¿Qué es Exhortación? Significado de Exhortar en la Biblia

Exhortar significa animar o animar a alguien. El significado de exhortación en la Biblia tiene el sentido de motivar o insistir en que una persona realice algo. En el contexto bíblico, la exhortación generalmente se dirige a los fieles a vivir según la voluntad de Dios, de acuerdo con su nueva posición en Cristo.
El concepto de exhortar en la Biblia asimismo incluye conceptos más extensos como: instruir, corregir, consolar, apelar, inspirar, etcétera. Eso es pues en la Biblia, el verbo «exhortar» con frecuencia traduce la palabra griega paraklésis. Esta palabra transmite las ideas de convocar, acercarse —en el sentido de asistir—, pedir, amonestar, consolar, alentar, charlar persuasivamente, reprender, instruir, conciliar y suplicar.
Entonces, la exhortación es una práctica que debe ser parte de la vida del católico, por el hecho de que como miembros de la Iglesia de Cristo, los creyentes deben exhortarse unos a otros. Incluso en este sentido, el ejercicio de la exhortación se identifica como una especie de don espiritual que se da, según la felicidad, a los miembros del Cuerpo de Cristo (Romanos 12:8). De ahí que, no es extraño saber que el artículo bíblico también identifica la exhortación como parte del propósito de las profecías que traen instrucción, edificación y consuelo a los hombres (1 Corintios 14:3).
¿Qué es exhortar según la Biblia?
Sin duda, la exhortación es una sección importante del ministerio católico. El apóstol Pablo escribió en una de sus cartas que los fieles tienen que animarse y edificarse unos a otros (1 Tesalonicenses 5:11). Por ende, es esencial que los cristianos sepan cómo exhortar adecuadamente a un compañero creyente.
Primero, es necesario aclarar que la base de la exhortación debe ser siempre y en todo momento la Palabra de Dios. Los fieles deben exhortarse unos a otros mediante los principios bíblicos. A fin de que los cristianos logren animar a los desanimados; soluciona a los que yerran; aconsejar a los que precisan orientación; enseñad a los nuevos en la fe a proseguir los preceptos del Señor; y consolar a los que padecen.
Segundo, los fieles deben comprender que en la práctica de la exhortación, el amor, la humildad y la sabiduría son cualidades indispensables. En verdad, en cierto sentido el término heleno que se traduce por el verbo “exhortar” supone asimismo la condición de quien se esmera por satisfacer con humildad y sin soberbia (Strong).
En especial en el momento en que el concepto de la exhortación tiene mucho más que ver con reñir o corregir a alguien, algunas personas semejan no entender qué es verdaderamente la exhortación. Exhortar no es insultar, despreciar o humillar a alguien. Incluso cuando una persona está equivocada, la exhortación resulta ser una súplica ferviente y cariñosa a fin de que esa persona corrija su proceder.
La compromiso de los líderes en la exhortación
Según la Biblia, las personas que han sido llamadas al ministerio de liderazgo en la Iglesia del Señor asimismo tienen una mayor responsabilidad de exhortar a otros miembros de las comunidades locales. El apóstol Pablo charló de esto en el momento en que escribió a Timoteo diciendo: “Predica la palabra, insiste a tiempo y fuera de tiempo, redarguye, amonesta, exhorta, con toda paciencia y doctrina” (2 Timoteo 2:4).
En el libro de los Hechos de los Apóstoles, leemos también que los llamados al liderazgo de la Iglesia, tienen que cuidar no sólo de sí mismos, sino más bien de todo el rebaño sobre el que el Espíritu Beato los puso como obispos (Hechos 20: 28). Ciertamente la exhortación hace presente este cuidado que tienen que tener los líderes al pastorear la Iglesia de Dios. Pero Santiago asimismo advierte de la realidad de que todos los que enseñan, y la enseñanza está incluida en el concepto de exhortación, también serán juzgados mucho más rigurosamente (Santiago 3:1).
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