Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario: “Sed misericordiosos, como
Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario: “Sed misericordiosos, como
Reflexión sobre el Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario. Dios que nos quiere y nos perdona, nos invita a realizar lo mismo.
Padre Arnaldo Rodrigues – Localidad del Vaticano
La vida de un católico es una gran contradicción, esto es, ofrecer un testimonio diferente al que se espera de la mayor parte de las personas en este planeta. Estamos llamados a ser signos de misericordia, incluso ante los enormes desafíos, porque nuestro Padre está de forma permanente mostrándonos clemencia.
La liturgia de este séptimo domingo del tiempo ordinario nos advierte sobre la gratuidad de las relaciones, especialmente en lo relacionado al perdón y la caridad hacia el resto.
La narración de Jesús es la expresión concreta del acto de amor completamente gratuito y universal (mientras éramos pecadores, él fue el primero en amarnos) con el que Dios se entrega a la raza humana y en quien revela lo que es. El católico, por consiguiente, debe querer con un amor gratis y universal, porque Dios en Cristo nos amó tanto. La aptitud misma de querer nos la da dado que ahora hemos sido objeto de amor. Debemos actuar con clemencia, por el hecho de que fuimos los primeros en requerir el perdón y la compasión. Así, debemos rememorar que el principio de la vida ética y del amor católico, gratuito y universal, de la caridad, no puede comprenderse al margen del Evangelio.
San Lucas, en el Evangelio de este domingo, no enuncia este principio de manera abstracta, sino más bien de manera específica, recogiendo algunos estos de Jesús. Todos estos preceptos son advertencias que se nos presentan de forma trágica para dar referencia a ocasiones específicas, sobre la calidad y dirección de la acción humana en vista de su conformidad con la acción divina (“Sed misericordiosos, como tu Padre es misericordioso” Lc 6 ,36).
“Amad a nuestros contrincantes y haced bien a los que les detestan; Bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os maltratan; Si alguien te abofetea en una mejilla, ofrécele asimismo la otra; Si alguien te quita el manto, que asimismo tome tu túnica, dásela a cualquiera que te pida, y si alguien te quita lo que es tuyo, no le solicites que se lo devuelva (Lc 6,27-31). ”
Estas expresiones de Jesús pueden parecer espantosas por su radicalidad y necesidad. Sin embargo, es una realidad que no podemos perder de vista. Esta dirección es categórica. Jesús, con sus advertencias sobre cómo vivir una vida enraizada en las palabras del Evangelio, desea modelar nuestra vida y nuestras acciones en el Hombre celestial, como nos indica São Paulo en la segunda lectura.
En cierta manera, Jesús desea mostrarnos ciertos ejemplos de de qué forma es la vida nueva, y lo que nos muestra debemos aplicarlo en todos y cada uno de los ámbitos de la vida. Nosotros debemos ser signos de la presencia del Reino de Dios, signos para señalar que algo pasó. A los ojos de todo el mundo debe mostrarse a partir de nuestra vida que el Reino de Dios está presente en medio de nosotros. Si es verdad que somos solidarios con el hombre que está en nosotros y cuya activa es el pecado y la desaparición, también es verdad que, adhiriendo al Evangelio, nos solidarizamos con Cristo y con su dinámica de amor, vida y Resurrección.
Estimados amigos, escuchando nuevamente al Profesor que nos comunica el día de hoy: «Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os detestan» (Lc 6,27), asimismo nosotros hagamos lo que nos dió en su última noche, a sabiendas de que nos dará le dio la vuelta para cruzar, en el momento en que le lavó los pies y ha dicho:
“¿Entiendes lo que acabo de llevar a cabo? Tú afirmas que yo soy el Profesor y Señor. Y tienes razón; yo soy mismo. Ya que bien: Yo, que soy el Profesor y el Señor, les he lavado los pies; por tanto, debéis lavaros los pies unos a otros. Les he puesto un caso de muestra: vosotros debéis llevar a cabo lo mismo que yo hice (Jn 13,12-15). ”
Hagamos la oración de colecta de este domingo – «Otorga, oh Dios Todopoderoso, que siempre intentando encontrar saber lo que es preciso, tengamos la posibilidad llevar a cabo tu intención en nuestras palabras y acciones.” – una inspiración y un grito para todos nosotros, para recordar siempre que sin la oración, no somos no capaces de estimar llevar a cabo el bien. Pedir que seamos hombres y mujeres nuevos, transformados cada día por la Palabra de Dios, acogiendo concretamente en nuestra vida la verdadera “bondad y compasión” que viene del Señor. Él “va a pagar a cada uno de ellos según su justicia y fidelidad” (1 Sam 23:26).
Esperamos que le gustara nuestro articulo Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario: “Sed misericordiosos, como
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios