Profesionales de la salud rechazan proyecto suicida

OFICINA CENTRAL, 14 de julio. 21/04:00 pm (ACI).- Profesionales de la salud han enviado una carta abierta al secretario de Salud de Escocia, Humza Yousaf, en contra del emprendimiento de ley de suicidio asistido anunciado el mes pasado en el Parlamento. El emprendimiento de ley fomenta la muerte asistida para adultos con anomalías de la salud terminales y mentalmente capaces. La última vez que se debatió el suicidio asistido en el Parlamento escocés fue en 2015. El proyecto de ley fue rechazado por 82 votos en contra y 36 a favor.

La carta abierta contra el emprendimiento de ley fue redactada por Nuestro deber de cuidado (ODOC), un grupo de trabajadores de la salud del Reino Unido que se oponen al asesinato intencional de pacientes mediante el suicidio asistido o la eutanasia. El documento cuenta con la firma de 175 profesionales médicos, incluido David Galloway, expresidente de la Real Instituto de Médicos y Cirujanosen Glasgow, y Marie Fallon, maestra de medicina paliativa en la Facultad de Edimburgo.

“Como profesionales de la salud, tenemos el deber legal de garantizar la seguridad y el bienestar de nuestros pacientes. Escribimos con gran preocupación por la introducción de un proyecto de ley para legalizar el suicidio asistido”, afirma la introducción de la carta, el “cambio de proteger la vida a hacerla desaparecer es enorme y no debe minimizarse”.

“Cualquier cambio amenazaría la capacidad de la sociedad para resguardar a los pacientes atacables del abuso, socavaría la seguridad del público en los médicos y enviaría un mensaje claro a nuestros pacientes débiles, ancianos y discapacitados sobre el valor que la sociedad les entrega como personas”.

“La prohibición de matar está que se encuentra en casi todas las sociedades civilizadas debido al valor inconmensurable de cada vida humana. Toda persona tiene derecho a la vida en virtud del producto 1 de la Ley de Derechos Humanos de 1998, por lo que absolutamente nadie ha de ser privado intencionalmente de esa vida”, afirmaron.

Expertos de la salud especifican que “una de cada 60 muertes en Bélgica ahora sucede sin el consentimiento del tolerante”, y que esos que están comatosos, confundidos o ancianos “son sacrificados pues sus vidas no se piensan ‘dignas de vivir'”. los pacientes jamás consideran el suicidio asistido a menos que se les sugiera. La despiadado ironía de este sendero es que la legislación introducida, con la buena intención de prosperar las opciones de los pacientes, reducirá las opciones para los más atacables”.

“No quitaríamos la vida de los pacientes, aun si nos lo pidieran, pero por el bien de todos nosotros y de las generaciones futuras, solicitamos que la ley permanezca sin cambios”, concluye la carta.

La miembro del congreso Pam Duncan Glancy también advirtió que los planes para legalizar el suicidio asistido en Escocia serían “peligrosos para las personas con discapacidad”. En un tweet, ha dicho: “Estoy intensamente preocupada por ello. Las personas con discapacidad aún no contamos nuestro derecho a vivir en igualdad. Preferiría que tuviésemos el derecho a vivir consagrado en la ley, bastante antes que el derecho a morir. Hasta que todo sea igual, o sea arriesgado para la gente con discapacidad. Debemos confirmarnos de que la vida sea mejor para la gente con discapacidad que la muerte. Esto significa atención apropiadamente sustentada económicamente, vivienda accesible, ingreso equitativo a la atención médica y al empleo, etc.”.

Si bien el emprendimiento de ley sobre suicidio asistido en Escocia no deja prolongar esta práctica a pacientes terminales y “mentalmente capaces”, otros países que han aprobado una ley similar acabaron ampliándola, como por poner un ejemplo el caso de Canadá.

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