#SínodoAmazónico: La Iglesia se compromete a ser

#SínodoAmazónico: La Iglesia se compromete a ser

Cinco episodios, más una introducción y una corto conclusión: este es el Documento Final de la Reunión Particular para la Panamazonía, difundido la noche de este sábado 26 de octubre a pedido del Papa. Entre los temas, misión, inculturación, ecología integral, defensa de los pueblos indígenas, rito amazónico, papel de la mujer y nuevos ministerios, singularmente en zonas de bien difícil acceso a la Eucaristía.

Novedades del Vaticano – Localidad del Vaticano

Conversión: este es el tema del documento final del Sínodo Panamazónico. Una conversión que tiene distintas significados: integral, pastoral, cultural, ecológico y sinodal. El artículo es fruto del “intercambio abierto, libre y respetuoso” realizado durante las tres semanas de trabajo del Sínodo, para dar a conocer los desafíos y potencialidades de la Amazonía, el “corazón biológico” de todo el mundo, repartida en nueve países y habitado durante más de 33 miles de individuos, incluidos unos 2,5 millones de indígenas. No obstante, esta zona, la segunda región mucho más vulnerable del mundo por el cambio climático provocado por el hombre, está “en una carrera frenética hacia la desaparición” y esto requiere con urgencia, reitera el Archivo, un nuevo rumbo que permita rescatarla, bajo pena de impacto catastrófico en todo el mundo.

Capítulo I – Conversión Plena

El Documento exhorta desde el principio a una “verídica conversión integral”, con una vida sencilla y sobria, al estilo de san Francisco de Asís, comprometida con la relación armónica con la “Casa común”, obra creadora de Dios. Esta conversión va a llevar a la Iglesia a salir, a ingresar en el corazón de todos los pueblos amazónicos. De hecho, la Amazonía tiene una voz que es mensaje de vida y se expresa mediante una situación multiétnica y multicultural, representada por los variados semblantes que la habitan. El “buen vivir” y el “hacer el bien” es la forma de vida de los pueblos amazónicos, es decir vivir en armonía consigo mismo, con el ser humano y con el ser supremo, en solo una intercomunicación entre todo el cosmos, para forjar un proyecto de vida plena para todos.

Los dolores del Amazonas: el grito de la tierra y el grito de los pobres

Sin embargo, el texto no reprime los muchos dolores y violencias que hoy hieren y deforman la Amazonía, conminando su historia: la privatización de los recursos naturales; modelos de producciones depredadoras; deforestación que perjudica al 17% de toda la zona; contaminación de las industrias extractivas; cambios climáticos; el tráfico de drogas; alcoholismo; trata de personas; la criminalización de líderes y defensores del territorio; grupos armados ilegales. Es amplia la página amarga sobre la migración, que en la Amazonía se articula en tres escenarios: movilidad de conjuntos indígenas en territorios de circulación tradicional; movimiento forzado de poblaciones indígenas; migración en todo el mundo y asilados. Para todos estos grupos se precisa una pastoral transfronteriza que incluya el derecho a la libre circulación. El inconveniente de la migración, dice, ha de ser enfrentado coordinadamente por las Iglesias de frontera. Además, hay que estimar una pastoral permanente para los migrantes que son víctimas de la trata de personas. El Archivo sinodal llama la atención sobre el movimiento forzado de familias indígenas en los centros urbanos, resaltando cómo este fenómeno necesita “una pastoral conjunta en las periferias”. De ahí la exhortación a hacer equipos misioneros que, en coordinación con las parroquias, atiendan este aspecto, ofertando ceremonias inculturadas y favoreciendo la integración de estas comunidades en las ciudades.

Capítulo II – Conversión Pastoral

Asimismo es central la referencia a la naturaleza misionera de la Iglesia: la misión no es algo opcional, recuerda el artículo, porque la Iglesia es misión y la acción misionera es el paradigma de toda la obra de la Iglesia. En la Amazonía, debe ser “samaritana”, o sea, salir al acercamiento de todos; “Magdalena”, es decir, amada y reconciliada para comunicar con alegría a Cristo resucitado; “Mariana”, es decir, madre de la fe y también “inculturada” entre los pueblos a los que sirve. Es importante pasar de un ministerio de “visita” a un ministerio de “presencia persistente” y, para ello, el Archivo sinodal recomienda que las Congregaciones religiosas del mundo confirmen por lo menos una misión en entre los países amazónicos.

El Sacrificio de los Mártires Misioneros

El Sínodo no olvida a los numerosos misioneros que dieron su historia para dar a conocer el Evangelio en la Amazonía, cuyas páginas más gloriosas fueron escritas por los mártires. Al tiempo, el Archivo ten en cuenta que el anuncio de Cristo en la región se hizo a menudo en connivencia con los poderes opresores de las ciudades. Por eso, el día de hoy la Iglesia tiene “la oportunidad histórica” de alejarse de las nuevas potencias colonizadoras, escuchando a los pueblos amazónicos y ejercitando su actividad profética “de forma transparente”.

Diálogo ecuménico y también interreligioso

En este contexto, se dio suma importancia al diálogo ecuménico y también interreligioso: “Un sendero indispensable para la evangelización en la Amazonía”, asegura el artículo sinodal, debe partir, en el primer caso, de la centralidad de la Palabra de Dios para comenzar verdaderas caminos de comunión. En el campo interreligioso, el Archivo incentiva un mayor conocimiento de las religiones indígenas y los cultos afrodescendientes, a fin de que cristianos y no cristianos podamos accionar juntos en defensa de nuestra casa común. Por ello, se ofrecen instantes de encuentro, estudio y diálogo entre las Iglesias en la Amazonía y los seguidores de las religiones indígenas.

Urgencia de una pastoral indígena y una pastoral juvenil

El Archivo asimismo recuerda la urgencia de una pastoral indígena que tenga un lugar específico en la Iglesia: es requisito crear o mantener, de hecho, “una alternativa preferencial por las ciudades indígenas”, dando también un mayor impulso misionero a las vocaciones indígenas, porque la Amazonía también debe ser evangelizada por los amazónicos. Luego, dale espacio a los jóvenes de la Amazonía, con sus luces y sombras. Divididos entre la tradición y la innovación, inmersos en una intensa crisis de valores, víctimas de tristes realidades como la pobreza, la crueldad, el desempleo, las novedosas formas de esclavitud y el difícil acceso a la educación, a menudo acaban en prisión o fallecidos por suicidio. Y, no obstante, los jóvenes amazónicos tienen los mismos sueños y las mismas esperanzas que otros jóvenes de todo el mundo y de la Iglesia. Llamados a ser presencia profética, debe acompañarlos en su camino, para eludir que su identidad y autovaloración sean dañadas o destruidas. En particular, el Archivo recomienda “una pastoral juvenil renovada y audaz”, con una pastoral siempre activa centrada en Jesús. En verdad, los jóvenes, sitio teológico y profetas de la esperanza, desean ser personajes principales y la Iglesia en la Amazonía desea admitir su espacio. De ahí que, la convidación a fomentar novedosas maneras de evangelización también por medio de las redes sociales y contribuir a la juventud indígena a conseguir una sana interculturalidad.

Pastoral Urbana y Familias

El artículo de clausura del Sínodo se detiene en el tema de la pastoral urbana, con un enfoque especial en las familias: en la periferia de la ciudad, padecen pobreza, desempleo, falta de vivienda, además de diversos problemas médicos. Por consiguiente, se hace necesario proteger el derecho de todas la gente a la localidad como un justo disfrute de los principios de sostenibilidad, democracia y justicia popular. Es requisito batallar, reza el texto, para que se aseguren los derechos escenciales básicos en las “favelas” y “villasmiserias”. Central asimismo ha de ser el lugar de un “ministerio de acogida” para la solidaridad fraterna con los migrantes, refugiados y personas sin hogar que viven en el contexto urbano. En este contexto, una asistencia válida procede de las Comunidades Eclesiales de Base, “un don de Dios para las Iglesias locales de la Amazonía”. Al mismo tiempo, se invita a las políticas públicas a mejorar la calidad de vida de las áreas despobladas, a fin de evitar el traslado descontrolado de personas a la localidad.

Capítulo III: Conversión Cultural

La inculturación y la interculturalidad son instrumentos esenciales, sigue el Archivo, para poder una conversión cultural que lleve a los cristianos a salir al encuentro de los demás para aprender de ellos. Los pueblos amazónicos, de hecho, con sus “perfumes antiguos” que contrastan la desesperanza que reina en el conjunto de naciones y con sus valores de reciprocidad, solidaridad y sentido de comunidad, proponen lecciones de vida y una visión dentro de la verdad, capaz de comprender que toda la creación esté interconectada y en consecuencia garantizar una gestión sostenible. La Iglesia se compromete a ser aliada de las ciudades indígenas, repite el texto sinodal, sobre todo para denunciar los ataques perpetrados contra sus vidas, los predadores proyectos de avance etnocidas y ecocidas y la criminalización de los movimientos sociales.

Proteger la tierra es defender la vida.

“La defensa de la tierra”, reza el documento, “no tiene otro objetivo que la defensa de la vida” y se basa en el principio evangélico de la defensa de la dignidad humana. Por ende, debemos respetar los derechos a la libre determinación, la delimitación de territorios y la consulta previa, libre e informada de los pueblos indígenas. Se dedica un punto concreto a las ciudades indígenas en aislamiento voluntario (Piav) o en Aislamiento y Contacto Inicial (Piaci) que hoy, en la Amazonía, suman alrededor de 130 unidades y son de manera frecuente víctimas de limpiezas étnicas: la Iglesia debe emprender dos géneros de acción , pastoriles y otras “presiones”, a fin de que los Estados cuiden los derechos y también inviolabilidad de los territorios de estas ciudades.

Teología indígena y piedad popular

Desde la perspectiva de la inculturación, esto es, de la encarnación del Evangelio en las etnias indígenas, se da espacio a la teología indígena y a la piedad habitual, cuyas expresiones deben ser valoradas, acompañadas, promovidas y a veces “purificadas”, en tanto que son instantes privilegiados de evangelización. que debe conducir a un acercamiento con Cristo. El anuncio del Evangelio, de hecho, no es un desarrollo de destrucción, sino más bien de crecimiento y consolidación de la siembra de las Expresiones presentes en las etnias. De ahí el claro rechazo a la “evangelización colonial” y al “proselitismo”, a favor de un aviso inculturado que promueva una Iglesia con rostro amazónico, en pleno respeto y también igualdad con la historia, la cultura y el modo de vida de las poblaciones locales. En este sentido, el Documento sinodal propone que los centros de investigación de la Iglesia estudien y recojan las tradiciones, lenguas, opiniones y pretensiones de los pueblos indígenas, promoviendo la tarea educativa a partir de su identidad y cultura.

Crear una Red de Comunicación Eclesial Panamazónica

También en el área de la salud – sigue el Documento – este emprendimiento educativo debe fomentar el conocimiento ancestral de la medicina clásica de cada cultura. Al mismo tiempo, la Iglesia se compromete a ofrecer atención médica donde el Estado no puede llegar. Asimismo hay un fuerte llamado a una educación solidaria, basada en la conciencia de un origen común y un futuro compartido por todos, así como una cultura de la comunicación que fomente el diálogo, el encuentro y el cuidado de la “casa común”. En concreto, el texto sinodal sugiere la creación de una red de comunicación eclesial panamazónica, una red escolar de educación bilingüe y novedosas formas de educación a distancia.

Capítulo IV – Conversión Ecológica

Ante “una crisis social y ambiental sin precedentes”, el Sínodo solicita una Iglesia amazónica capaz de fomentar una ecología integral y una conversión ecológica según la cual “todo está íntimamente conectado”.

Ecología integral, el único sendero viable

La esperanza es que, reconociendo “las lesiones ocasionadas por el ser humano” al territorio, se busquen “modelos de desarrollo justo y solidario”. Esto se traduce en una actitud que combina la pastoral de la naturaleza con la justicia para la gente más pobres y desfavorecidas de la tierra. La ecología integral no debe comprenderse como un sendero extra que la Iglesia puede seleccionar para el futuro, sino como el único camino posible para salvar a la región del extractivismo depredador, el derramamiento de sangre inocente y la criminalización de los defensores de la Amazonía. La Iglesia, como “una parte de una solidaridad internacional”, debe promover el papel central del bioma amazónico para la estabilidad del planeta y alentar a la comunidad internacional a brindar nuevos elementos económicos para su protección, fortaleciendo los instrumentos de la Convención Marco sobre el Tiempo. Cambiar.

Proteger los derechos humanos es una necesidad de la fe

Proteger y promover los derechos humanos, aparte de ser un deber político y una tarea popular, es una exigencia de la fe. En frente de este deber cristiano, el Documento denuncia la violación de los derechos humanos y la destrucción extractiva; acepta y apoya, también en alianza con otras Iglesias, las campañas de desinversión de compañías extractivas que causan daños sociales y ecológicos a la Amazonía; propone una transición energética radical y la búsqueda de alternativas; asimismo propone el desarrollo de programas de formación para el cuidado de la “casa común”. Se pide a los Estados que dejen de estimar a la zona como una dispensación insaciable, al tiempo que piden un “nuevo paradigma de avance sostenible” socialmente inclusivo que mezcle el saber científico y tradicional. Los criterios comerciales, es la recomendación, no han de estar sobre los criterios ambientales y de derechos humanos.

Iglesia aliada con comunidades amazónicas

El llamado es a la compromiso: todos estamos llamados a estar al cargo de la obra de Dios. Los protagonistas del precaución, protección y defensa de los pueblos son las propias comunidades amazónicas. La Iglesia es su aliada, camina con ellos, sin imponer una manera especial de accionar, reconociendo la sabiduría de los pueblos sobre la biodiversidad frente a toda forma de biopiratería. Se solicita que los agentes de pastoral y los ministros organizados se formen en esta sensibilidad socioambiental, siguiendo el ejemplo de los mártires de la Amazonía. La iniciativa es hacer ministerios para el precaución de nuestra casa común.

defensa de la vida

El Archivo reafirma el deber de la Iglesia de defender la vida “desde su concepción hasta su término” y de fomentar el diálogo intercultural y ecuménico para contrarrestar las construcciones de muerte, pecado, crueldad e injusticia. La conversión ecológica y la defensa de la vida en la Amazonía se traducen en un llamado a la Iglesia a “desaprender, aprender y reaprender para superar cualquier inclinación a asumir modelos coloniales que han causado daños en el pasado”.

El pecado ecológico y el derecho al agua limpia

Propone la definición de “pecado ecológico” como “acción u omisión contra Dios, contra los demás, la comunidad, el medioambiente”, las generaciones futuras y la virtud de la justicia. Para reparar la deuda ecológica que los países tienen con la Amazonía, se recomienda la creación de un fondo global para las comunidades amazónicas, a fin de protegerlas del afán depredador de empresas nacionales y multinacionales. El Sínodo recuerda “la necesidad urgente de desarrollar políticas energéticas que reduzcan drásticamente las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases vinculados al cambio climático”, fomenta las energías limpias y llama la atención sobre el ingreso al agua bebible, el derecho a los derechos humanos básicos y las condiciones para el ejercicio de otros derechos humanos. Proteger la tierra significa fomentar la reutilización y el reciclaje, achicar el uso de combustibles fósiles y plásticos, cambiar hábitos alimenticios como el consumo elevado de carne y pescado, adoptar estilos de vida sobrios, plantar árboles. En este contexto, se incluye la propuesta de un Observatorio de Pastoral Social Amazónica que trabaje en sinergia con CELAM, CLAR, CARITAS, REPAM, episcopados, iglesias locales, universidades católicas y actores no eclesiales. Asimismo se propuso la creación de una oficina amazónica dentro del Dicasterio para el Servicio del Avance Humano Integral.

Capítulo V – Nuevos caminos de conversión sinodal

Sobrepasar el clericalismo y las imposiciones arbitrarias, robusteciendo una cultura de diálogo, escucha y discernimiento espiritual, respondiendo a los desafíos pastorales. Estas son las especificaciones sobre las que debe basarse una conversión sinodal, a la que la Iglesia está llamada a seguir en armonía, bajo el impulso del Espíritu vivificante y con audacia evangélica.

Sinodalidad, ministerialidad, papel activo de los laicos y vida consagrada

El desafío es interpretar los signos de los tiempos a la luz del Espíritu Beato e identificar el camino a proseguir al servicio del plan de Dios. Hay múltiples maneras de ejercer la sinodalidad y ha de ser descentralizada, atenta a los procesos locales, sin debilitar el vínculo con las Iglesias hermanas y con la Iglesia universal. La sinodalidad se traduce, en continuidad con el Concilio Vaticano II, en corresponsabilidad y ministerialidad de todos, participación de los laicos, hombres y mujeres, considerados “actores privilegiados”. La participación de los laicos, así sea en solicitud o en la toma de decisiones en la vida y misión de la Iglesia – enseña el Archivo Final – debe ser reforzada y ampliada a partir de la promoción y concesión del “ministerio a hombres y mujeres en forma equitativa”. forma”. Evitando el personalismo, tal vez con cargos rotativos, “el obispo puede encomendar, con un mandato de duración cierta, en ausencia de curas, el ejercicio de la pastoral de las comunidades a una persona no imbuida del carácter sacerdotal, que es un miembro de la comunidad misma”. La responsabilidad de este último, se detalla, seguirá siendo del sacerdote. El Sínodo también apuesta por una vida consagrada con rostro amazónico, basada en el refuerzo de las vocaciones indígenas: entre las proposiciones destaca el sendero con los pobres y excluidos. También se pide que la formación se centre en la interculturalidad, la inculturación y el diálogo entre espiritualidades y cosmovisiones amazónicas.

tiempo de mujer

El Archivo dedica un extenso espacio a la presencia y al tiempo de las mujeres. Como recomienda la sabiduría de los pueblos ancestrales, la madre tierra tiene un rostro femenino y en el planeta indígena la mujer es “una presencia viva y responsable en la promoción humana”. El Sínodo pide que se escuche la voz de las mujeres, que sean consultadas, que concurran más incisivamente en la toma de resoluciones, que contribuyan a la sinodalidad eclesial, que acepten con mayor fuerza su liderazgo dentro de la Iglesia, en los consejos pastorales o “ también en instancias de gobierno”. Protagonistas y custodias de la creación y de nuestra casa común, las mujeres son con frecuencia “víctimas de violencia física, moral y religiosa, incluyendo el feminicidio”. El artículo reitera el deber de la Iglesia en la defensa de sus derechos, singularmente con relación a las mujeres migrantes. Mientras tanto, se reconoce la “ministerialidad” encomendada por Jesús a las mujeres y se espera una “revisión del Motu Proprio Ministeria quædam de san Pablo VI, a fin de que mujeres debidamente formadas y preparadas logren recibir también los ministerios de lectorada y acólita, entre otras otras que se pueden efectuar”. Particularmente, en estos contextos en los que las comunidades católicas están dirigidas por mujeres, se pide la creación de un “ministerio instituido por una mujer líder de la comunidad”. El Sínodo exhibe que numerosas consultas en la Amazonía solicitaban “el diaconado permanente de las mujeres”, tema que estuvo muy presente durante los trabajos en el Vaticano. El deseo de los ayudantes a la Asamblea es comunicar vivencias y reflexiones surgidas hasta el día de hoy con la “Comisión de Estudio sobre el Diaconado de la Mujer”, creada en 2016 por el Papa Francisco y “a la espera de sus resultados”.

diaconado permanente

Se definió como urgente la promoción, capacitación y apoyo a los diáconos permanentes. El diácono, bajo la autoridad del obispo, está al servicio de la red social y debe el día de hoy promover la ecología integral, el desarrollo humano, la pastoral popular y el servicio a quienes están en situación de vulnerabilidad y pobreza, configurándolos con Cristo. Por eso, es importante insistir en la formación permanente, marcada por el estudio académico y la práctica pastoral, donde asimismo se impliquen las esposas y los hijos del candidato. El currículo de capacitación, enseña el Sínodo, debe integrar temas que favorezcan el diálogo ecuménico, interreligioso, intercultural, la crónica de la Iglesia en la Amazonía, la afectividad y la sexualidad, la cosmovisión indígena y la ecología integral. El equipo de formadores estará compuesto por ministros organizados y laicos. Debe fomentarse la capacitación de futuros diáconos permanentes en comunidades que viven a orillas de ríos indígenas.

Formación de curas

La capacitación de los sacerdotes ha de ser inculturada: la necesidad es elaborar pastores que vivan el Evangelio, conozcan las leyes preceptivas, sean misericordiosos como Jesús: cercanos a la gente, capaces de oír, sanar y consolar, sin pretender imponerse, manifestando la inocencia del Padre. También en el campo de la capacitación para el sacerdocio se fomenta la incorporación de disciplinas como la ecología integral, la ecoteología, la teología de la creación, las teologías indígenas, la espiritualidad ecológica, la crónica de la Iglesia en la Amazonía, la antropología cultural amazónica. El Sínodo recomienda que los centros de formación se inserten preferentemente en la realidad amazónica y que se ofrezca a los jóvenes no amazónicos la oportunidad de formar parte en su formación en la Amazonía.

Participación eucarística y ordenaciones sacerdotales

Para la comunidad cristiana, la participación en la Eucaristía es central. Y aun de esta manera –resalta el Sínodo– muchas comunidades eclesiales en el territorio amazónico tienen gigantes dificultades para acceder a él. Puede tomar meses e incluso años para que un sacerdote regrese a una red social para festejar la Misa u sugerir los sacramentos de la reconciliación y la unción de los enfermos. Reforzando el aprecio por el celibato como don de Dios en la medida en que permite al sacerdote ocuparse plenamente al servicio de la comunidad y renovando la oración “para que sean muchas las vocaciones” que vivan el celibato, si bien “no se requiera esta especialidad”. por la naturaleza del sacerdocio” y considerando la enorme extensión del territorio amazónico y la escasez de ministros ordenados, el Documento Final ofrece “establecer criterios y reglas por la autoridad competente, para organizar presbíteros, hombres idóneos y reconocidos por la comunidad, que tengan un fructífero diaconado persistente y reciban una correcta formación para el sacerdocio, que les permita tener una familia legítimamente constituida y permanente, para promover la vida de la comunidad cristiana a través de la predicación de la Palabra y la celebración de los sacramentos en los más áreas remotas de la zona amazónica”. Cabe determinar que “a propósito, ciertos se han expresado en pos de un enfoque universal del razonamiento”.

Organización eclesial regional postsinodal y Universidad Amazónica

El Sínodo propone rediseñar la organización de las Iglesias locales desde una perspectiva panamazónica, redimensionando las vastas áreas geográficas de la diócesis, reagrupando Iglesias particulares presentes en una misma región y creando un Fondo Amazónico para la promoción de la evangelización con el objetivo de enfrentar el “valor de la Amazonía”. En esta visión, se inserta la idea de crear un cuerpo eclesial regional postsinodal, articulado con Repam y Celam, para asumir muchas de las propuestas surgidas en el Sínodo. En cuanto a la capacitación, se invoca la institución de una Facultad Católica Amazónica fundamentada en la investigación interdisciplinaria, la inculturación y el diálogo intercultural y fundamentada principalmente en la Sagrada Escritura, con respeto a las costumbres y tradiciones de las ciudades indígenas.

rito amazónico

Para responder de forma auténticamente católica al pedido de las comunidades amazónicas de adecuar la liturgia, valorando la cosmovisión, las tradiciones, los símbolos y los ritos originales, se solicita a este Organismo de la Iglesia en la Amazonía que constituya una comisión competente para estudiar la elaboración de un rito amazónico que “exprese el patrimonio litúrgico, teológico, disciplinario y espiritual de la Amazonía”. Esto se sumaría a los 23 ritos ya presentes en la Iglesia Católica, enriqueciendo la obra de evangelización, la capacidad de expresar la fe en nuestra cultura, el sentido de descentralización y colegialidad que la Iglesia Católica puede expresar. También se hace la hipótesis de acompañar los ritos eclesiales con la manera en que los pueblos cuidan el territorio y se relacionan con sus aguas. Por último, con la meta de beneficiar el desarrollo de inculturación de la fe, el Sínodo expresa la urgencia de conformar comités para la traducción y elaboración de contenidos escritos bíblicos y litúrgicos en las lenguas de los distintos sitios, “conservando la materia de los sacramentos y adaptándolos de manera, sin perder de vista lo fundamental. Asimismo se debe promover la música y el canto a nivel litúrgico. En el final del Documento se invoca la protección de la Virgen de la Amazonía, Madre de la Amazonía, con distintos títulos en toda la zona.

Esperamos que le gustara nuestro articulo #SínodoAmazónico: La Iglesia se compromete a ser
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios