzadri decidió dejar la aeronáutica y por año siguiente ingresó al Seminario de los Misioneros Javerianos. Hizo su consagración religiosa el 3 de octubre de 1964 y fue ordenado sacerdote el 27 de septiembre de 1970. Casi dos años después fue enviado como misionero a Brasil, donde llegó el 11 de febrero de 1972. Hoy en día vive en la parroquia de São Guido Maria Conforti, en Hortolândia (SP).
“Cada día le estoy enormemente agradecido al Padre Pío, porque si no fuese pues me dio un beato empujón, no sería lo que soy. ¿Qué mayor felicidad hay en el planeta que la de ser sacerdote? Justo antes de esta entrevista, estaba asistiendo a una confesión. Jesús se sirve de mí, pobre pecador, para verter su misericordia y perdonar los pecados. Es una enorme felicidad poder ayudar a una confesión, festejar la Eucaristía”, ha dicho a ACI Digital.
En la actualidad, el Padre Giovanni Mezzadri acompaña a ciertos grupos aplicados al Padre Pío, como el Grupo de Oración São Padre Pio, de Londrina (PR), y incentiva la devoción al santurrón. Para el sacerdote, aún el día de hoy es requisito reforzar una solicitud que hacía el Padre Pío para que se rezara el rosario. “El mundo atraviesa estos días instantes difíciles y se precisa una conversión urgente. No podemos esperar pues mañana podría ser demasiado tarde. Disponemos dos anclas de salvación, el Inmaculado Corazón de María y el beato rosario, aparte de la confesión, la misa diaria. Fue lo que señaló el Padre Pío”.
La historia del Padre Mezzadri con el Padre Pío se cuenta en el libro ‘El Padre Pío nos cambió la vida’, que se puede conseguir AQUÍ.
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– ACI Digital (@acidigital) 22 de septiembre de 2021