Reflexión para el segundo domingo del tiempo ordinario

Reflexión para el segundo domingo del tiempo ordinario

Reflexión para el segundo domingo del tiempo ordinario

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Los acólitos no pierden el tiempo ni dudan en expresar lo que quieren: estar con el que plantó su tienda entre nosotros; con Emmanuel, Dios con nosotros; con Dios Salva, Jesús!

el padre César Augusto; SJ – Noticias del Vaticano

En la primera lectura, extraído de 1 Samuel 3, 3-10.19 nos habla de la vocación del joven Samuel, que a pesar de haber sido criado en el Templo, teniendo a Elí como su formador, aún no conocía el estilo íntimo y informal del Señor. Con la guía del profeta Eli, Samuel responde que sí al Señor. Nosotros asimismo, viviendo en religión por un buen tiempo, no reconocemos el alegato de nuestro Dios y andamos a tientas en el discernimiento entre lo que viene de Dios, con lo que fue generado por nuestra sensibilidad e inteligencia. Requerimos una persona espiritualmente instruida, que nos adelante en el conocimiento de Dios.

Además de educar a Samuel para que reconozca al Señor, Elí le enseña a su aprendiz a estar disponible para Dios.

En el Evangelio, Juan 1, 35-42, Juan Bautista, que preparaba a 2 de sus acólitos, ve pasar a Jesús y les apunta y afirma: “¡Hete aquí el Cordero de Dios!”. Los acólitos, comprendiendo el aviso del Precursor, lo dejan y siguen a Jesús. Éste, al percatarse de que lo siguen, se vuelve y pregunta qué quieren. Argumentan con una pregunta: “Profesor, ¿dónde vive?” Jesús responde: “¡Ven y mira!” Y los que le seguían se han quedado un buen tiempo con el Señor. Aquí hay otra forma de encontrarse con el Señor. Estar en la situación de quien recibe instrucción para ser Su acólito. Los acólitos no pierden el tiempo ni dudan en expresar lo que quieren: estar con el que plantó su tienda entre nosotros; con Emmanuel, Dios con nosotros; con Dios Salva, Jesús!

Exactamente la misma Samuel, tenían un maestro que los guiaba al Señor. En la situacion de Samuel, él se encontraba en el Templo y fue al Señor, que lo llamaba; ahora, es el Señor quien va hacia ellos, pasando inadvertido para el resto, excepto para Juan. A continuación, Jesús pregunta qué quieren (Samuel pregunta qué desea el Señor. Ahora es al revés, es el Señor quien pregunta y pregunta qué quieren). Y quieren privacidad con el Señor. De hecho, fue el Señor quien se insinuó y se hizo querer. “Nadie viene a mí si el Padre no lo atrae primero”. Cfr Jn 6, 44.

En este ir y venir que describe el Evangelio, contamos la escena donde André va a buscar a su hermano Simón, le cuenta la noticia del acercamiento con el Mesías y lo transporta al Señor. Este último, al verlo, ahora señala su futura misión al comunicar el cambio de nombre a Cephas, o sea, Peter.

La segunda lectura, la Segunda Carta de Pablo a los Corintios 6, 13c-15a.17-20 tiene un tono ético moralista, pero que de todos modos expresa el cuidado del Apóstol por frenar las prácticas paganas y destacar nuestra pertenencia al Cuerpo de Cristo, oficializado por bautismo. En este sentido, la sexualidad deja al humano expresar su entrega, su donación al cónyuge, como si fuera al mismo Cristo. Bastante gente, nuestros contemporáneos, piensan exactamente lo opuesto de lo que aseguramos por la fe y ven el sexo como una relación relajada y sin deber. Sabemos muy bien que tuvimos exageraciones en la orientación moral en un pasado muy reciente, en el que todo se veía como malo, fruto de la concupiscencia. El día de hoy, a la luz de una pastoral alumbrada, nos ofrecemos cuenta de que disponemos el norte hacia el que debemos caminar, la búsqueda de la verdadera integración de la personalidad, pero, al tiempo, la comprensión con quienes están en situación de estudio. y buscar la realidad de la fe.

En conclusión, nos encontramos llamados a proseguir al Señor, a hacer su intención, no solo de manera espiritual, invisible, sino con expresión material, encarnada, por el hecho de que somos humanos y no ángeles.

Dios nos creó a su imagen y semejanza a fin de que el Verbo se hiciera carne y Él, Jesucristo, fue un hombre perfecto en todo, jamás infringiendo los planes de Dios, a fin de que lo tuviésemos por modelo.

Nos encontramos llamados a proseguir a Jesucristo en todo, dejándolo vivir en nosotros y, con esto, hacer posible el contacto con el resto, nuestros compañeros de sendero.

Como esto:

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Esperamos que le gustara nuestro articulo Reflexión para el segundo domingo del tiempo ordinario
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios