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¿Quieres que me case contigo? El Papa pregunta a las azafatas
Paula Podest y Carlos Ciuffardi
Una pareja de asistentes de vuelo en un vuelo corto desde Santiago a la ciudad norteña de Iquique, Chile, se llevaron la sorpresa de su vida cuando el Papa Francisco les ofreció casarse y así lo hizo.
Paula Podest, de 39 años, y Carlos Ciuffardi, de 41, se conocieron a través de su trabajo en LATAM, la aerolínea insignia de Chile. Paula había sido la jefa de Carlos. Se casaron en un servicio civil, pero su ceremonia religiosa prevista se canceló cuando un terremoto casi destruyó su iglesia parroquial en la capital chilena, Santiago, en 2010.
La pareja comenzó a conversar con el Papa el jueves (17 de enero) cuando estaban sentados junto a él durante una foto grupal en el vuelo. El Papa les preguntó si estaban casados, y ellos le contaron sobre el terremoto que puso fin a su boda religiosa prevista.
“¿Quieres que me case contigo?” preguntó a la pareja. “¿Aquí?” respondieron, asombrados. “¡Está bien!”
La pareja dijo a los periodistas después que el Papa Francisco bendijo sus anillos y luego dijo “necesitamos un testigo”. Carlos se dio vuelta y le pidió a su jefe, el CEO de la aerolínea, que sirviera de testigo. Luego, el Papa Francisco le pidió a un obispo chileno que redactara el papeleo. El cardenal redactó a mano el certificado de matrimonio en una hoja de papel de la aerolínea y luego la pareja, el Papa Francisco y el testigo lo firmaron.
El Papa le dijo a la pareja: “Esto es lo que falta en el mundo, el sacramento del matrimonio. Espero que esto motive a las parejas a casarse”. Le preguntó a Carlos si su esposa seguía siendo la jefa a lo que él respondió entre risas ‘¡sí!’ La pareja tiene dos hijos, Rafaella, de seis años, e Isabella, de tres. Luego dijeron a los periodistas que planeaban celebrar con una “pequeña luna de miel” en la ciudad norteña de Iquique el jueves por la noche, antes de volar de regreso a Santiago ayer.
Según el derecho canónico, los católicos deben casarse en una iglesia u otro “lugar apropiado”. Si existe el peligro de muerte, en una situación de lecho de muerte, los sacerdotes pueden realizar una boda, pero según un abogado canónico, lo que hizo el Papa Francisco fue absolutamente excepcional. “Nunca había sucedido antes”, dijo el padre Alex Stenson a CatholicIrleand.
“El Papa es el legislador supremo y puede dispensarse de la ley en ese sentido. Si él quiere hacer algo así, no hay nadie que pueda desafiarlo”.
Continuó: “Es más una manifestación del tipo de hombre que es, llegando a personas que se encuentran en situaciones en las que ve más allá de la ley y tiene la capacidad y el poder para hacerlo, mientras que la mayoría de nosotros no lo hacemos”.
Cuando se le preguntó si podría crear nuevos precedentes para las bodas católicas, el padre Stenson dijo que era un “gesto papal. No creo que cambie la ley en particular”.
