Tercer Domingo de Pascua – San Lucas 24, 13-35 – Día
Tercer Domingo de Pascua – San Lucas 24, 13-35 – 26 de abril de 2020
“13.Ese día, dos discípulos iban caminando hacia un pueblo llamado Emaús, a sesenta estadios de Jerusalén.* 14.Conversaban entre ellos sobre todo cuanto había sucedido. 15. Mientras que charlaban y discutían entre ellos, el mismo Jesús se les aproximó y caminó con ellos. 16. Pero sus ojos estaban vendados, y no lo reconocieron. 17. Entonces les preguntó: “¿De qué hablan en el sendero y por qué están tristes?” 18. Uno, llamado Cleofas, le respondió: “¿Eres tú quizá el único extranjero en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado en ella estos días? 19. Les preguntó: “¿Qué pasó?” Afirmaron: “De Jesús de Nazaret… Fue un profeta poderoso en obras y palabras frente Dios y ante todo el pueblo. 20. Nuestros sumos curas y nuestros jueces lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron. 21 Habíamos esperado que él sería el que restauraría a Israel, y en este momento, aparte de todo lo mencionado, el día de hoy es el tercer día que estas cosas han sucedido. 22. Es cierto que algunas de las mujeres entre nosotros nos alarmaron. Fueron a la tumba antes del amanecer; 23. Y, no habiendo encontrado su cuerpo, volvieron, diciendo que habían tenido una visión de ángeles, que le aseguraron que se encontraba vivo. 24. Fueron algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como habían dicho las mujeres, pero a él mismo no lo vieron”. 25. Jesús les dijo: “¡Oh gente sin inteligencia! ¡Qué pausados sois de corazón para creer en todo cuanto los profetas han anunciado! 26. ¿No era necesario que Cristo padeciera estas cosas y así entrara en su gloria? 27. Y empezando por Moisés, pasando por todos y cada uno de los profetas, les explicó lo que de él se decía en todas las Escrituras. 28. Se acercaron al pueblo adonde iban, y él logró como si quisiera pasar. 29. Pero lo obligaron a detenerse: “Quédate con nosotros, es ya tarde y ya se termina el día”. Así que entró con ellos. 30. Sucedió que estando sentados juntos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y les sirvió.* 31. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron… pero desapareció. 32. Entonces se afirmaron el uno al otro: “¿No ardía nuestro corazón en nosotros mientras nos charlaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?” 33. Se levantaron al mismo tiempo y regresaron a Jerusalén. Allí hallaron reunidos a los Once ya los que estaban con ellos. 34. Todos afirmaban: “Realmente el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón”. 35. Ellos, por su lado, contaron lo que les había sucedido en el sendero y de qué manera lo habían reconocido al partir el pan. (= Jo 20,19-23)” Fuente – Biblia Católica en Línea
“El Señor resucitado camina con nosotros y nos sugiere ir a conformar comunión con él cerca de la Palabra y al compartir el Pan de Vida. Con el corazón en fiesta, celebremos su Pascua, que se efectúa en personas y comunidades que depositan la fe y la promesa en Dios, promueven el comunicar y crean lazos de comunión y solidaridad”. (Liturgia día tras día)
El padre Paulo Bazaglia dijo que “el episodio de Emaús es una síntesis de lo que experimentamos en cada Eucaristía: festejamos la presencia de Jesús en nuestra vida, oyendo su Palabra y participando en la fracción del pan”.
El Papa Francisco lo dijo de esta forma: “El acercamiento de Jesús con los dos acólitos semeja simplemente una coincidencia: se parece a muchos encuentros que suceden en la vida. Los dos discípulos caminan pensativos y un extraño los consigue. es Jesús; pero sus ojos no pueden reconocerlo. De este modo comienza Jesús su “terapia de la promesa”. Lo que ocurre en este camino es una terapia de promesa. ¿Quién lo realiza? Jesús. Frente todo preguntar y oír: nuestro Dios no es un Dios invasivo”.
“Los acólitos de Emaús solo se percataron de su presencia en el momento en que de pronto entendieron el impacto que había tenido en ellos: “¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros?” Veamos bien el momento en que se abrieron sus ojos: en la fracción del pan. Tal, en verdad, es la disposición presente del Evangelio. En el momento en que recibimos la gracia de comprender la presencia de Cristo, no lo reconocemos hasta más tarde; hoy, solo discernimos su presencia por la fe. En vez de una presencia sensible, nos dejó el memorial de su redención, haciéndose que se encuentra en el Santísimo Sacramento”. (San Juan Enrique Newman)
El Papa Francisco enseñó: “El “Dios que está cerca” nos habla de humildad. No es un “gran Dios”, entonces… No. Está cerca. Es de casa. Y esto lo observamos en Jesús, Dios hecho hombre, próximo a sus acólitos hasta la muerte: los acompaña, los enseña, los corrige con amor… Pensemos, por ejemplo, en la proximidad de Jesús con los angustiados acólitos de Emaús: eran angustiados, estaban vencidos Se acerca de forma lenta, para hacerles comprender el mensaje de vida, de resurrección”. (abril de 2020)
Conclusión: (Dom Mario Spaki)
“Los acólitos de Emaús, de regreso a casa, compartieron su tristeza y desilusión. Jesús se aproxima, los escucha, les explica las Escrituras, les hace arder el corazón, se revela al partir el pan y se hace invisible a sus ojos. ¡Y experimentan una gran alegría!”
Oración:
Reina del cielo, regocíjate. ¡Aleluya! Porque Aquel que merecías llevar en tu seno. ¡Aleluya! Ha resucitado como dijo. ¡Aleluya! Ruega por nosotros a Dios. ¡Aleluya! D./ Alégrate y alégrate, oh Virgen María. ¡Aleluya! C./ Pues realmente el Señor ha resucitado. ¡Aleluya!
Jane Amábile – Con. Divino Espíritu Santo
Como esto:
Cargando…
Entrada archivada bajo: Reflejo de la Palabra. Etiquetas: Tercer Domingo de Pascua.
Esperamos que le gustara nuestro articulo Tercer Domingo de Pascua – San Lucas 24, 13-35 – Día
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios