Si la misión de la iglesia es ser misionera y evangelizadora, como diezmistas estamos llamados.
Ser decimista es ser acólito misionero.
Así que aquí hay siete causas para diezmar:
1.
¡Soy bautizado! Próximamente tengo un sentido de pertenencia a mi comunidad de fe.
En el momento en que me bauticé, recibí el papel de profeta y recibí la misión de evangelizar.
2. ¡Soy un evangelizador! Desde el bautismo, prosigo y cumplo lo que Jesús nos mandó: “Id por el planeta y proclamad el Evangelio a todos y cada uno de los pueblos” (Mt 28, 19-20).
3. ¡Pertenecer a la Comunidad! “id de dos en 2” Yo no evangelizo solo, sino más bien unido a los hermanos y hermanas, en común unidad en la Fe en Cristo.
4. ¡Yo soy Iglesia! Si tengo el sentimiento de pertenencia a la Iglesia, pueblo de Dios, y trato de ser congruente con mi fe, todo lo que es esencial para la Iglesia (Ecclesia) lo es también para mí como católico.
5. ¡Soy Pastoral! Si ayudo a pastorear el rebaño del Señor, entonces contribuyo a que el Evangelio de Jesucristo llegue a diferentes entornos y situaciones.
6. ¡Soy corresponsable! Tengo exactamente la misma responsabilidad con el resto miembros de mi red social de conseguir elementos para respaldar a la Parroquia en sus pretensiones.
7. ¡Estoy lleno de Gratitud! Doy gracias a Dios por el don de la vida y estoy seguramente contribuyendo a la Iglesia le devuelvo algo de lo mucho que siempre y en todo momento me da.
EL DIEZMO NO ES:
Pago, pero DEVOLUCIÓN; Donación, pero CONTRIBUCIÓN; Ayuda pero COMPARTE.
*Producto del asesor diocesano de la Pastoral do Dízimo, diácono Celso Luís Sais