Papa: No tengamos antes la espiritualidad del maquillaje

Papa: No tengamos antes la espiritualidad del maquillaje

“Por favor, no maquillen la espiritualidad: es poco entretenido. Delante de Dios: solo agua y jabón. Sin maquillaje, el alma como és es” El abrazo del Papa a la red social de Asti, en el norte de Italia, se produjo en la mañana del domingo 20 en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción con ocasión de la Solemnidad del Señor…

“Por favor, no maquillen la espiritualidad: es poco entretenido. Delante de Dios: solo agua y jabón. Sin maquillaje, el alma como es”

El abrazo del Papa a la comunidad de Asti, en el norte de Italia, se produjo en la mañana del domingo 20 en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción con motivo de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo. Después de recorrer la ciudad y saludar de cerca a mucho más de 20.000 personas dentro del papamóvil, Francisco inició su segundo y último día en la región del Piamonte, tierras de donde su padre emigró a Argentina y de donde vino a “redescubrir el sabor de las raíces”. , ha dicho el Pontífice en su homilía, refiriéndose al Evangelio de la liturgia de el día de hoy que “nos lleva a las raíces de la fe” que se encuentran en la “tierra estéril del Suplicio”.

Nuestro Rey con los brazos libres

El Pontífice invitó a los presentes a fijar la mirada en Cristo Crucificado, desnudo en la cruz, que ganó la imagen de la realeza mediante una señal en la cruz. Francisco advirtió que al ver a Jesús se invierte la idea de un rey, “observamos que es completamente diferente. No se sienta en un trono cómodo, sino se comporta como un siervo clavado en la cruz por los poderosos, “desposeído de todo, pero abundante en amor”.

“Desde el trono de la cruz, por el momento no enseña de palabra a las multitudes, ni levanta la mano para enseñar; hace más: no señala con el dedo a absolutamente nadie, sino que abre los brazos a todos. De esta manera actúa nuestro Rey: con los brazos libres – la brasa mantiene”.

El Papa reflexionó asimismo que sólo accediendo en su abrazo se puede comprender que Dios se dejó llevar a la paradoja de la cruz para abrazar a todos: “nuestra muerte, nuestro padecimiento, nuestras pobrezas, nuestras fragilidades”.

“Aquí está nuestro Rey, Rey del cosmos, pues atravesó los rincones más recónditos de la raza humana, entró en los orificios negros del odio y del abandono para alumbrar cada vida y abrazar toda la verdad. Hermanos, hermanas, ¡tal es el Rey que festejamos hoy! No es sencillo de comprender, pero es nuestro Rey”.

Francisco mencionó a que este es el modelo a seguir y celebrar y con esto invitó a los cristianos católicos a colocarse frecuentemente frente a los crucificados y proporcionarles la posibilidad de dejarse querer por Él.

“Pero Señor, ¿es cierto? Con mis miserias, ¿me amas de este modo? En este momento, cada uno de ustedes piensa en su pobreza: ‘¿Pero me aman con estas pobrezas espirituales que tengo, con estas limitaciones?’ Y Él sonríe y nos hace darnos cuenta de que Él nos ama y dio Su historia por mí. Pensemos un tanto en nuestras restricciones, incluso en las cosas buenas, y Él nos ama tal como somos, tal como somos en este momento”.

Recordó que ante la imagen del Dios que ve los límites, Él no es desconocido allí arriba en los cielos, poderoso y lejano, no; “un Dios cercano, la cercanía es el estilo de Dios: proximidad, con inocencia y misericordia. Este es el estilo de Dios. No posee otro estilo.

Cercana, misericordiosa y tierna. Tierna y clemente, cuyos brazos abiertos reconfortan y acarician. ¡He aquí nuestro Rey!”

El contagio mortal de la indiferencia

Tras haber contemplado a Jesús en la cruz, el Papa preguntó, ¿qué más podemos realizar? Siendo sólo un espectador, esa enorme mayoría curiosa y también indiferente que solo observa y evalúa “observando el espectáculo sanguinolento del final ignominioso de Cristo”; o que se aventura y se involucra. El primer grupo, advirtió el Pontífice, forma parte de una “ola del mal”, que “es contagiosa”, como una “enfermedad contagiosa” que acaba por transformarnos en “cristianos de fachada, que dicen creer en Dios y desean la paz, pero no oran ni se preocupan por el resto”.

Es el contagio letal de la indiferencia. Una enfermedad fea es la indiferencia, ¿sabes? ‘Esto no me toca a mí, no me toca a mí…’ indiferencia hacia Jesús y también indiferencia asimismo hacia los enfermos, hacia los pobres, hacia los miserables de la tierra. Me gusta preguntarle a la gente, y les solicito a todos ustedes; Sé que todos vosotros da limosna a los pobres, y os pregunto: ‘Cuando das limosna a los pobres, ¿los miras a los ojos? ¿Eres con la capacidad de mirarlos a los ojos? ¿De ese pobre hombre o mujer que te solicita limosna? Cuando das limosna a los pobres, ¿tiras la moneda al suelo o les tocas la mano? ¿Eres con la capacidad de tocar una miseria humana? Cada individuo entonces hace la contestación el día de hoy. Esas personas eran indiferentes. Aquellas personas hablan de Jesús, pero no sintonizan con Jesús. Y ese es el contagio letal de la indiferencia: que crea distancia con la miseria.

La ola de bien para los comprometidos

Mientras tanto, entre los muchos espectadores en el territorio del Calvario, prosiguió el Papa, hay quienes se aventuran y se implican. Y el Evangelio habla del “buen ladrón para invitarnos a vencer el mal, dejando de ser espectadores. ¿Y por dónde empezamos? De seguridad, de llamar a Dios por su nombre”, indicó Francisco, sin maquillar:

“Por favor, no maquillen la espiritualidad: es aburrido. Enfrente de Dios: solo agua y jabón. Sin maquillaje, el alma como es. Y de ahí viene la salvación”.

“Hermanos, hermanas, el día de hoy nuestro Rey nos mira desde la cruz. Es dependiente de nosotros seleccionar si ser espectadores o participar. Observamos las crisis de hoy, el declive de la fe, la carencia de participación… ¿Y nosotros qué hacemos? ¿Nos limitamos a teorizar, a criticar, o nos arremangamos, nos comprometemos en la vida, pasamos del “si” de las excusas al “sí” de la oración y el servicio? Todos creemos comprender lo que anda mal en la sociedad, en el mundo, aun en la Iglesia, pero entonces… ¿hacemos algo? ¿Ponemos nuestras manos en la masa, como nuestro Dios clavado en un árbol, o sencillamente observamos con las manos en los bolsillos?

Fuente: Canção Nova

Pío


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Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa: No tengamos antes la espiritualidad del maquillaje
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Biblia