Reflexión para el 3er Domingo de Pascua
Reflexión para el 3er Domingo de Pascua

También nosotros nos encontramos invitados a trabajar generosamente por el Reino. ¡Amor con amor se paga!
Padre César Augusto, SJ – Vatican News
El evangelio de el día de hoy nos charla de la experiencia pascual que tuvieron los apóstoles.
Todos están reunidos en un día común de trabajo. Están en el bote de Peter, en tanto que aceptaron su liderazgo cuando les dijo que iba a pescar.
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En el instante de la presentación del informe, están en el mar. No obstante, para la civilización judía de la temporada, el mar representa el mal, el conjunto de fuerzas desfavorables al hombre. Jesús no está con ellos, sino en la orilla. Trabajan solos, pero no consiguen nada. Nosotros también, aunque estemos unidos, con buenas pretenciones, bellos proyectos, pero sin tener la presencia de Dios, no fructificamos, y nuestro trabajo se regresa estéril.
Los discípulos ahora van a estudiar, cuando el extraño les habla y les sugiere que tiren la red al otro lado y la pesca sea provechosa, que Dios está siempre y en todo momento con ellos, siempre. Aunque de otra manera, supuestamente ausente, pero no los abandona. El Señor es Emmanuel, Dios con nosotros.
Atrapan 153 peces. ¿Por qué el evangelista reitera que dar el número? Significa que la misión de los 12, de la Iglesia, es pescar, evangelizar a toda la raza humana. 50 es el número que representa a todas y cada una la gente. 3 significa perfección. 50 multiplicado por 3 da 150 ya ese resultado se aúna el 3. Es el pueblo multiplicado por la perfección y unido a ella. Ahora, la Iglesia llevará a toda la humanidad a la liberación de las fuerzas de la muerte, del vínculo con el mal, ¡de forma completa!
A su pez, que ya está sobre las brasas, Jesús pide a los discípulos que le agreguen el pescado que pescaron para ellos. Jesús suma a su obra de redención de la Humanidad, toda la obra realizada por la Iglesia. Al final de los tiempos, celebraremos juntos, la fiesta eterna en el cielo.
El Evangelio tiene una segunda parte que es la distribución de Jesús a Pedro, el gobierno de la Iglesia como su pastor. La única exigencia es amar, amar incondicionalmente, más que a tus compañeros. Por consiguiente, ser pastor no es imponer tu voluntad, sino presenciar tu amor por Cristo en la entrega extremista, absoluta y también incondicional por tus hermanos.
Asimismo nosotros estamos convidados a trabajar generosamente por el Reino. ¡Amor con amor se paga! Al amor de entrega, vivido por Jesús para nuestra felicidad eterna, sigue nuestra contestación de amor, buscando nuestra semejanza, nuestra identificación con nuestro Maestro y Señor.
Como esto:
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y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios