Reflexión para el 29º Domingo del Tiempo Ordinario
El siervo está siempre y en todo momento libre, alcanzable a su Señor, preparado. Jesús condena la actitud de los profesores que dejan o aun requieren que sus acólitos les laven los pies, a la inversa, será él quien les lave los pies a los discípulos
Padre César Augusto dos Beatos – Localidad del Vaticano
La liturgia nos invita, en especial hoy, a un examen de conciencia sobre nuestra forma de relacionarnos con nuestros hermanos y hermanas. Dios es el único Padre, el único Maestro, el único Señor y, para enseñarnos de qué forma quería que fuéramos, de qué manera había de ser la novedosa sociedad, se realizó siervo, siervo de todos.
De esta manera, vamos a ser más cristianos, mucho más parecidos a Jesucristo, en la medida en que asumamos la posición de servidores y nuestra vida sea un servicio, por medio de nuestras acciones y nuestra forma de ser, es decir, la manera en que intentamos a la gente, en vestirnos. , para publicarnos.
En el Evangelio, Jesús afirma a sus discípulos que no deben proseguir el ejemplo de los líderes a los que les gusta ser tratados como señores, al revés, los discípulos, cuanto mucho más alta sea la función, tienen que vivirla en actitud de siervo, no solo en acciones, pero en todos los sentidos.
Querer ocupar los primeros lugares, recibir saludos ceremoniosos, vestir ropa suntuosa, ser llamado con títulos honoríficos, todo lo mencionado debe estar lejos del corazón y de la vida del auténtico acólito. Jesús ofrece: “… entre vosotros no debe ser de esta forma: el que quiera hacerse grande, sea tu servidor; y el que quiera ser el primero, sea el esclavo de todos.”
El sirviente está siempre disponible, alcanzable a su amo, listo. Jesús condena la actitud de los profesores que permiten o aun exigen que sus acólitos les laven los pies, al revés, va a ser él quien lavará los pies de los discípulos. Aun lo experimentará extraordinariamente en la cruz, cuando nos lavará a todos del pecado.
¿De qué forma puedo ser un sirviente? Si estoy casado, no me considero mayor a mi cónyuge; si desempeño una profesión prestigiosa, no es por eso que me considero superior a el resto; si soy comerciante, no apunto solo a mi beneficio, sino a enseñar buenas mercancías a un precio justo; si soy espiritual, ser alcanzable, libre, sencillo y misericordioso en el trato con los fieles; al final, el cristiano prosigue en todo a la persona del Profesor.
Debo aprender del episodio de los hijos de Zebedeo. El bautismo me ingresó a una nueva sociedad. Es requisito dejar que el Espíritu Beato construya un hombre nuevo, una mujer nueva en mi vida. Mi gozo no ha de estar en los puestos de honor según este mundo caducado, sino con el mundo de los resucitados en el bautismo. Admitir beber el cáliz de Jesús, recibir su bautismo significa aceptar sufrir por la justicia, por la verdad, por la construcción de una nueva humanidad.
Nos consolamos con las expresiones del autor de la Carta a los Hebreos, cuando redacta: “…siendo Hijo de Dios, aprendió de sus sufrimientos cuán bien difícil es para el hombre obedecer y aceptar la voluntad de Dios” . Nos consuela admitir lo bien difícil que es para nosotros ser servidores, y asimismo nos hace comprensivos con tanta gente, especialmente con los religiosos.
Concluyamos nuestra reflexión con las palabras de Jesús: “Te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños”. (Mt 11,25).
Esperamos que le gustara nuestro articulo Reflexión para el 29º Domingo del Tiempo Ordinario
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios