RELIGION CRISTIANA

Público: La oración al Señor nos salva de nuestra

Público: La oración al Señor nos salva de nuestra

El Papa Francisco interrumpió el ciclo de catequesis sobre el Padre Nuestro para comentar las expresiones de Jesús a lo largo de su Pasión, en la víspera del Triduo Pascual.

Bianca Fraccalvieri – Ciudad del Vaticano

El triduo pascual que estamos a puntito de vivir fue el tema del catecismo del Papa Francisco en la Audiencia General de este miércoles (17/04).

En la plaza de San Pedro, el Pontífice meditó de manera particular sobre ciertas palabras que Jesús dirigió al Padre durante su Pasión. La primera invocación la hizo tras la Última Cena, en el momento en que ha dicho: “Padre, ha llegado la hora; gloria a tu Hijo” e inclusive “glorifícame tú junto contigo, con la gloria que tuve contigo antes que el mundo fuera”.

La gloria es amar

Puede parecer paradójico que Jesús pida gloria al Padre cuando está a punto de ocurrir la Pasión, señaló el Papa. La gloria señala en realidad la revelación de Dios, es el signo propio de su presencia salvífica entre los hombres y es lo que ocurre en la Pascua. “Allí Dios revela al final su gloria, que descubrimos que es todo amor: amor puro, desquiciado e impensable, más allá de todo límite y medida.

“Queridos hermanos y hermanas, hagamos nuestra la oración de Jesús: solicitemos al Padre que quite los velos de nuestros ojos para que en estos días, mirando al Crucifijo, tengamos la posibilidad aceptar que Dios es amor. ¡Cuántas ocasiones lo imaginamos como jefe y no Padre, juez severo en lugar de Salvador misericordioso! Pero en Pascua, Dios anula las distancias, mostrándose en la humildad de un amor que solicita nuestro amor. ”

Por eso, damos gloria al Padre cuando vivimos todo lo que hacemos con amor, con el corazón. La auténtica gloria es la del amor, pues es lo único que da vida al planeta, y no la gloria mundana, llevada a cabo de aplausos y de público. En el centro no está el yo, sino más bien el otro. Absolutamente nadie se glorifica a sí mismo.

Cada uno de ellos tiene su propio Getsemaní

Tras la Última Cena, Jesús entra en el Huerto de Getsemaní y allí también ora al Señor con la palabra más tierna y dulce: «Abbà», Padre (cf. Mc 14, 33-36).

“En nuestros Getsemaníes, muchas veces optamos por quedarnos solos en lugar de decir ‘Padre’ y confiarnos, como Jesús, a su voluntad, que es nuestro verdadero bien. El mayor inconveniente no es el mal, sino más bien de qué manera se afronta. La soledad no ofrece salida; oración sí, porque es relación, entrega. En el momento en que entremos en nuestros Getsemaníes, recordemos orar de esta manera: ‘Padre’. ”

Rompe el Círculo del Mal con el Perdón

Finalmente, Jesús dirige una tercera oración al Señor por nosotros: “Padre, perdónalos, por el hecho de que no saben lo que hacen” (Lc 23,34).

Jesús ora por los que fueron pésimos con él, en el momento del dolor más agudo, cuando recibió los clavos en las muñecas y los pies. “Aquí, en el vértice del mal, llega el amor: llega el perdón, es decir, el don a la enésima capacidad, que rompe el círculo del mal.

Rezando el “Padre Nuestro” estos días –tema de este periodo de catequesis– el Papa deseó que pudiésemos soliciar una de estas gracias: vivir para la gloria de Dios, esto es, con amor; que sepamos confiar en el Padre en las pruebas; y encontrar el perdón y el coraje de perdonar en su abrazo.

Esperamos que le gustara nuestro articulo Público: La oración al Señor nos salva de nuestra
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
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