Papa: un corazón endurecido nos hace perder la fidelidad a

Papa: un corazón endurecido nos hace perder la fidelidad a

Oír la voz del Señor para no endurecer nuestro corazón: esta es la invitación del Papa Francisco mientras que festeja la misa en la capilla de Casa Santa Marta.

Débora Donnini – Localidad del Vaticano

El Papa Francisco festejó una misa en la mañana de este jueves (28/03) en la capilla de Casa Santa Marta y en su homilía logró una fuerte invitación a la conversión.

Hablando la liturgia del día, el Papa advirtió del peligro de tener un corazón que no escucha la voz del Señor y, continuando así a lo largo de “días, meses y años”, se vuelve como “la tierra sin agua”. , se endurece.

En el Evangelio de el día de hoy, Jesús es claro: “El que no está conmigo, está contra mí”. “O tienes un corazón obediente o pierdes la fidelidad”, comentó Francisco.

El riesgo de perder la lealtad

“De forma frecuente somos sordos y no escuchamos la voz del Señor. Sí, oímos las novedades, el chisme del vecindario: eso es lo que oímos en todo momento”.

El Señor os exhorta a oír su voz y no endurecer vuestro corazón. La Primera Lectura, tomada del profeta Jeremías, detalla precisamente esta experiencia de Dios en frente de “un pueblo testarudo, que no quiere percibir”, ha dicho enérgicamente el Papa. Este pasaje de Jeremías es, por consiguiente, “un pequeño llanto del Señor”: Dios manda al pueblo a escuchar su voz, relacionándola con la promesa de que él será siempre y en todo momento vuestro Dios y “vosotros vais a ser mi pueblo”.

Pero la multitud no lo escuchó y no hizo caso; por el contrario, “siguiendo las malas inclinaciones del corazón, caminaron hacia atrás y no hacia adelante y en vez de dirigirse a mí, me dieron la espalda”. El Papa solicitó a todos que reflexionen sobre si no hicieron lo mismo.

Siempre en la Primera Lectura, Dios recuerda que, desde que salió de Egipto, envió a “todos sus siervos los profetas”, pero no fue escuchado. Más bien, “persistieron en el fallo, obrando aún peor que sus progenitores”. “Si hablas todas estas cosas”, dice el Señor, “no te van a escuchar” y acaba con “esta triste declaración” que “es testimonio de muerte”: “la fe está fallecida”.

Un pueblo sin lealtad, que ha perdido el sentido de la lealtad. Y esta es la pregunta que el día de hoy la Iglesia desea que nos hagamos a todos nosotros: ¿He perdido la lealtad al Señor? – “No, no, voy a misa todos cada domingo…” – Sí, sí: pero esa fidelidad del corazón: ¿he perdido esa fidelidad o mi corazón es duro, obstinado, sueco, no deja ingresar al Señor, te las arreglas solo con tres o 4 cosas y después haces lo que deseas? Esta es una pregunta para todos nosotros: todos debemos hacerla, pues para eso es la Cuaresma, para reevaluar el estado de nuestro corazón. “Escucha la voz del Señor el día de hoy” es la invitación de la Iglesia. “No endurezcáis tu corazón”. Cuando alguien vive con un corazón duro, que no escucha al Señor, va más allá de no escucharlo y cuando hay algo del Señor que no le agrada, lo deja de lado con algún pretexto, desacreditando al Señor, calumniando y calumniarlo.

Jesús afirma: el que no está conmigo, está contra mí

“Eso es lo que le pasó a Jesús ya la multitud”, ha dicho el Papa hablando el Evangelio del día, para argumentar lo que significa desacreditar al Señor. Jesús hizo milagros, curó a los enfermos y estos obstinados ¿qué dijeron? “Es por medio de Belcebú que Él expulsa los demonios”, recordó Francisco, y agregó que “desacreditar al Señor” es “el penúltimo paso de este rechazo”. El “último paso del que no hay vuelta atrás es la blasfemia contra el Espíritu Santo”, siguió el Papa, recordando las fuertes expresiones de Jesús al final del Evangelio:

Jesús trata de persuadirlos, pero falla… Y en el final, tal como el profeta acaba con esta frase clara – “la fe ha muerto” – Jesús termina con otra oración que nos puede ayudar: “El que no está conmigo, está contra mí” . “No, no, estoy con Jesús, pero guardando alguna distancia, no me acerco mucho”: no, eso no existe. O estás con Jesús o contra Jesús; es fiel o infiel; o tiene un corazón obediente o ha perdido la lealtad. Todos nosotros piensa, hoy, a lo largo de la Misa y después durante el día: piensa un poco. “¿De qué manera está mi lealtad? Yo, para negar al Señor, ¿busco algún motivo?”. No pierdas la promesa. Y esas dos expresiones – “la fe está fallecida” y “el que no está conmigo está contra mí” – todavía dejan espacio para la promesa, incluidos nosotros.

volver al señor

El Papa concluye la homilía recordando, no obstante, que nos encontramos llamados a volver al Señor, como nos exhorta en la Aclamación del Evangelio: “Volved a mí de todo corazón”, afirma el Señor, “que soy misericordioso y piadoso”. “Sí, tu corazón es tan duro como esta piedra, en tantas ocasiones me desacreditaste para no obedecerme, pero aún hay tiempo”:

“Volved a mí con todo vuestro corazón”, afirma el Señor, “que soy misericordioso y piadoso: me olvidaré de todo. Me importa que vengas. Eso es lo que importa, afirma el Señor. Y olvídate de todo lo demás. Este es un tiempo de misericordia, de piedad del Señor: abramos nuestro corazón para que Él venga a nosotros.

Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa: un corazón endurecido nos hace perder la fidelidad a
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios