Reflexión para el Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario: “Llamados a
Reflexión para el Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario: “Llamados a la Santidad”
En el Evangelio, Jesús confirma nuestra filiación y nos propone: “¡Sed perfectos como tu Padre celestial es perfecto! Esto lo dice después de exhortarnos a una vida de amor y perdón hacia el prójimo.
No abonar ofensas y agresiones, no odiar al enemigo y quererlo, en fin, accionar como el Padre.
Pie.
César Augusto 2 Santurrones – Localidad del Vaticano
“Llamados por Dios a la santidad”: este es el tema de la liturgia de este domingo.
El Señor nos creó para ser santos y para ser como Él es.
Todo hijo desea ser como su padre -si la referencia es buena- y la pequeña tiene en su madre un modelo a seguir.
Además, el Señor se agrada de que seamos semejantes a Él, por el hecho de que de verdad fuimos conformados a Su imagen y semejanza.
La primera lectura de hoy, tomada del Levítico, nos dice: “Sed santurrones, porque yo, el Señor tu Dios, soy santurrón”.
¿Y qué es ser santo? Según la lectura, significa no tener odio, advertir a el resto que no pequen, no ser vengativo, no almacenar rencor y amar al prójimo como a uno mismo.
Ser santo es actuar de forma diferente a otras personas que no conocen su origen divino.
Quien sabe de dónde viene, quién es su familia y lo sabe, se comporta con nobleza, por el hecho de que conoce el valor de su sangre.
Nosotros, no solo fuimos conformados por Dios a su imagen y semejanza, sino fuimos lavados por la sangre de Cristo y renacidos en el bautismo.
Somos realmente hijos del Santurrón.
En el Evangelio, Jesús confirma nuestra filiación y nos propone: “¡Sed idóneos como vuestro Padre celestial es perfecto! Esto lo dice tras exhortarnos a una vida de amor y perdón hacia el prójimo.
No pagar ofensas y agresiones, no odiar al enemigo y amarlo, en fin, actuar como el Padre.
Por último, la segunda lectura, la primera carta de São Paulo a los Corintios, nos advierte que somos templo del Espíritu Santo.
San Pablo añade que la sabiduría de este planeta es disparidad frente Dios.
Con eso Pablo quiere decirnos que nuestro modelo de vida, nuestro parámetro ha de ser Dios, nuestro Padre y Jesucristo, el Verbo Encarnado.
No nos engañemos: los valores mundanos no nos van a dar la alegría deseada, solo Dios la va a dar. ¡Solo Jesús tiene expresiones de vida eterna!
Como esto:
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Etiquetas: Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario.
Esperamos que le gustara nuestro articulo Reflexión para el Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario: “Llamados a
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios
