Papa: la relación gratuita con Dios nos ayuda a
No hay relación con Dios fuera de la gratuidad. De esta manera lo ha recordado esta mañana el Papa, exhortándonos a ensanchar el corazón para recibir la felicidad y, en la vida espiritual, a no resbalar “en el pago”.
Debora Donnini, Silvonei José – Ciudad del Vaticano
Da gratis lo que has recibido de Dios gratis. La homilía del Papa Francisco esta mañana en Casa Santa Marta debe ver con la gratuidad de Dios y, por tanto, con la gratuidad de darse a los demás, ya sea con el testimonio o con el servicio. La invitación es, por consiguiente, a ensanchar el corazón para que llegue la gracia. La felicidad, en verdad, no se puede obtener. Y para ser útil al pueblo de Dios, no emplearlos.
La vocación es servir, no “emplear”
La reflexión del Papa Francisco parte del pasaje evangélico de hoy (Mt 10,7-13) sobre la misión de los apóstoles, la misión de cada católico, para ser enviado. Un católico no puede quedarse quieto”. Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad fuera demonios”. Esta, entonces, es la misión y se trata de una “vida de servicio”.
La vida cristiana es para ser útil. Es realmente triste cuando podemos encontrar cristianos que al principio de su conversión o de su conciencia de ser cristianos sirven, están abiertos a servir, sirven al pueblo de Dios, y luego terminan utilizando al pueblo de Dios. Esto hace tanto daño, tanto daño al pueblo de Dios. La vocación es “servir”, no “emplear”.
agrandar el corazón
La vida cristiana es entonces “una vida de gratuidad”. Todavía en el pasaje evangélico propuesto por la liturgia de hoy, el Señor va al corazón de la salvación: “Gratis lo recibisteis, de forma gratuita lo tenéis que dar”. La salvación “es imposible obtener”, “se nos da de forma gratuita”, nos recuerda el Papa, resaltando que Dios, en efecto, “nos salva de forma gratuita”, “no nos hace pagar”. Y como Dios ha hecho con nosotros, de esta manera “debemos realizar con el resto”. Y precisamente esta gratuidad de Dios “es una de las cosas mucho más bellas”.
A sabiendas de que el Señor está lleno de dones para ofrecernos. Solo solicita una cosa: que nuestro corazón esté abierto. En el momento en que decimos “Padre nuestro” y rezamos, abrimos nuestro corazón para que llegue esta gratuidad. No hay relación con Dios fuera de la gratuidad. A veces, en el momento en que necesitamos algo espiritual o una gracia, decimos: “Bueno, en este momento voy a ayunar, haré penitencia, haré una novena…”. Está bien, pero cuidado: esto no es “abonar por la gracia, “obtener” la gracia; esto es para ensanchar tu corazón a fin de que la gracia logre venir. La felicidad es gratis.
Todos y cada uno de los recursos de Dios son gratis –continúa el Papa Francisco– pero advierte que el problema es que “el corazón se encoge, se cierra” y no es capaz de recibir “tanto amor gratuito”. No hay que negociar con Dios, recuerda el Papa, “es imposible negociar con Dios”.
ofrecer gratis
Entonces la invitación a ofrecer gratis. Y esto, subraya el Papa, es singularmente “para nosotros, pastores de la Iglesia”, “para no vender la felicidad”. “Duele bastante, ha dicho, en el momento en que hay pastores” que hacen negocios con la felicidad de Dios: “Hago esto, pero cuesta tanto, tanto…”. La gracia del Señor es gratuita y “tú – ha dicho – debes darla gratuitamente”.
En nuestra vida espiritual siempre nos encontramos en peligro de deslizarnos en el pago, siempre, aun hablando con el Señor, tal y como si quisiéramos ofrecerle un soborno al Señor. ¡No! ¡No va de esa forma! No vayas por ese camino. “Señor, si haces esto por mí, te voy a dar esto”, no. Hago esa promesa, pero ensancha mi corazón para recibir lo que hay gratis para nosotros. Esta relación de gratuidad con Dios es la que nos ayudará a tenerla después con los demás, así sea en nuestro testimonio católico o en el servicio cristiano y en la vida pastoral de quienes son pastores del Pueblo de Dios. En el camino. La vida cristiana es caminar. Predicar, servir, no “explotar”. Sirva y dé de forma gratuita lo que ha recibido gratuitamente. Que nuestra vida de santidad sea ese ensanchamiento del corazón, a fin de que la gratuidad de Dios, las gracias de Dios que están ahí, de forma gratuita, que Él nos quiere ofrecer, lleguen a nuestro corazón. Que así sea.
Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa: la relación gratuita con Dios nos ayuda a
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Cosas interesantes de saber el significado : Dios
