Reflexión para el 18º Domingo del Tiempo Ordinario
Reflexión para el 18º Domingo del Tiempo Ordinario
La respuesta que satisfará plenamente nuestra incomodidad vendrá de Jesús, en el Evangelio (© Biblioteca Apostolica Vaticana)
“El hombre busca el rostro de Dios, la comunión eterna con el Otro. Solo eso lo sacia, solo eso le va a dar la permanencia que se desea en el fondo de su ser. Abrirse al otro es abrirse a Dios, es abrirse a la alegría eterna”.
Padre César Augusto dos Santurrones – Localidad del Vaticano
“Un hombre que trabajó con sabiduría, competencia y éxito se ve obligado a dejar todo en herencia a otro que no logró nada. Esto también es una ilusión y una gran desgracia” – nos comunica Coélet, autor del Eclesiastés. Y la solución que propone es comer, divertirse, en definitiva, un uso moderado de todo cuanto la vida proporciona.
La contestación que satisfará plenamente nuestra inquietud vendrá de Jesús, en el Evangelio.
En Lucas, un hombre rico, al ver que su finca produce mucho, está muy feliz y pensamos no redistribuir su producción con sus empleados, sino encontrar un espacio para almacenar más. El granjero está orate, pues construyó su riqueza con el sudor de sus usados y en este momento desea descansar en el trabajo y el padecimiento del resto, sin comunicar nada. Jesús acaba el relato de este caso, diciendo que todo lo que atesoró será para otros, ya que esa noche se solicitará su vida.
Los bienes se apoderaron de la vida de ese hombre y ocuparon el sitio de Dios, de su familia y de él mismo. Por otro lado, lo que ha juntado no puede nombrarse vida, ya que la vida es para todos y él la ha acumulado pensando solo en sí. El pecado del rico no es que sea rico, sino que trabajó sólo para sí mismo y no era rico a los ojos de Dios.
Jesús advierte no solo a los ricos, sino más bien a todos aquellos que solo trabajan para sí mismos. Incluso un alumno de un curso complementario, que estudia a la noche con mucho sacrificio y solo piensa en disfrutar de la vida más adelante, es abordado por esta parábola pues, a pesar de ser pobre, tiene el corazón de un rico: se dejó llevado por el egoísmo.
La segunda lectura nos da una indicación de cómo ha de ser la vida de quien desea trabajar con sentido y cuáles han de ser sus valores. “Si habéis resucitado con Cristo, esforzaos por llegar a las cosas de arriba, donde está Cristo, sentado a la diestra de Dios; aspirad a las cosas celestiales y no a las terrenales.” Más tarde Pablo nos anima a hacer fallecer en nosotros lo terrenal: “fornicación, impureza, pasiones, pésimos deseos y codicia, que es idolatría”.
El uso de nuestra vida, con sus dones y sus potencialidades, debe efectuarse con un propósito mayor que la fácil satisfacción mundana y la simple saciedad de nuestras necesidades básicas. Todo esto acabará; será diluida por el tiempo, la enfermedad, las polillas y la desaparición. No se recordará nada. Aun nuestro nombre, transcurrido un tiempo, va a desaparecer. Ciertamente, ¡toda ilusión!
Solo el uso de nuestras potencialidades, de nuestra vida a favor del otro, en favor de la realización del Reino de Dios, va a dar sentido a nuestro esfuerzo y transformará todo, de material a inmaterial, de inmanente a trascendente, de únicamente humano a divino. La eternidad está en la dimensión del compartir, de nosotros, del otro.
El hombre busca el rostro del Otro, de Dios, que es Trinidad, Comunión. El hombre busca la cara de Dios, la comunión eterna con el Otro. Solo eso lo sacia, solo eso le dará la permanencia que se quiere en el fondo de su ser. Estar abierto al otro es estar abierto a Dios, es estar abierto a la felicidad eterna.
Como esto:
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Esperamos que le gustara nuestro articulo Reflexión para el 18º Domingo del Tiempo Ordinario
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios