San Óscar Romero: el Buen Pastor que da la vida por los suyos

“San Óscar Romero supo encarnar, con perfección, la imagen del Buen Pastor que da la vida por sus ovejas”. Dijo el Papa Francisco el 15 de octubre de 2018, en la Sala Paulo VI, en el Vaticano, a unos cinco mil peregrinos de El Salvador y América Latina, que participaron en la Canonización de Mons. Oscar Romero, el 14 de octubre de 2018, en la Plaza de San Pedro , refleja el espíritu y la acción de este santurrón varón, que fue Arzobispo Metropolitano de San Salvador, capital de El Salvador, en 1977 y 1980. En él tienen la posibilidad de encontrar un ‘ejemplo y aliento’ en el ministerio que les fué encomendado: un caso de muestra de predilección por los mucho más necesitados de la clemencia de Dios; estímulo para ofrecer testimonio del amor de Cristo y de la preocupación por la Iglesia. Que el Beato Obispo Romero les ayude a ser, para todos, signos de la unidad en la pluralidad, que caracteriza al Santo Pueblo de Dios”, añadió el Sumo Pontífice. Y a principios de 2020, el obispo de la Diócesis de Beato André, Don Pedro Carlos Cipollini, participa en la peregrinación desde El Salvador a Ciudad Barrios, localidad natal de San Óscar Arnulfo Romero Y Gadamez, con el fin de visitar la tumba del beato. y mártir.

Sobre Beato Óscar Romero

Oscar Romero nació en una familia pobre y muy numerosa. De pequeña, su salud inspiró el cuidado. Con solamente 13 años ingresó al seminario. Fue a Roma a completar un curso de teología a la edad de 20 años y fue ordenado sacerdote en 1943. Fue un sacerdote generoso y activo: visitó a los enfermos, enseñó religión en las academias, fue capellán de prisión; los pobres necesitados hacían fila en la puerta de su rectoría, pidiendo y recibiendo ayuda. Durante 26 años, como vicario, el padre Oscar Romero vivió la profunda miseria que asolaba a su pequeño país.A lo largo de la década de 1970, muchos países de América Latina vivían duras experiencias militares y conflictos. En El Salvador no fue diferente. En 1977, el padre Oscar Romero fue nombrado arzobispo de El Salvador, llegando a la capital con reputación de conservador. En el fondo, fue un hombre del pueblo, sencillo, con profunda sensibilidad frente a los sufrimientos de la mayor parte, con firme perspicacia aliada al valor de la decisión. En 1979, el presidente del país fue derrocado por un golpe militar. La dictadura se instaló en el país y el caos político, económico y también institucional reinó en el país. 1015 salvadoreños fueron asesinados en el primer período de tres meses de 1980, entre ellos dos sacerdotes -que fueron a defender a los campesinos que pedían cobijo- y el obispo Romero, por tomar situación para resolver el conflicto y continuar las enseñanzas del Evangelio. Fue fusilado el 24 de marzo de 1980, durante la celebración de una misa, entre enfermos de cáncer y enfermeras, en el Hospital de la Divina Providencia, en la capital de El Salvador.Su acción pastoral estuvo apuntada al entendimiento mutuo entre los salvadoreños. Criticó duramente tanto la inercia del gobierno, la injerencia extranjera, como las injusticias practicadas por los conjuntos “revolucionarios”. Monseñor Oscar Arnulfo Romero fue fiel a la Iglesia y pagó con su vida el precio de ser acólito de Cristo. Su nombre fue incluido en la lista de 1015 salvadoreños asesinados en 1980.

*Fuentes: Pía Sociedad Hijas de San Pablo Paulines Vatican News