Reflexión: Segundo Domingo de Adviento – Año C

Reflexión: Segundo Domingo de Adviento – Año C

La misericordia de Dios es mayor que todas las crisis y tragedias humanas, por eso jamás cesa de recrear, de rememorar a sus hijos.

Padre Cesar Augusto dos Santurrones – Ciudad del Vaticano

Jerusalén es invitada a cambiar las vestiduras de luto por las de justicia. Con esta oración introductoria a la primera lectura de este domingo, el profeta Baruc comunica la restauración de la ciudad, promovida por el corazón misericordioso de Dios. El Señor, al educar a la gente a practicar la justicia, va a estar restaurando una sociedad justa. En él las relaciones humanas se orientarán hacia la paz. La clemencia de Dios es mayor que todas las crisis y desgracias humanas, por eso jamás cesa de recrear, de rememorar a sus hijos.

En el Evangelio, Lucas exhibe a Juan Bautista anunciando la nueva sociedad que nace del bautismo de la conversión, o sea, nace de un cambio profundo de vida, de la vuelta a Dios, de la práctica de la justicia y del deseo de paz.

La vieja sociedad, marcada por los poderes políticos y religiosos, dará paso a la novedosa, edificada sobre los cimientos del comunicar, del servicio, de la misericordia. Por eso va a haber que enderezar los caminos, hay que corregir todo lo que duele, que molesta, que hace padecer al pueblo de Dios. Todo debe estar listo a fin de que todos puedan ver la salvación de Dios.

Esta salvación de Dios sólo puede llegar en el momento en que los corazones se dejan libre de las ataduras de la opresión, de cualquier atadura, libres de egoísmos y desviaciones. Solo allí el Mesías, el Salvador, el Príncipe de la Paz podrá ejercer su misión de Pacificador y Redentor. Puedes hacer transformaciones personales y sociales.

La segunda lectura, tomada de la Carta a los Filipenses, tiene a Pablo diciendo: “Estoy seguro de que el que empezó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta la venida de Cristo Jesús”. Para Pablo, la fuerza del Evangelio es tal que es capaz de crear una sociedad novedosa, comprometida con el emprendimiento de Dios, capaz de discernir lo que es mejor para todos.

Preparémonos para la Navidad. Preparémonos para festejar la llegada de la Vida. Que este tiempo nos ayude a reajustarnos o, si es necesario, a cambiar completamente nuestra vida. Que el Príncipe de la Paz halle en nuestras vidas una persona con la capacidad de ayudar con él en el cambio hacia un mundo mucho más justo, más fraterno, con rasgos mucho más humanos, capaz de gestos concretos de misericordia, reflejo de su Constructor.

Esperamos que le gustara nuestro articulo Reflexión: Segundo Domingo de Adviento – Año C
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios