RELIGION CRISTIANA

Reflexión para el Quinto Domingo de Cuaresma

Reflexión para el Quinto Domingo de Cuaresma

Él dijo: “El que cree en mí vivirá si bien muera, y el que vive y cree en mí no morirá nunca”.

Padre César Augusto 2 Santos, SJ

“Señor como fuente de vida”

El tema de la liturgia de este domingo es el Señor como fuente de Vida, como Vida misma.

Este relato es una catequesis sobre la resurrección. Forma una parte del comúnmente llamado Libro de las Señales, del cual es la séptima y última señal realizada por Jesús, según el Evangelio de Juan.

La primera lectura habla de la re-verificación de los huesos secos y el evangelio nos muestra la hermosa escena famosa como la resurrección de Lázaro. El Señor exhibe su poder no para intimidar al humano, sino más bien para salvarlo, para devolverle la vida y devolver la alegría a su familia.

Si prestamos mucha atención a los movimientos de Jesús, no restringe su acción a instantes extremos como la muerte, sino actúa llevando la salud, recuperando a la gente involucradas en situaciones de muerte, excusando finalmente los pecados. Él, la Vida, recupera lo perdido.

Por eso, roguemos al Señor de la Vida que traiga armonía a esa pareja que está pasando por dificultades en su relación conyugal, a ese joven que pierde la vida en las drogas, a ese padre de familia que gasta el dinero del sustento familiar en juegos de azar, a esa chica que destroza su vida mediante la prostitución.

Presentemos al Señor aquellas mamás que piensan en abortar la vida que Dios les colaboró ​​a generar, esos médicos que quieren aliviar el padecimiento de sus pacientes actuando de forma directa contra el don divino de la vida, y muchos otros casos que nos están concientes de. Sólo Dios puede alumbrar a estas personas, mostrándoles el sentido real de la vida y dándoles valor para enfrentar estas ocasiones bien difíciles con fe, esperanza y caridad.

El Señor nos quiere librar de todas y cada una estas muertes y también de la que transporta nuestro cuerpo al cementerio, desea darnos la señal de que Él puede hacer considerablemente más, que Él nos puede librar de la muerte definitiva. Él ha dicho: “El que cree en mí va a vivir si bien muera, y el que vive y cree en mí no morirá nunca”.

La segunda lectura de la liturgia de el día de hoy nos muestra a Pablo diciendo que no morimos pues, en el bautismo, aceptamos esta vida que Jesús nos ofrece en su cruz y resurrección. Del bautismo, de la profesión de fe en Jesús, viviremos, aunque aparentemente estemos muertos. Allí no será una reanimación del cuerpo o un renacimiento como en Lázaro, que resucitó y luego volvió a morir, sino resurrección, o sea, Jesús nos ofrece la vida eterna y plena, sin enfermedad, sin drogas, sin desavenencias.

Él nos dará lo que queremos: una vida sana, con las personas que amamos, con el Padre, con María, con todos los santurrones, y para siempre. Esta vida ahora puede comenzar ahora, si ponemos en práctica la renuncia a la civilización de la desaparición, renuncia hecha en el bautismo y, al mismo tiempo, ponemos en práctica también la profesión de fe en la cultura de la vida traída por Jesús.

Que la felicidad de Dios nos lleve a la opción por la Vida, en cada momento de nuestro camino. Que nuestra religiosidad nos lleve a poner en práctica la orden de Jesús: “Desátenlo y déjenlo ir”. Desatemos los nudos de muerte que nos anudan a nosotros y a nuestros hermanos, y andemos juntos hacia la vida, como hijos del mismo Padre, como receptores que todos somos de la salvación traída por Cristo Jesús, nuestro Redentor.

Esperamos que le gustara nuestro articulo Reflexión para el Quinto Domingo de Cuaresma
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios

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