OFICINA CENTRAL, 18 mar. 21/11:00 am (ACI).- Las cervezas que genera la cervecería Achel en Bélgica ya no pueden nombrarse trapenses. Los últimos frailes trapenses abandonaron la abadía. Desde 1998, la Asociación Trapense Internacional ha impuesto la regla de que, para llamarse trapense, una cerveza debe realizarse en las instalaciones de un monasterio, bajo la dirección de monjes y la producción debe ponerse un límite exclusivamente al apoyo del monasterio, incluido la tarea pastoral de los frailes.
Hasta enero del año vigente había 14 cervezas trapenses en Europa, 8 de las que estaban en Bélgica. Ahora, Achel perderá esa designación.
La Abadía de Achel, de rigurosa observancia de los monjes cistercienses, se estableció en 1846 como un priorato de su casa madre de Westmalle. En 1871 se transformó en abadía y en este momento ha cerrado con sus últimos monjes regresando a la abadía de Westmalle.
Según el abad de Westmalle, la cerveza se seguirá produciendo bajo la supervisión de los frailes. “Pero ya no se nos deja usar el logotipo por el hecho de que por el momento no hay una red social viva presente en Achel”, dijo el abad a VRT, una estación de radio pública belga.
“La cerveza en sí no cambiará su sabor y la producción no se verá comprometida”, agregó. “Por contra, estamos capitalizando en instalaciones nuevas y mucho más grandes que deberían empezar a generar en la primavera”.
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