Primer día de la Asamblea de los Capuchinos de América

Cal – En Lima, la ciudad gris de las lluvias pocas, tierra de atractivas montañas desnudas y tráfico frenético, comenzó este lunes (29) la XIII Asamblea Latinoamericana de los Capuchinos (XIII ALAC), que reúne a 40 frailes de América Latina y el Caribe y esenciales representantes de todas y cada una unas partes del mundo, consejeros generales que representan a la Orden en sus diferentes presencias continentales.

Los capuchinos que forman parte en el acercamiento, motivados por el tema “Formación y misión en una exclusiva cultura”, se encuentran en este momento frente a la dura situación de la Orden y de los 20 países que forman el conjunto de naciones.

EN BUSCA DE RESPUESTASEl silencio en la capilla lista en el auditorio de la Fraternidad Padre Santo, en Ñaña, al este de Lima, se debió a: oración mental, a las 6:30 am, ante la Eucaristía.

La primera misa oficial de este ALAC 2018 estuvo presidida por el Asesor General, fray Hugo Mejía Morales, peruano que el día de hoy representa a la América de charla hispana y los países ibéricos.

Charló de las dificultades que deberán afrontar los hermanos, ante una sociedad con tantos retos, y solicitó al Señor que su Espíritu los guarde para que, en estos días, hallen las respuestas a los varios problemas que cada uno uno trae.

El anfitrión del acercamiento, fr.

Gonzalo Cateriano, Ministro provincial del Perú, dio la bienvenida a los superiores invocando la protección de la Virgen.

Los monjes han comenzado presentándose y era común ver que esta es la primera vez para bastantes en el Perú.

“SOMOS DISMINUCIÓN”Fray Štefan Kozuh, Vicario General de la Orden, representó al Ministro General, Fray Mauro Johri, que no pudo asistir por problemas médicos.

El fraile eslavo mencionó que no es novedad para absolutamente nadie “que estamos decreciendo”.

Presentó ejemplos de europa y llamó la atención sobre dado que, si bien hay una “abundancia” de vocaciones en América Latina en frente de la bien difícil situación europea, se trata de una crisis general, no de cantidad, sino más bien de calidad.

Ninguno de nosotros, que de distintas formas estamos implicados en el proceso formativo de los hermanos jóvenes, puede posibilitarse el lujo de dejarse mentir por un desarrollo formativo improvisado de esos jóvenes que llaman a nuestras puertas, y ninguno de nosotros puede dejar que los formados y otros hermanos abajo con una vida mediocre e inconsistente”, ha dicho.

También solicitó que los hermanos, comenzando por los superiores, sean testigos de Cristo, siempre atentos a la conversión, aparte de la “capacitación persistente” y la “conversión permanente”.

LAS ESTADÍSTICAS REQUIEREN REFLEXIÓNEl contexto descrito por el Vicario General de la Orden también aparece en las estadísticas presentadas por Fray Hugo Mejía.

Para el peruano, es esencial que los monjes hablen a partir de estos datos y, en el final de la semana, muestren proposiciones específicas para hacer frente a duras realidades como: la salida de los capuchinos a las diócesis y el abandono definitivo de la vida religiosa, ya a lo largo del proceso formativo.

Terminó presentando algunos retos:

1.

Sostener la Misión en el corazón de la OrdenSegún fray Hugo, las presencias misioneras son las primeras que padecen la disminución numérica del número de monjes.2.

Sostener las instituciones esencialesRepensar la modalidad de asistencia y contribuir a la Orden a sostener sus instituciones fundamentales, como el Colegio En todo el mundo de Roma, donde estudian hermanos de todo el mundo, pero también los cargos laborales en la Curia General y en las Provincias.3.

Apoyar la capacitación de hermanos jóvenesSegún fray Hugo, es importante unir esfuerzos, singularmente en aquellos lugares donde los capuchinos son menos capaces de sostener la formación de jóvenes que quieren ser monjes para el futuro de la vida religiosa franciscano-capuchina.

Fuente: Capuchinos de Brasil /CCBBy Paulo Henrique (Oficina de Comunicación y Prensa, São Paulo – SP)

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