Primer Domingo de Adviento – El Hijo del Hombre Vendrá –
Primer Domingo de Adviento – Vendrá el Hijo del Hombre – Mateo 24, 37-44 – 1 de diciembre de 2019
37. Como fue en los días de Noé, así va a ser en la venida del Hijo del Hombre. 38. En los días antes del diluvio estaban comiendo y tomando, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca. 39. Y los hombres no sabían nada hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos. De esta manera va a ser también en el regreso del Hijo del Hombre. 40. Dos hombres estarán en el campo: uno será tomado, el otro va a ser dejado. 41. 2 mujeres estarán moliendo en exactamente el mismo molino: una va a ser tomada y la otra va a ser dejada. 42 Velad, pues, porque no sabéis la hora en que ha de venir el Señor. 43. Sepan que si el padre de familia supiese a qué hora de la noche vendría el ladrón, velaría y no dejaría ingresar en su casa. 44. Por tanto, estad asimismo preparados por el hecho de que el Hijo del Hombre vendrá en el momento en que menos lo esperéis.” Fuente – Biblia Católica Online
“Atendiendo a la convidación del salmista, deseamos celebrar el comienzo del nuevo año litúrgico con la esperanza de la alegría y la paz. El Adviento es el tiempo de preparación para la Navidad, cuando vamos a celebrar la encarnación del que nos trae la salvación. Dejémonos asesorar por la luz del Señor, para acoger entre nosotros los signos de su reino”. (Liturgia día tras día)
El padre Fábio Siqueira enseñó: “Comenzamos el día de hoy, con el primer domingo de Adviento, un nuevo año litúrgico, que es siempre y en todo momento como un nuevo paso de Dios por nuestras vidas, dándonos la posibilidad de volver una vez más a la fuente de nuestra fe, a fin de que podamos progresar en la vida espiritual.”
El Padre Paulo Bazaglia explicó: “Las puertas del Adviento este año se abren con un artículo de Mateo, el evangelio de la justicia del Reino. Como en los tiempos de Noé, en el momento en que absolutamente nadie se daba cuenta de la falta de justicia, nosotros asimismo nos encontramos alertados. Por el momento no por un diluvio, sino más bien pues el mismo Jesús viene, y con Él empieza una exclusiva historia. Llega al menos lo esperamos, y aún estamos a tiempo de realizar situación la justicia de Dios en nuestro mundo. De ahí la convidación a velar, a estar preparados”.
“Jesús toma una imagen muy conocida, el diluvio que ocurrió en tiempos de Noé, y traza un paralelo entre este acontecimiento y su segunda venida. El mensaje del Maestro es una advertencia a fin de que no nos sorprendamos como a los contemporáneos de Noé, por el hecho de que, al final de cuenta, el Hijo del Hombre va a llegar al menos lo aguardemos”. (Liturgia diaria)
El Papa Francisco lo ha dicho de esta forma: “El Adviento es el tiempo de la eterna presencia y de la espera. Exactamente por eso, es, de modo particular, el tiempo de la alegría, de una alegría interiorizada que ningún padecimiento puede anular. Alegría por visto que Dios se realizó Niño. Esta alegría, invisiblemente que se encuentra en nosotros, nos anima a caminar con seguridad. Modelo y asistencia de este gozo íntimo es la Virgen María, por quien se nos ha brindado al Niño Jesús. Ella, acólita fiel de su Hijo, nos conceda la felicidad de vivir este tiempo litúrgico observadores y diligentes en la esperanza”.
Conclusión:
“Este tiempo de Adviento representa ámbas venidas del Señor; frente todo, la muy, muy dulce venida del “más precioso de los hijos de los hombres” (Sal 45,3), del “Deseado de todos y cada uno de los pueblos” (Ag 2,8 [Vulgata]), del Hijo de Dios que manifestó claramente al planeta, en la carne, su presencia extensamente aguardada y ardientemente deseada por todos y cada uno de los Patriarcas, la venida que lo trajo a este planeta para salvar a los pecadores. Pero este tiempo también nos recuerda la venida que aguardamos con firme promesa y que debemos recordar cada día con lágrimas: la que tendrá lugar en el momento en que exactamente el mismo Señor se manifieste en su gloria, esto es, en el día del juicio, cuando Él hace aparición para juzgar.” (San Elredo de Rievaulx)
Oración: (Prefacio de Adviento)
relaciones públicas: De hecho, es justo y preciso, es nuestro deber y nuestra salvación ofrecer gracias siempre y en todo momento y en todo lugar, Señor, Padre beato, Dios eterno y todopoderoso, por Cristo nuestro Señor, primera vez para efectuar su eterno plan de amor y abrió el sendero de salvación para nosotros, revestido de su gloria, vendrá por segunda vez para concedernos plenamente los recursos prometidos que el día de hoy, vigilantes, aguardamos, siempre, unidos a los ángeles y a todos los beatos, cantando (diciendo) con solo una voz: Santo, Santo, Beato…
Jane Amábile – Con. Divino Espíritu Santurrón
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Esperamos que le gustara nuestro articulo Primer Domingo de Adviento – El Hijo del Hombre Vendrá –
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios