IGLESIA

Parábola del Hijo Pródigo: Estudio Bíblico y Significados

 

La parábola del hijo pródigo exhibe de qué forma Dios nos ama a pesar de nuestros fallos. Dios siempre está presto a perdonar a los que se arrepienten y es feliz en el momento en que Sus hijos regresan a Él.

La parábola del hijo pródigo

Jesús continuó: – El hombre derecho tenía dos hijos. Y el padre repartió los recursos entre ellos.—Tras no varios días, el hijo menor, juntando todo cuanto era suyo, se fue a una tierra lejana, y allí derrochó todos sus bienes en una vida salvaje.—Tras haberlo consumido todo, vino una gran hambre en aquel pais, y comenzo a tener necesidad, asi que fue a soliciar trabajo a entre los habitantes de aquel pais, y lo envio a sus campos a cuidar los puercos. pero nadie le dio nada.

Entonces, recobrando el sentido, dijo: «¡Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen bastante pan, y aquí estoy muriéndome de hambre! Me arreglaré, volveré a mi padre y le diré dile: ‘Padre, he pecado contra Dios y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; trátame como a uno de tus trabajadores.'» Y se vistió y fue a su padre. «Estando aún lejos, su padre lo vio y se compadeció de él, y corrió y lo abrazó y lo besó.

Y el hijo le dijo: «Padre, he pecado contra Dios y contra ti; Por el momento no soy digno de ser llamado hijo tuyo. «El padre, sin embargo, dijo a los sirvientes: «Traigan de manera rápida la mejor ropa y póngansela. Pongan un anillo en su dedo y sandalias en sus pies. Traigan y maten el becerro engordado.

Comamos y celebremos, pues este mi hijo estaba muerto y revivió, se encontraba perdido y fué encontrado». Y empezaron a celebrar. En este momento el hijo mayor estaba en el campo. En el camino de regreso, cuando se acercaba a la vivienda, oyó música y baile. Llamó a entre los sirvientes y le preguntó qué era eso. Logró matar al ternero engordado».

—El hijo mayor se indignó y no quiso entrar. Pero su padre salió y trató de persuadirlo a fin de que entrara. Pero él le dijo a su padre: «Te he servido a lo largo de tantos años y jamás he transgredido tu mandamiento. Pero cuando vino este hijo tuyo, que desapareció con tu recursos, gastándolo todo en putas, ¡hacías matar por él el ternero engordado!» — Entonces el padre respondió: «Hijo mío, siempre y en todo momento andas conmigo, todo lo que tengo es tuyo. Pero teníamos que celebrar y alegrarnos, pues este hermano tuyo se encontraba muerto y ha vuelto a la vida, se encontraba perdido y fué encontrado.” Lucas 15:11-32

Resumen de la historia del hijo pródigo

La parábola del hijo pródigo charla de un hombre que tenía dos hijos. Un día el hijo menor pidió su parte de la herencia y salió a “gozar de la vida”. El joven gastó todo en sus placeres y terminó en la pobreza.

Entonces hubo una hambruna en el lugar donde estaba y el único trabajo que logró para sobrevivir fue cuidando cerdos, que eran animales considerados repulsivos por los judíos (14Tras haberlo gastado todo, hubo una enorme hambre en toda aquella región, y él empezó a tener necesidad.15Conque fue a buscar empleo con entre los ciudadanos de esa región, quien lo envió a su campo a cuidar cerdos.dieciséisQuería completar su estómago con las algarrobas que comían los cerdos, pero absolutamente nadie le daba nada.”>Lucas 15:14-16).

¡El joven tenía tanta hambre que hasta deseaba comer la comida de los cerdos! Entonces se acordó de la casa de su padre, donde hasta los sirvientes comían bien. se arrepintió y decidió regresar a casa, pedirle perdón a su padre y pedirle un trabajo como sirviente (17“Dándose cuenta de sí mismo, ha dicho: ‘¡Cuántos de los criados de mi padre tienen bastante comida, y aquí estoy yo muriéndome de apetito!18Partiré y volveré a mi padre y le afirmaré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.19Ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; trátame como a uno de tus siervos.»>Lucas 15:17-19).

En el momento en que el padre vio venir a su hijo de lejos, corrió a su acercamiento y lo recibió con alegría. El hijo pidió perdón e intentó pedir trabajo, pero el padre lo detuvo, llamando a los sirvientes para que trajeran ropa nueva para el hijo y prepararan un banquete (22“Pero el padre ha dicho a sus sirvientes: ‘¡Apúrense! Trae la mejor ropa y póntela. Ponle un anillo en el dedo y zapatos en los pies.23Trae el becerro engordado y mátalo.

Hagamos una fiesta y seamos felices.24Para ello mi hijo se encontraba fallecido y ha vuelto a la vida; se encontraba perdido y ha sido encontrado’. Y comenzaron a festejar su regreso.»>Lucas 15:22-24). El padre no estaba enojado ni desilusionado; ¡Se encontraba feliz de que su hijo hubiese regresado sano y salvo!

Cuando el hijo mayor llegó a casa del trabajo, la fiesta ahora había empezado. Escuchó que su hermano menor había regresado, y en lugar de estar feliz, ¡se encontraba enojado! Su padre vino a charlar con él y el hijo le explicó que siempre y en todo momento trabajaba y hacía todo para agradar a su padre sin recibir nada a cambio.

En este momento se sintió agraviado pues su padre le había hecho una fiesta a su poco responsable hermano, solo porque había llegado a casa (29Pero él le respondió a su padre: ‘¡Mira! todos estos años he trabajado como un esclavo a tu servicio y jamás he desacatado tus órdenes. Pero jamás me diste no un cabrito para que pudiera celebrar con mis amigos.30Pero en el momento en que vuelva a casa ese hijo tuyo, que ha despilfarrado tus bienes con rameras, ¡matarás para él el becerro engordado!'»>Lucas 15:29-30).

El padre explicó que todo lo que tenía pertenecía al hijo mayor. Pero la celebración fue importante porque antes era como si el hijo menor estuviese fallecido y ¡en este momento ha vuelto a la vida! El padre no se encontraba festejando los fallos de su hijo, sino más bien su cambio de vida (31“El padre ha dicho: ‘Hijo mío, siempre y en todo momento andas conmigo, y todo cuanto tengo es tuyo.32Pero teníamos que festejar el regreso de este hermano tuyo y regocijarnos, pues estaba fallecido y volvió a la vida, se encontraba perdido y fué encontrado’ «.»>Lucas 15:31-32).

Estudio y Explicación de la Parábola del Hijo Pródigo

Una parábola es una historia corta que asiste para comprender una verdad complicada. Jesús contó la parábola del hijo pródigo para explicar la relación de Dios con el pecador.

Esta parábola aparece solo en el Evangelio de Lucas, siguiendo otras dos parábolas mucho más cortas, la Parábola de la Oveja Perdida y la Parábola de la Moneda Perdida. La pequeña trilogía traída por Jesús habla de los perdidos.

Propósito

Cristo llama la atención sobre el cariño y la gracia de Dios, al buscar y perdonar al pecador perdido. Las imágenes de los 3 cuentos, del pastor de las ovejas, la mujer y el padre piadoso, apuntan a Dios y su misericordia que salva y acoge a su pueblo arrepentido. Él es indulgente y quiere tenernos siempre y en todo momento a su lado, por amor.

El otro punto esencial se refiere a la actitud adecuada de considerar preciosa la salvación de los demás. Pasando por diferentes esferas de valor (desde una oveja perdida, una moneda y un ser humano), el énfasis aquí se da a las personas en el Reino de Dios. Jesús resalta que es propio tener gozo con Dios por el arrepentimiento de los perdidos que vuelven a casa.

Jesús también busca a través de estas ilustraciones advertir a los religiosos y fariseos por no haber acogido con bondad a los pecadores arrepentidos.

Contexto

El contexto de la Parábola del Hijo Pródigo nos muestra que Jesús tiene un público diverso: por una parte están los religiosos, fariseos y por otro los publicanos (recaudadores de impuestos de Roma) y pecadores. Estos tenían una conducta inmoral, que era contraria a la Ley de Dios. Por esta razón fueron completamente excluidos de las actividades religiosas de los judíos. Fueron marginados por la buena gente, menospreciados y considerados la escoria de la sociedad. Pero se aproximaron a Jesús para estudiar de Él (1Todos los publicanos y los pecadores se reunían para escucharlo.»>Lucas 15:1).

Letras y números:

El padre – como el Padre celestial, amoroso, que espera, da perdón total y recibe con alegría

el hijo menor – se semeja a los perdidos y transgresores, decididos a buscar satisfacción lejos de la vivienda del padre. Pero el gozo es corto en la tierra del olvido de Dios. Nada llena el vacío de la ausencia del Padre.

el hijo mayor – ilustra el espíritu orgulloso y despectivo de los religiosos y fariseos que odiaban la existencia de los pecadores, juzgándose mejores y más dignos que el resto.

Concepto y aplicaciones de la parábola del hijo pródigo

Esta es una hermosa ilustración del amor universal y también incondicional de Dios por los humanos descarriados. Él es el Dios que espera, disculpa, sale al encuentro y acoge a los niños perdidos.

  • Dios es nuestro padre amoroso, con diferentes hijos en su hogar. Protege, cuida, da seguridad y leal compañía a todos sus hijos.
  • En el momento en que pecamos, somos como el hijo pródigo, dejando a su padre desaprovechando su vida.
  • Cambiamos el «ser» hijos por el «tener» la herencia. Despilfarramos nuestros dones y talentos por tesoros mundanos.
  • El pecado destroza la vida y quita las bendiciones que Dios nos ofrece. Por eso el hijo menor siente la necesidad, y busca por sí solo saciar su apetito existencial.
  • En la tierra distanciada del Padre hay apetito de valores, de sentido de la vida, hambre de promesa y de relaciones verdaderas.
  • El joven «recobró el sentido». A veces ciertas crisis nos harán tener una caída saludable. Admite que el más destacable sitio para estar es en la presencia de Dios.
  • El hijo pródigo que vuelve a casa representa a aquellos que se arrepienten de sus pecados, pidiendo perdón a Dios.
  • Dios siempre y en todo momento toma la iniciativa de perdonarnos. Espera con ansias el regreso de su hijo.
  • El padre corrió al acercamiento del niño. Esto revela el perdón total y la restauración de la relación.
  • Dios está muy feliz de perdonar a los que se arrepienten. Acoge con amor y cariño, sin almacenar rencor.
  • Siempre y cuando alguien se arrepiente, ¡Dios organiza una fiesta! Él restaura y transforma, dando una segunda ocasión.
  • Como los fariseos legalistas, nosotros asimismo podemos ser como el hermano mayor.
  • Cuando somos obedientes a Dios, no tenemos la posibilidad de juzgarnos a nosotros mejor que los demás.
  • Como hijos, debemos rememorar el amor incondicional del Padre. Dios no nos ama por las cosas que hacemos para Él. ¡Dios nos ama porque somos sus hijos!
  • Así como Dios disculpa a los perdidos, todos debemos perdonar y regocijarnos en la salvación de los pecadores.
  • Es muy simple sentirse “agraviado” (con envidia) cuando otra persona “menos digna” es bendecida por Dios. Pero el arrepentimiento debe ser una fuente de enorme alegría para todos nosotros.
  • Cuando dejamos ir la envidia y el rencor, vemos que Dios asimismo nos ofrece muchas bendiciones que tenemos la posibilidad de explotar. No poseemos por qué razón estar celosos.

 

 

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