¿Qué es tener fe y también ser una persona de fe? la fe
La Sagrada Escritura, en la carta a los Hebreos capítulo 11 versículo 1, afirma que “la fe es garantía de lo que se espera, demostración de lo que no se observa”. La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él en nosotros, que nos certifica los recursos venideros, como la promesa de la vida eterna.
El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que “la fe es la virtud teologal por la cual creemos en Dios y en todo lo que Él nos dijo, revelado y la Santa Iglesia nos ofrece creer, por el hecho de que Él es la verdad misma. Por la fe, «el hombre se da gratuitamente completamente a Dios». Por consiguiente, el creyente busca comprender y hacer Su voluntad. “El justo por la fe va a vivir” (Rom 1,17). La fe viva “actúa por el cariño” (Gal 5,6). (CIC. 1814).
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La Biblia y la Iglesia sobre lo que es la fe
Desde esta perspectiva, la Iglesia dice que “la fe es, frente todo, una adhesión personal del hombre a Dios; es, al mismo tiempo y también inseparablemente, libre asentimiento a toda la verdad que Dios ha revelado” (CIC 150). Esto porque “la fe es la respuesta del hombre a Dios, que se revela y se entrega a él, aportando, al tiempo, una luz sobreabundante al hombre en busca del sentido último de su historia” (CIC 26). De esta manera, no basta decir que poseemos fe, sino que es necesario contestar concretamente con nuestra vida a lo que Dios nos reveló, su amor y salvación: Jesucristo.
Con esto, a fin de que el hombre logre ingresar en la intimidad con Dios, en una experiencia personal, el mismo Señor ha querido “revelarse al hombre y ofrecerle la gracia de poder acoger esta revelación en la fe. No obstante, las pruebas de la existencia de Dios tienen la posibilidad de contar con a la fe y contribuir a ver que la fe no se enfrenta a la razón humana”. (CIC. 35). Por el hecho de que como bien explicó el Papa Juan Pablo II: “la fe y la razón (fides et ratio) constituyen como ámbas alas por las que el espíritu humano se eleva a la contemplación de la realidad”.
¿Qué es lo que significa ser un individuo de fe?
La carta a los Hebreos, en el capítulo 11, después de enfatizar lo que es la fe, también trae instrucciones sobre lo que significa ser una persona de fe.
“Es por la fe que entendemos que los mundos fueron organizados por una Palabra de Dios. De ahí que el planeta aparente no tiene su origen en las cosas manifiestas” (Heb 11,3). La persona de fe es aquella que cree en la existencia de Dios, quien creó todas las cosas perceptibles y también invisibles, y que Él es el organizador de toda la creación.
“Fue por la fe que Enoc fue llevado (…). No obstante, antes de ser arrebatado, recibió el testimonio de que agradaba a Dios. No obstante, sin fe es realmente difícil agradarle” (Hb 11,5-6). Una persona de fe es interesante a Dios, sin embargo, uno debe creer no por los probables beneficios a recibir, sino sencillamente con lo que Dios es.
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La Biblia da múltiples ejemplos de fe.
“Fue por la fe que Noé, advertido divinamente de lo que aún no se veía, tomó seriamente el oráculo y construyó un arca para socorrer a su familia” (Hb 11,7). Ser un individuo de fe es escuchar a Dios y poner en práctica lo que a los ojos humanos parece irrealizable. Al igual que Noé, necesitamos confiar en el anuncio de Dios, que se dirige a nosotros todos y cada uno de los días.
“Fue por la fe que Abraham, respondiendo al llamado, obedeció y partió hacia la tierra que había de recibir en herencia, y salió sin entender a dónde iba” (Heb 11:8). Solo quien cree, confía. La persona de fe obedece y responde a Dios, aun sin tener seguridad humana y material, porque, como Abraham, es necesario caminar en la fe hacia la patria celestial, que es el cielo.
“Fue por la fe que aun Sara, a pesar de su avanzada edad, ha podido tener hijos, porque consideró fiel al creador de la promesa” (Heb 11:11). La fe nos hace perseverar en las promesas de Dios, lo que puede demorar, pero no falla, pues para Dios nada es realmente difícil.
¿Es posible ser una persona de fe?
“Fue por la fe que Moisés . Fue por la fe que cruzaron el Mar Colorado, como sobre tierra seca” (Hebreos 11:24, 27, 29). Un individuo de fe cree en lo ordinario y lo increíble, lo que transporta a atisbar lo que no se observa. En tanto que también «fue por la fe que cayeron los muros de Jericó, después de un asedio de siete días» (Hb 11,30).
Finalmente, en el Nuevo Testamento, el iniciador y consumador de la fe, Jesucristo, es el ejemplo más especial de un individuo de fe, y es en Él donde podemos encontrar la plenitud de lo que debemos creer y realizar. De esta manera, es por la obediencia de la fe a Cristo que somos capaces de dar respuestas a Dios. Incluso sin ver, suponemos, por el hecho de que exactamente el mismo Jesús dice: “Bienaventurados los que creen sin haber visto” (Jn 20, 29).
Padre Márcio Leandro Fernandes
Nacido en Sete Lagoas (MG), es misionero de la Comunidad Canção Nova. Graduado en Filosofía por la Faculdade Canção Nova, Cachoeira Paulista (SP), Márcio Leandro es también Licenciado en Teología por la Faculdade Dehoniana, en Taubaté (SP). Trabaja en el Santuario del Padre de las Misericordias y en los Confesionarios.
