Reflexión para la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios
¡Empezamos el Año Civil con la solemnidad de la maternidad divina, en el momento en que María da a la humanidad la bendición del Padre, la paz misma, Jesucristo!
Padre César Augusto dos Santurrones – Ciudad del Vaticano
Hoy, día ocho de Navidad, se celebra el nombre de Jesús dado al pequeño recién nacido, pero sobre todo es la solemnidad de María, su Madre, como Madre de Dios.
El nombre Jesús significa Dios Salva y es el Príncipe de la Paz. ¡Por eso el día de hoy también se festeja el Día Mundial de la Paz!
¡Comenzamos el Año Civil con la solemnidad de la maternidad divina, cuando María da a la raza humana la bendición del Padre, la paz misma, Jesucristo!
La imposición del nombre Jesús al Niño concentra en ese niño todo el significado, todo el conocimiento de las expresiones vida y bendición. JESÚS significa DIOS SALVA. Por consiguiente, este Niño es la salvación misma, la bendición misma, la bendición impecable, la paz. Como luego dirá de sí mismo: YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD, LA VIDA.
La humanidad, que tanto deseaba la bendición, la paz, la Vida, ahora recibe todos estos dones en este Niño, en Jesús.
Bendición es un deseo de que la fortaleza de Dios caiga sobre la gente que la reciben, para que sepan enfrentar los desafíos que tendrán en el año que empieza. Y como se pronuncia sobre la persona, en nombre de Dios, es verdad que sucederá por la fuerza de la propia voluntad de Dios. La fe en Dios, saberse amados por Él, es sumamente esencial en este momento.
Por consiguiente, Jesús es la fuerza misma de Dios, es la respuesta a nuestro deseo de ser amados por el Padre, que, de hecho, nos amó primero.
Por otro lado, como la bendición no es mágica, sino el deseo del corazón de Dios y del hombre, presupone deber por la parte de éste. Es requisito que el hombre deseoso de la bendición de la paz, cambie de corazón, deje de lado la envidia, la codicia, la murmuración. La paz sólo llegará a un corazón desprendido y será, dondequiera que esté, artesano de la paz.
Dios es nuestro Padre y esto nos compromete a vivir como hijos. El Evangelio nos dice que la salvación y la paz son frutos de la humildad, de la sencillez de vida.
Es esencial decir que aunque la bendición fue esa sobre nosotros en nombre de Dios, en la vida diaria no todo va a suceder como deseamos. Quien espera que la bendición de Dios sea un acto mágico, supersticioso, que nos libre de contratiempos, transforma a Dios en chamán, olvidándose de que Él es el Padre.
El cristiano auténtico, el que piensa que todo obra en bien de los amados de Dios, sabe que el Padre es el Señor de la Historia, que nada pasa sin su conocimiento y que todo está bajo su poder. Sería muy extraño, muy humano si Dios solo resguarda a aquellos que procuran su asistencia.
Dios es Padre de todos, hace llover sobre buenos y malos. La diferencia radica en que los humildes, los que se reconocen criaturas, saben que todo está en las manos de Dios y confían en Él. La forma de enfrentar una situación bien difícil distingue a los que tienen fe y esperanza de los que no creen en nada.
Un tiempo mucho más dado por el Señor para profundizar en la experiencia de su amor y en el servicio a los hermanos. ¡Feliz Año Nuevo!
Esperamos que le gustara nuestro articulo Reflexión para la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios
