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Parábola de la higuera (con explicación y significado)

Respuesta Rápida

Jesús utilizó la higuera en dos parábolas principales con significados distintos. No se trata de una sola historia, sino de dos enseñanzas que usan el mismo árbol como un símbolo poderoso y fácil de entender para la gente de su tiempo.
Las dos parábolas de la higuera son:

  1. La Higuera Estéril (Lucas 13): Advierte sobre la necesidad de «dar fruto» espiritual (arrepentimiento y buenas obras) antes de que se acabe nuestro tiempo. Simboliza la paciencia de Dios, pero también su justicia.
  2. El Brote de la Higuera (Mateo 24): Enseña a reconocer las señales del fin de los tiempos. Así como los brotes anuncian el verano, ciertas señales anunciarán que su Segunda Venida está cerca.
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La parábola de la Higuera: ¿Qué nos quiso enseñar Jesús con este árbol?

Cuando Jesús quería enseñar una lección importante, a menudo no daba un discurso complicado. Contaba una historia. Y para sus historias, usaba elementos que todo el mundo a su alrededor conocía: ovejas, semillas, viñedos y, en dos ocasiones muy especiales, una higuera.

La higuera era un árbol común y muy valorado en Israel. Daba sombra, sus hojas eran grandes y sus frutos, los higos, eran deliciosos y nutritivos. Pero en boca de Jesús, este simple árbol se convirtió en un símbolo poderoso con dos mensajes muy diferentes y cruciales para nuestra vida de fe. En oracioncristiana.org, queremos desglosar estas dos parábolas para que descubras la profunda sabiduría que esconden.

Porque, como verás, estas historias de un árbol de hace dos mil años tienen todo que ver contigo hoy.

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La parábola de la Higuera estéril: El tiempo se acaba

La primera parábola, que encontramos en el Evangelio de Lucas (13:6-9), es una llamada de atención seria y urgente. Imagina la escena que pinta Jesús:

Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Un día, fue a buscar higos, pero no encontró ni uno. Decepcionado, le dijo al viñador: «¡Mira, ya son tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera y no encuentro nada! Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno inútilmente?». Pero el viñador le respondió: «Señor, déjala todavía este año. Yo la cuidaré, cavaré a su alrededor y le echaré abono. Si da fruto el año que viene, bien. Y si no, entonces la cortarás».

El significado: Una llamada a la Conversión

Jesús cuenta esta historia justo después de hablar de la necesidad de arrepentirse. El mensaje es claro y directo. En esta parábola:

  • El Dueño de la viña es Dios Padre.
  • La Higuera somos cada uno de nosotros (y también el pueblo de Israel en su conjunto).
  • El Fruto son las obras de una vida convertida: el arrepentimiento, el amor, la justicia, la misericordia.
  • El Viñador que pide una última oportunidad es Jesús mismo, el intercesor que nos cuida y nos abona con su gracia.

La parábola es una metáfora de la paciencia de Dios. Él nos espera, nos cuida, nos da una y otra oportunidad («un año más») para que demos los frutos de una vida de fe. Pero también es una advertencia solemne: la paciencia de Dios tiene un límite. No podemos vivir una vida espiritualmente estéril para siempre, simplemente «ocupando terreno» sin dar frutos. Llegará un día en que se nos pedirán cuentas.

Es una llamada a no posponer nuestra conversión, a aprovechar el «tiempo extra» que la misericordia de Dios nos concede para dar los frutos que Él espera de nosotros.

La parábola del brote de la Higuera: Aprendiendo a ver las señales

La segunda parábola, que aparece en los evangelios de Mateo (24:32-33), Marcos y Lucas, tiene un tono y un propósito completamente diferentes. Jesús la cuenta en su discurso sobre el fin de los tiempos y su Segunda Venida.

«Aprended de la higuera esta lección: Cuando sus ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. De la misma manera, cuando veáis todas estas cosas, sabed que Él está cerca, a las puertas.»

El significado: Estar atentos a los tiempos

En esta parábola, la higuera no simboliza a una persona, sino que se usa como un ejemplo de la naturaleza que todos podían entender. En Israel, la higuera es uno de los primeros árboles en echar hojas nuevas al final de la primavera, una señal inconfundible de que el buen tiempo, el verano, está a punto de llegar.

Lo que Jesús nos está diciendo es:

  • Así como ustedes saben interpretar las señales de la naturaleza para saber qué estación viene, aprendan también a interpretar las señales espirituales de los tiempos.
  • Antes de su regreso, habrá ciertas «señales» (tribulaciones, persecuciones, falsos profetas, etc., que menciona justo antes).
  • Estas señales no son para asustarnos, sino para que estemos atentos y preparados, sabiendo que nuestra redención «está cerca».

No se trata de predecir fechas exactas («el día y la hora nadie lo sabe»), sino de vivir en una actitud de vigilancia esperanzada. Como quien ve los primeros brotes en un árbol y se alegra porque sabe que el verano y la cosecha están por llegar.

Tabla Comparativa de las Dos Parábolas

Característica Parábola de la Higuera Estéril (Lucas 13) Parábola del Brote de la Higuera (Mateo 24)
Tema Principal Arrepentimiento y Juicio. Vigilancia y Fin de los Tiempos.
¿Qué simboliza la higuera? La persona (o el pueblo de Israel) que debe dar fruto espiritual. Una señal de la naturaleza que anuncia un cambio de estación.
Mensaje Central ¡Conviértete y da fruto ahora, porque el tiempo es limitado! ¡Estad atentos a las señales, porque la venida del Señor está cerca!
Tono de la Parábola Advertencia solemne, pero con una nota de misericordia. Exhortación a la esperanza y a la vigilancia.

¿Qué fruto espera Dios de ti?

Estas dos parábolas, aunque diferentes, nos interpelan directamente. La primera nos pregunta por nuestra propia vida: ¿estoy dando los frutos de amor, fe y caridad que Dios espera de mí, o soy una higuera estéril que solo consume recursos? Es una llamada a un examen de conciencia sincero.

La segunda nos invita a levantar la mirada. A no vivir adormecidos, ignorando las señales que Dios nos da en la historia y en nuestra propia vida. Nos llama a vivir como quienes esperan con alegría la venida de su Señor. Para profundizar en la enseñanza de Jesús a través de las parábolas, puedes consultar fuentes de autoridad como el Catecismo de la Iglesia Católica (n. 546).

Que la imagen de la higuera nos recuerde siempre estas dos grandes verdades: la urgencia de nuestra conversión personal y la esperanza gozosa en el regreso de Cristo.

Ahora, nos encantaría que compartieras tu reflexión en oracioncristiana.org:

¿Qué «frutos» crees que Dios te está pidiendo que des en este momento de tu vida?
¿De qué manera te ayuda la esperanza en la Segunda Venida de Jesús a vivir el presente?

Tus pensamientos pueden ser el «abono» que ayude a la fe de otra persona a crecer. ¡Te leemos en los comentarios!

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