Siete formas espirituales de aprovechar al máximo tu
El sacerdote, escritor y funcionario de la Secretaría de Estado del Vaticano, Monseñor Florian Kolfhaus, comparte siete medios espirituales para todos los católicos que deseen prepararse de forma especial para recibir a Cristo en Navidad. A continuación, consulte los siete medios descritos en su columna publicada originalmente en CNA Deutsche: Ayuno en Adviento Aun si…
El sacerdote, escritor y funcionario de la Secretaría de Estado del Vaticano, Monseñor Florian Kolfhaus, comparte siete medios espirituales para todos los católicos que quieran prepararse de manera especial para recibir a Cristo en Navidad.
A continuación, consulte los siete medios descritos en su columna publicada inicialmente en CNA Deutsche:
- Ayuno en Adviento
Si bien las cuatro semanas antes de Navidad son “más alegres” que la penitencia antes de Pascua, debemos esperar el cumpleaños de Jesús para celebrar la cena de Navidad.
No es solo un sacrificio que tiene valor espiritual, sino un sacrificio que nos ayuda en la anticipación de la Navidad.
- Levántate 10 minutos antes
No es fácil levantarse temprano por la mañana, pero un poco más de tiempo cada día nos ofrece la posibilidad de iniciar bien el día con Dios: una oración personal por la mañana, una corto lectura de las Escrituras, el rezo del Rosario, etc.
San Josemaría Escrivá dice que el instante de levantarse es el “minuto heroico”, que escoge todo el día.
La Biblia nos dice que San José acostumbraba a levantarse rápidamente de un sueño y es indudablemente un buen defensor de esos que no tienen la posibilidad de dejar de lado la tranquilidad.
- dar regalos desde el corazón
Todos los días podemos dar un pequeño regalo, una carta o una imagen. Siempre me pregunto ¿por qué razón no hacer feliz a alguien todos los días de Adviento?
Es bueno tener un plan por adelantado: probablemente regalar una foto en blanco y negro a un familiar, los juguetes de mis hijos a un sobrino, los abrigos a un orfanato o hornear galletas a un asilo de ancianos.
- Tener tiempo de tranquilidad todos los días.
Cada día de Adviento debemos tener una hora de silencio. Sin radio, sin teléfono, sin televisión, sin música de fondo, pero tómese un tiempo para instantes de oración y reflexión. Y si sentimos agitación o intranquilidades, debemos dirigirlas para dejar entrar al Mesías en el corazón. La paz exterior y el silencio interior limpian el alma prácticamente automáticamente.
- visita a jesus
La Navidad no tiene que ver con Papá Noel, sino más bien del niño pequeño en el belén. Es el Hijo de Dios quien realmente nos alimenta, tan pequeño y simple que está presente en todos y cada uno de los tabernáculos.
La Navidad es la celebración del “pan vivo” que descendió del cielo como alimento nuestro. Belén significa “casa del pan”.
Todos y cada uno de los días podemos conocer la iglesia, si bien solo sea por unos minutos. Asistir a misa es una manera de devoción.
- confesar
Jesús nace en un establo, en la pobreza y la facilidad, lejos del estruendos de los albergues. No obstante, San José precisamente debió eliminar las telarañas y la mugre circundante; mientras Nuestra Señora arreglaba la ropa de cama limpia para elaborar un óptimo lugar para el recién nacido. Más que nada, tenían un corazón lleno de amor puro.
Sin confesión no hay buena Navidad para los católicos. La paja vieja o podrida ha de ser barrida del corazón; otras veces es suficiente con adecentar el polvo, pero Jesús siempre desea localizar un hogar donde reposar.
- devoción a María
Sin María no habría Jesús. Sin María no podríamos celebrar la Navidad, pues el Hijo de Dios no se haría hombre. Por consiguiente, el sendero de Belén es el de la madre de Jesús, que es también nuestro camino.
Todos y cada uno de los días hay que rezar el Rosario. Debemos orar a la Virgen María todos los días de Adviento para recibir a Jesús y no solo en Nochebuena.
También debemos rezar por la maternidad de todas las mujeres que están embarazadas o han perdido un hijo en estos días.
Es necesario acudir a nuestra Madre, solicitarle su intercesión en nuestras pretensiones, agradecerle su sí en Nazaret, el precaución y la creación de Jesús, su maternal contribuye a Él y a nosotros, su lealtad en Cruz.
Tenemos la posibilidad de regalarte flores, una oración particular o una pequeña peregrinación a una iglesia. También podemos ofrecerte una nueva alegría cada día, probablemente reconciliándonos con viejos contrincantes, abandonando nuestros malos hábitos u ofertando las adversidades que contamos en nuestro trabajo.
¿Por qué hacemos todo lo mencionado? Solo para hacerla feliz. Para ofrecer algo a cambio del mejor obsequio de todos: ¡Jesús!
Fuente: ACI Digital
Pío
Pío
Esperamos que le gustara nuestro articulo Siete formas espirituales de aprovechar al máximo tu
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Biblia