Reflexión para la Solemnidad de la Asunción de María
Reflexión para la Solemnidad de la Asunción de María

María, ejemplo de mujer caritativa con la misión de Jesús y la nuestra.
Padre César Augusto, SJ – Vatican News
Llegamos a la fiesta de la Asunción de la Muy santa Virgen, en la que celebramos, cada 15 de agosto, la conclusión de su vida terrena; festejamos su inicio el 8 de diciembre, su Inmaculada Concepción. Por tanto, los 2 hechos mucho más importantes del calendario mariano son, dentro del Magisterio Eclesial, el motivo de 2 encíclicas, la del Papa Pío IX, sobre la Inmaculada Concepción, difundida en 1854, y la de la Asunción de María, del Papa Pío XII, promulgada en 1950 Los dos acontecimientos son dogmas de fe y tienen gran importancia pastoral. Creemos que la Madre de Jesús fue concebida sin la mancha del pecado original, en el seno de Santa Ana y que, cumplidos sus días, fue llevada al Cielo en cuerpo y alma.escucha y comparte
observemos el Evangelio de la liturgia de la Asunción.
Extraído de Lc 1,39-56, charla de la visión de María a la prima Isabel y le trae el canto de María, el Magníficat. La perícopa empieza con María partiendo hacia las montañas, donde asistirá a su prima Isabel. Según el cardenal Martini, la decisión es la realización de una opción, su elemento clave. “Es obediencia a la realidad”, “es expresar en la vida cotidiana lo comprendido”.[1] Por tanto, María se convierte en sierva del Señor, no solo al consentir en engendrar al Hijo de Dios en su seno, sino más bien al servicio de todos y cada uno de los hombres, en especial de los en compromiso con la misión de su hijo. De hecho, este será el papel de María en todas las ocasiones de gran concepto redentor, desde las Bodas de Caná, siempre realizando la intención del Señor, hasta su presencia con los discípulos en la mañana de Pentecostés, María, la humilde sierva del Señor.
¿De qué manera son nuestros logros? Estamos llenos de buenas pretenciones, pero en la vida, en el día a día, ¿cómo nos comportamos? ¿Según nuestras “resoluciones” o dejamos las concreciones para después, cuando es ya bastante tarde? ¡María se entregó al Señor, no sólo en el instante del “hazlo tú mismo”, sino en cada llamada que su corazón e inteligencia anunciaban las necesidades de la vida, de Dios!
Por otro lado, María tiene una revelación, el aviso de que está embarazada de Dios, cooperadora en la Misión Redentora del Verbo, y ella, según Carlo Martini, siente el deseo de comunicar con alguien y que alguien asimismo sea contemplado. con algo fuera de lo normal: ¡el embarazo de una anciana! María, aparte de ir a ayudar, “sale rápido para que la ayuden”[2]. Y prosigue Martini, Isabel no tuvo revelación de María, pero lo intuyó todo y por eso dijo: “¿Por qué razón he de llevar a cabo venir a mí a la madre de mi Señor? (v. 43) Isabel se llenó de Dios en el momento en que acogió a María en su casa, puesto que la Muy santa Virgen era la portadora de Dios.
María, portadora de Dios, la novedosa arca de la coalición, lleva todo lo que significa, como la alegría. La alegría, no la euforia, es un don divino, es la presencia consoladora de Dios presente entre nosotros. Juan Bautista brinca de alegría al pecho de Isabel, para que ella perciba en este movimiento, el reconocimiento que hace su hijo a la llegada de María. ¡La alegría genuina es infecciosa!
¿Y cómo nosotros, bautizados, poseedores de la luz de Cristo, experimentamos la alegría y la compartimos? En este tiempo de pandemia, ¿de qué forma se confunde nuestra alegría como una manifestación irresponsable? ¿Presente de manera alegre en bailes y fiestas prohibidas por masificación?
Siendo consciente de que Dios visita a los humildes, los bendice y los engrandece, y consciente de su papel en la misión de la Palabra, María canta su himno, bendiciendo a Dios. En algunos versículos, María habla en nombre del Pueblo de Israel y de todos y cada uno de los oprimidos, discriminados por diversas causas, como cuando afirma: “el Señor miró la humildad de su sierva” y “todas y cada una de las generaciones me proclamarán bienaventurada” y aún de esta manera, “pues el Todopoderoso hizo grandes cosas por mí” (vv.48-49).
¿De qué forma es nuestra aptitud de loar al Señor por todas y cada una de las maravillas que hizo con nosotros y con la multitud común, en especial aquellos marginados por la sociedad de la cual formamos parte del descarte? ¿Somos inclusivos?
María, ejemplo de mujer solidaria con la misión de Jesús y la nuestra. ¿De qué forma es nuestra relación con ella? ¿La observamos como modelo a continuar, como Madre atenta a las pretensiones de sus hijos? ¿Le pedimos que nos ponga con su hijo Jesús? María, esta mujer que siempre fue de Dios, aun antes de nacer, durante su historia terrena y ahora, al lado del Señor, de manera plena, conoció nuestras pretensiones y, como madre atenta, siente nuestras debilidades y nos ayuda con ella. cariño, con tu inocencia, en cada momento de nuestra vida, acercándonos a tu hijo Jesús, el Redentor!
[1] MARTINI, Carlo La Mujer de la Reconciliación, São Paulo, Edições Loyola, 1991, 16
[2] MARTINI, Carlo La mujer en su pueblo, São Paulo, Ediciones Loyola, 1986, 55
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y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios