¿Quién es la monja que será beatificada con el cardenal Wyszynski, el ‘Primado del Milenio’ de Polonia?
Varsovia, Polonia, 15 de julio de 2021 / 03:40 am (CNA).
El cardenal Stefan Wyszyński, un gigante del catolicismo del siglo XX, será beatificado el 12 de septiembre.
Pero el Primado de Polonia que resistió heroicamente al comunismo no es la única figura que será elevada a los altares ese día en Varsovia.
Wyszyński será beatificada junto a una monja poco conocida fuera de su Polonia natal: la Madre Elżbieta Róża Czacka.
¿Cómo llegó Czacka, quien murió en 1961 después de una vida de servicio silencioso a las personas ciegas, a compartir una ceremonia de beatificación con el “Primado del Milenio” de Polonia?
Para responder a esa pregunta, CNA habló con la Hna. Angélica José, FSC, cuya vida estuvo profundamente influenciada por la mujer conocida por los polacos como Matka Czacka (Madre Czacka).
Cuando era estudiante, se encontró con un folleto producido por la congregación religiosa fundada por Czacka y se conmovió con una foto de Czacka con un niño ciego.
“Fascinada por el carisma de la congregación, el servicio para los ciegos física y espiritualmente, detuve mis estudios en la Universidad de Ciencias de la Vida de Poznań y entré en la congregación”, recordó la Hna. Angélica José.
Ella continuó: “Lo que me deleita de la Madre Czacka es su tremenda pasión por la vida para Dios, al servicio de los ciegos. Su valor para aceptar el sufrimiento y el realismo en la vida. Y su confianza en la Providencia de Dios”.
Róża Czacka nació el 22 de octubre de 1876 en Bila Tserkva, una ciudad que alguna vez estuvo ubicada en la Corona del Reino de Polonia y conocida como Biała Cerkiew, pero que hoy se encuentra en el centro de Ucrania.
Sexta de siete hijos, se mudó con su aristocrática familia a Varsovia, donde la joven condesa aprendió a tocar el piano, montar a caballo y hablar inglés, alemán y francés.
A lo largo de su infancia, sufrió problemas en los ojos. A la edad de 22 años, regresó a la finca de la familia en Ucrania para pasar unas vacaciones de verano. Mientras montaba a caballo, se cayó y quedó ciega. Sus familiares lucharon por aceptar su condición.
Czacka se dedicó a aprender Braille, además de viajar por Europa en busca de un mayor conocimiento sobre la ceguera. Soñaba con fundar una organización que ayudaría a las personas ciegas no solo a integrarse en la comunidad en general, sino también a servir como apóstoles entre las personas videntes.
En 1911, fundó la Sociedad para el Cuidado de los Ciegos. La Hna. Angélica José dijo que Czacka adaptó el braille al idioma polaco, desarrolló un sistema para educar a las personas ciegas y buscó informar al público en general sobre la ceguera a través de artículos y transmisiones de radio.
“Róża Czacka tenía una personalidad extremadamente rica”, comentó. “Al mirarla, uno debe ver a una mujer ciega de profunda fe, coraje y sencillez. Esta es la dimensión interna de ella”.
“Por otro lado, es necesario notar su fenómeno en el desarrollo de la tiflología [the scientific study of blindness] en la Polonia contemporánea: cuidar a los ciegos, su educación e inclusión en la vida social”.
“La Madre Elisabeth Róża Czacka fue una mujer sumamente devota de Dios y pionera en materia de ciegos en Polonia. Así que mirémosla desde estas dos perspectivas”.
En 1915, Czacka fue a Ucrania para una estadía de dos semanas con su hermano Stanisław. Terminó pasando tres años allí porque la Primera Guerra Mundial le imposibilitó regresar a Varsovia. Pasó el tiempo en oración y reflexión.
Atraída por la Tercera Orden de San Francisco, asumió el hábito franciscano y tomó el nombre religioso Elżbieta (Elisabeth), haciendo sus votos perpetuos el 15 de agosto de 1917.
Al año siguiente volvió a Varsovia, donde fundó la Congregación de las Hermanas Franciscanas Siervas de la Cruz. La nueva congregación religiosa tenía tres objetivos: cuidar a los ciegos físicos, servir a los ciegos espirituales y expiar la ceguera espiritual del mundo.
En 1922, a las hermanas se les dio una pequeña parcela de tierra en Laski, un pueblo a unas 10 millas al oeste de Varsovia.
Con un sacerdote llamado P. Władysław Korniłowicz, Czacka fundó un proyecto llamado Triuno. El nombre se refería no solo a la Santísima Trinidad, sino también a la unidad entre los tres grupos de personas que colaboran en Laski —los ciegos, las hermanas y los laicos—, así como a los tres objetivos de la obra: educativa, apostólica y caritativa.
La fama de Laski creció como centro de una nueva espiritualidad que combina elementos franciscanos, dominicos y benedictinos, explicó la Hna. Angélica José. La comunidad se destacó por su sencillez, su devoción a las enseñanzas de Santo Tomás de Aquino y su amor por la liturgia.
Un joven sacerdote llamado P. Stefan Wyszyński visitó Laski en 1926 y pasó unas semanas en el pueblo por invitación de Korniłowicz. Wyszyński se había encontrado por primera vez con el sacerdote años antes, cuando Korniłowicz dio conferencias sobre la liturgia en el seminario de Wyszyński en Włocławek.
El futuro primado polaco se reunió con Czacka y se involucró mucho en el trabajo de Laski. Ayudó a construir una casa de retiro, a organizar una “Semana de los Ciegos” en 1936 y a recaudar fondos para la Sociedad para el Cuidado de los Ciegos.
Wyszyński también dio conferencias sobre ciencias sociales, derecho e historia de la Iglesia para ciegos, hermanas y empleados laicos. Trabajó con Czacka en las constituciones de la congregación.
Cuando los alemanes nazis invadieron Polonia en 1939, Czacka sufrió una lesión en la cabeza durante el bombardeo de Varsovia que le provocó la pérdida de un ojo.
Durante el Levantamiento de Varsovia en 1944, Czacka y Wyszyński ayudaron a organizar un hospital de campaña para los heridos en Laski.
Sirviendo como capellán del Ejército Nacional, el movimiento de resistencia clandestino de Polonia, Wyszyński ayudó a fortalecer espiritualmente a los combatientes a través de los sacramentos.
Sor Angélica José dijo que el profundo vínculo forjado entre el sacerdote y la hermana se revela en una colección de 65 cartas intercambiadas entre 1938 y 1952.
Ella describió la correspondencia, publicada en 2006, como “animada, cálida y llena de preocupación y cuidado mutuo por los demás”.
Después de la guerra, Wyszyński fue nombrado arzobispo de Gniezno y Varsovia, recibiendo el título de Primado de Polonia.
Czacka continuó con su misión, pero su salud se deterioró durante la década de 1950.
La vida de Wyszyński tampoco se volvió más fácil. En 1953, las autoridades comunistas de Polonia lo pusieron bajo arresto domiciliario. Después de ser liberado tres años más tarde, defendió a la Iglesia inquebrantablemente contra la opresión comunista.
“Hasta el final de la vida de la Madre, el cardenal Stefan Wyszyński la rodeó de cuidado y amor, y fue una ayuda especial para la Madre Isabel, especialmente en los últimos días de su vida”, dijo la Hna. Angélica José.
“Él visitó a la Madre Czacka por última vez varias horas antes de su muerte, que tuvo lugar el 15 de mayo de 1961, y presidió la misa fúnebre el 19 de mayo de 1961”.
Una fotografía impactante muestra a Wyszyński de pie en oración junto a la lápida de la tumba de Czacka en Laski.
En una homilía del Sábado Santo de 1963, Wyszyński recordó su amistad con Czacka y Korniłowicz.
Él dijo: “Nunca rezo por la Madre Czacka, solo rezo por ella, y nunca rezo por el Padre Korniłowicz, rezo al Padre … ayuda inmensamente. Así que recuerda, ambos seguramente están en la gloria del Padre Todopoderoso”.