Trabajadores de la vid: promotores de vida y

Erika Augusto

São Paulo-SP) – La mañana del lunes sorprendió a los paulistas con mucha lluvia, después de un fin de semana de sol y clima satisfactorio. Aun de esta forma, los devotos de Santurrón Antônio fueron fieles y vinieron a celebrar el 6º día de los tres días de fiesta en honor al santo paduano en el Santuario de São Francisco, en el centro de São Paulo. La misa se hizo al mediodía, lo que permitió la participación de muchas personas que trabajan en el centro y aprovechan la hora del almuerzo para rezar.

Al inicio de la celebración se recordó la memoria de San Bonifacio, mártir festejado este 5 de junio. Se le llama el Apóstol de Alemania, puesto que fue por su labor misionera en ese país que fue torturado junto con otros cristianos.

El tema de este 6º día de la trecena es: San Antonio y Santa María: guíanos hacia el servicio en la viña del Señor. Al inicio de su homilía, fray Gustavo Medella, que presidió la celebración, recordó las expresiones del Papa Emérito Benedicto XVI en su primera comparecencia en abril de 2005. “Después del gran Papa Juan Pablo II, me eligieron los cardenales, sencillo y humilde trabajador en la viña del Señor. Me consuela saber que el Señor sabe trabajar y actuar aun con instrumentos insuficientes. Y, sobre todo, me encomiendo a vuestras frases”.

El fraile resaltó la humildad con la que Benedicto XVI se puso al servicio de la Iglesia y de sus hermanos y realizó un contrapunto con el Evangelio del día, extraído de Mc 12, 1-12, que se titula La narración de los viticultores homicidas. Fray Gustavo afirmó que cuando el ser humano sucumbe al egoísmo, la avaricia, el orgullo y la sed de poder, se regresa homicida, en tanto que no actúa en pos del Reino de Dios. “Si deseamos ser buenos trabajadores en la viña del Señor, debemos abandonar estas prácticas para ser promotores de vida y promesa”, exhortó.

Fray Gustavo aseveró asimismo que la viña del Señor es la familia, la red social y el planeta. “La viña del Señor es nuestro planeta, rico en recursos que pueden asegurar una vida de calidad para todos sus pobladores. No obstante, muchos de nuestros hermanos y hermanas, ahora menudo nosotros mismos, nos dejamos cautivar por los deseos de excelencia y de poder y, en vez de proteger con amor los recursos que Dios nos da, actuamos como explotadores. Esta actitud se manifiesta tanto a nivel personal como social”, añadió.

Cada día de este período de tres días, a los participantes se les asigna una “tarea”. En este sexto día, fray Gustavo solicitó que los presentes sean propagadores de la lógica del precaución y defensa de la vida, para que todos se sientan acogidos y amados hijos de Dios. Tras la oración, roció al pueblo con agua bendita. Trezena prosigue mañana, martes, a las 15 h.