Papa: no todo se puede solucionar con justicia, es necesario
Papa: no todo se puede arreglar con justicia, hay que perdonar para ser perdonado
“En el comportamiento divino, la justicia está empapada de misericordia, al tiempo que el accionar humano se limita a la justicia. Jesús nos exhorta a abrirnos con valentía al poder del perdón, porque no todo en la vida se soluciona con la justicia”. relaciones humanas.
Jackson ErpenVatican News
“Perdonar no es algo actualmente, es algo continuo contra este rencor, este odio que regresa. Pensemos en el final, dejemos de odiar (…). ¡Cuántos sufrimientos, cuántas laceraciones, cuántas guerras se podrían evitar si el perdón y la clemencia fuesen el camino de nuestra vida!”.
Inspirándose en el pasaje de San Mateo (Mt 18, 21-35), propuesto por la liturgia del día, el Papa dedicó su reflexión en el Ángelus este XXIV Domingo del Tiempo Ordinario al perdón, resaltando que debemos “utilizar el amor misericordioso en las relaciones humanas”.
Dirigiéndose a un número cada vez mayor de leales y turistas presentes en la Plaza de San Pedro para el clásico acercamiento dominical, Francisco pidió que la intercesión de la Madre de Dios nos recuerde siempre y en todo momento cuánto debemos a Dios: “si no hacemos el esfuerzo de perdonar y querer, tampoco vamos a ser perdonados y amados.”
Jefe indulgente y compasivo
El corazón de la parábola del rey misericordioso contada por Jesús es la indulgencia que el amo muestra hacia el siervo con la mayor deuda.
La súplica “Dame tiempo y te lo pagaré todo” se encuentra un par de veces en la parábola, el Papa empezó enseñando:
“La primera vez la pronuncia el siervo que debe a su amo diez mil talentos, una suma colosal, hoy serían millones de euros. La segunda vez la repite otro sirviente del mismo amo. También está en deuda, no con su amo, sino más bien con el mismo sirviente que tiene una gran deuda. Y su deuda es pequeñísima, tal vez como el salario de una semana”.
El jefe, como lo describe el evangelista, tuvo compasión, jamás olvides esta palabra. Jesús tuvo compasión – , dejó ir al siervo, perdonando su deuda. Como la deuda era enorme, también lo era el perdón.
Pero el sirviente, por su parte, tras ser perdonado, se muestra inexorable con su compañero que le debe una módica suma, y lo manda a prisión hasta el momento en que salde su pequeña deuda. El amo se impropia al enterarse, llama al siervo malvado y lo realiza condenar: “¿Pero yo te excusé tanto y tú eres inútil de perdonar tan poco?”.
En el accionar divino, la justicia está impregnada de misericordia
Francisco enseña que en la Parábola encontramos 2 reacciones distintas: la de Dios -representada por el rey, que disculpa tanto, por el hecho de que Dios siempre y en todo momento excusa- y la del hombre:
“En el accionar divino, la justicia está impregnada de clemencia, al paso que el comportamiento humano se restringe a la justicia. Jesús nos exhorta a abrirnos con valentía al poder del perdón, porque no todo en la vida se resuelve con justicia, eso lo entendemos”.
En efecto, “es requisito este amor misericordioso”, que es asimismo el fundamento de la contestación del Señor a el interrogante de Pedro sobre cuántas veces debe perdonar a un hermano que peca contra él.
Aplicar el amor misericordioso en las relaciones humanas
El “setenta ocasiones siete”, en el lenguaje simbólico de la Biblia, “significa que estamos llamados a perdonar siempre”:
“¡Cuántos sufrimientos, cuántas laceraciones, cuántas guerras se podrían evitar si el perdón y la clemencia fuesen el camino de nuestra vida! Incluso en familia. Cuantas familias rotas, que no se saben perdonar, cuantos hermanos y hermanas que tienen este rencor. Es necesario utilizar el cariño misericordioso en todas las relaciones humanas: entre esposos, entre padres y también hijos, en nuestras comunidades, en la Iglesia, y asimismo en la sociedad y en la política”.
El perdón es una pelea continua contra el resentimiento.
El Papa recordó entonces la Misa celebrada por la mañana, en el momento en que se sintió intensamente conmovido por una frase del Libro del Eclesiástico: “Acuérdate de tu fin, y deja de odiar”, exhortando al ejercicio continuo del perdón:
“Hermosa oración! ¡Pero piensa en el desenlace! Considera que vas a estar en un ataúd y vas a llevar el odio allí. ¡Piensa en el final, deja de odiar! Deja ir el rencor. Pensemos en esta frase tan emocionante: “Recuerda tu final y deja de odiar”. Y no es fácil perdonar, por el hecho de que en instantes de calma alguien dice: “Sí, pero ellos o él me hicieron todo, pero yo asimismo hice tantas cosas. Es mejor perdonar que ser perdonado”. Pero entonces regresa el resentimiento, como una molesta mosca en el verano que viene y va y regresa… Pensemos en el final, dejemos de odiar.
Así – concluyó el Papa – esta parábola “nos ayuda a entender de forma plena el significado de aquella oración que rezamos en el Padrenuestro: “Disculpa nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”:
“Estas expresiones contienen una verdad definitiva. No tenemos la posibilidad de reclamar el perdón de Dios para nosotros si, por su parte, no concedemos el perdón a nuestro prójimo. Es una condición: meditar en el final, en el perdón de Dios y dejar de odiar, espantar el rencor, esa molesta mosca que regresa y da vueltas y vueltas. Si no nos esmeramos en perdonar y amar, tampoco seremos perdonados y amados”.
Encomendémonos a la intercesión maternal de la Madre de Dios: que ella nos asista a darnos cuenta de cuánto debemos a Dios ya recordarlo siempre y en todo momento, para tener el corazón abierto a la misericordia y al bien.
Como esto:
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Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa: no todo se puede solucionar con justicia, es necesario
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios