QUITO, 26 de febrero. 21 / 12:47 pm (ACI).- El Consejo de Presidencia de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana expresó este 24 de febrero su solidaridad con los familiares de los presos que murieron a consecuencia de una reciente ola de crueldad en múltiples penales de la país y también instó a las autoridades del sistema penitenciario a humanizar los centros que se hicieron para la rehabilitación social.
El 23 de febrero se produjeron una serie de motines en los penales de Turi (Azuay), Guayas, Cotopaxi y el Penal de Guayaquil. El organismo nacional al cargo de las cárceles señaló que cuando menos 79 presos habían fallecido en cuatro cárceles como resultado de la crueldad. Indicó que aún se investigan las causas de los hechos.
Al día después, decenas y decenas de familiares de los muertos se congregaron en el penal de Guayaquil y en la morgue local para soliciar los restos de sus familiares.
Tras el hecho, policías ecuatorianos asistieron a las 4 ciudades para retomar el control de los penales. Además de esto, el Ministerio de Defensa de Ecuador ha ordenado un riguroso control de armas, municiones y explosivos en los perímetros exteriores de los centros penitenciarios.
En su comunicado, los obispos expresaron su preocupación y consternación “por la dolorosa y crítica situación en la que viven las personas privadas de independencia en los diferentes centros de rehabilitación popular y por los atroces hechos sucedidos el martes 23 de febrero”.
Los obispos aseguraron que los trágicos hechos en Ecuador “no son más que un reflejo de la crisis penitenciaria, la descomposición social y la indiferencia colectiva ante esta dura realidad”. Además de esto, hicieron referencia a las palabras que el Papa Francisco dirigió a los empleados de la prisión “Regina Coeli” de Roma, en 2019, y también logró un llamado a humanizar las cárceles del país.
“Tomamos como propias las palabras del Santo Padre Papa Francisco: ‘Las prisiones precisan ser poco a poco más humanizadas y es doloroso percibir, por otro lado, que son consideradas lugares de crueldad y también ilegalidad, donde abundan los males humanos’” , ellos afirmaron.
En ese sentido, se dirigieron a las autoridades de los centros penitenciarios y las instaron a garantizar la protección de los derechos de los presos y realizar el objetivo de las cárceles que es la reinserción social.
“Pedimos a los responsables del ‘sistema de rehabilitación social’ en el Ecuador que efectúen un verdadero diagnóstico del sistema penitenciario y desarrollen programas integralmente humanos que permitan cumplir con el propósito que determina nuestra Constitución”, aseveró.
Recordaron que el producto 201 de la Constitución de Ecuador establece que “el sistema de rehabilitación popular tendrá por objeto la rehabilitación integral de la gente condenadas penalmente para su reintegración a la sociedad, así como la protección de la gente privadas de libertad y la garantía de su derechos”.
Los obispos asimismo expresaron su solidaridad con las familias de los presos fallecidos, aseguraron sus oraciones y se ofrecieron a asistir al gobierno a brindar el acompañamiento necesario para que las familias enfrenten sus pérdidas.
“Hacemos extensiva nuestra solidaridad cristiana a las familias de nuestros hermanos privados de libertad muertos y les aseguramos nuestra oración por su eterno reposo, invocando sobre ellos la divina clemencia, así como pedimos a Dios la fuerza y la paz que sólo Él puede danos.”, expresaron.
“La Conferencia Episcopal Ecuatoriana expresa su disposición de contribuir a las autoridades y respaldar a quienes hoy padecen la pérdida de sus seres queridos en el contexto de su misión pastoral al servicio de la sociedad ecuatoriana”, concluyó el comunicado.
Ola de crueldad en las prisiones de Ecuador
El directivo del Servicio Nacional de Atención Integral a las Personas Privadas de la Independencia (SNAI), Edmundo Moncayo, señaló que lo ocurrido el 23 de febrero fue un combate entre organizaciones criminales por el liderazgo, que quedó vacante tras el asesinato de un líder en el último mes del año. a partir de 2020.
No obstante, afirmó que aún se trabaja para “poder determinar que nuestra hipótesis tiene premisas fuertes que nos ayuden a que la Fiscalía Nacional cuente con la mayor información que permita poner predisposición de las autoridades judiciales a quienes fueron los principales esta acción”.
Según el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, y el ministro de Gobierno Patricio Pazmiño, las rebeliones fueron coordinadas a la vez por dos facciones que, aparentemente, luchan por el control de los penales.
Pazmiño ha dicho en Twitter que la causa del inconveniente sería “una acción concertada de las organizaciones delincuentes para producir crueldad en los centros penitenciarios del país”.
El 24 de febrero, el presidente Moreno dijo en un video que los hechos están relacionados con el crimen ordenado transnacional y el narcotráfico. “No es al azar que fuera ordenado fuera de los penales y orquestado desde adentro por quienes se disputan la jefatura y el narcotráfico en el territorio nacional”, ha dicho el mandatario, quien garantizó que combatirá el narcotráfico.
El 23 de febrero de marzo fue un día trágico para el país. En 4 prisiones, de manera simultánea y orquestada, se desató una ola de crueldad jamás registrada en Ecuador. Esto no es una coincidencia, es una consecuencia. #SinTreguaContraLaViolencia pic.twitter.com/LroX5Jfm3e
— Lenín Moreno (@Lenin) 24 de febrero de 2021
Anunciado originalmente en ACI Press. Traducido y amoldado por Nathália Queiroz.
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— ACI Digital (@acidigital) 26 de febrero de 2021