Al caminar con Dios disponemos una experiencia de estudio diario que hace la vida mucho más feliz.
Dios está presente en todo, su amor y protección nos acompañan en todos y cada situación de nuestra vida aun en el momento en que no nos demos cuenta.
Alabado sea el Señor pues te ha precaución y por eso estás aquí.
No te enojes con la vida, la multitud y hasta con Dios por lo que no funcionó.
Cuántas veces dijiste tonterías, maldiciéndote a ti, a los que te rodeaban e incluso a Dios por eso.
Deja de decir que nada funciona en tu vida, no afirmes palabras de maldición contra ti, no seas supersticioso, esa no es la actitud de los que pertenecen a Dios.
Prestar atención solo a Dios que podemos ver más allá de lo que a nuestra vista era desilusión y tristeza.
Dios te protege, date cuenta que varias cosas que no salieron bien te pudieron haber llevado a la tristeza eterna, a la perdición y hasta a la desaparición.
Frecuentemente hay males que vienen por bien, solo en Dios tenemos la posibilidad de sacar bien de una mala situación.
Alaba a Dios por tu vida, por las liberaciones que te dio y asimismo por los que amas, Dios es perfecto en todo lo que hace, jamás va a hacer el mal.
Antes de murmurar, detente, ora, reflexiona y piensa junto a Dios: ¿Fue esto para mi felicidad?
Entonces alaba a Dios por todo y regresa a caminar.
¡Bendito sea Dios!
¡Dios te bendiga a ti y a tu familia!
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