RELIGION CRISTIANA

Papa: La oración no hace magia, hay que rezar

Papa: La oración no hace magia, hay que rezar

Papa: La oración no hace magia, hay que rezar con humildad

Imagen de la Audiencia General del 26 de mayo de 2021

“La oración no es una varita mágica, sino un diálogo con Dios”, ha dicho Francisco en la audiencia general, recordando que el mal es dueño del penúltimo día, jamás del último. “Este forma parte a Dios, y es el día en que se realizarán todos y cada uno de los anhelos humanos de salvación”.

Bianca Fraccalvieri – Localidad del Vaticano

La seguridad de ser escuchado: este fue el tema de la catequesis del Papa Francisco en la Audiencia General de este miércoles (26/05), celebrada con la existencia de los fieles en el patio interior del Palacio Apostólico.

El Pontífice añadió un capítulo más a su serie sobre la oración, comentando de frases que parecen quedar sin contestación, algo que podemos interpretar como un escándalo. Francisco citó las varias frases por el fin de los enfrentamientos, con guerras en curso en muchos países como Yemen y Siria.

Pero uno podría preguntarse: “Si Dios es Padre, ¿por qué razón no nos escucha? Todos poseemos esta experiencia”, dijo Francisco: todos rezamos por la restauración de un amigo, un padre, una madre, que luego falleció.

La oración no es una varita mágica, sino más bien un diálogo con Dios

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Una aceptable respuesta la contiene el Catecismo, ha dicho el Papa, que advierte del peligro de editar la relación con Dios en algo mágico, y no en una genuina experiencia de fe. “La oración no es una varita mágica, sino más bien un diálogo con Dios”.

De hecho, podemos caer en la intención de que Dios debe servirnos, y no al revés. Que Él debe cumplir nuestros deseos, sin que aceptemos otros proyectos. Pero la humildad es la primera condición. Jesús tuvo la gran sabiduría de poner en sus labios el “Padre Nuestro”, pidiendo que la intención del Padre se cumpliera en el planeta.

Francisco también advierte contra las súplicas por fundamentos inciertos, como derrotar al enemigo en la guerra, sin cuestionar lo que Dios piensa de esa guerra.

“Es fácil redactar bajo el lema ‘Dios está con nosotros’; varios tienen prisa por cerciorarse de que Dios está con ellos, pero pocos se encargan de revisar que de hecho están con Dios”.

El tiempo de Dios no es nuestro tiempo.

En la oración, ha dicho el Papa, es Dios quien debe convertirnos, no nosotros quienes debemos convertirlo a Él. “Es humildad”, debemos orar pidiendo a Dios que convierta nuestro corazón, pidiendo lo que conviene y lo que es preferible para mi salud espiritual.

Sin embargo, el escándalo continúa: cuando los hombres oran con un corazón sincero, cuando una madre ora por un niño enfermo, ¿por qué Dios en ocasiones semeja no escuchar?

Para el Pontífice, para contestar a esta pregunta es necesario meditar con tranquilidad los Evangelios. A veces, Jesús sana instantaneamente a un enfermo que solicita misericordia, a veces no, como en el caso de la mujer cananea.

“Todos hemos tenido esta experiencia. Cuántas veces hemos pedido felicidad, un milagro y no pasó nada. Entonces, transcurrido un tiempo, las cosas cayeron en su rincón, pero a la forma de Dios, a la manera divina, no como yo deseaba en ese momento. El tiempo de Dios no es nuestro tiempo.

El mal es dueño del penúltimo día, jamás del último

Como un ejemplo, citó a la hija de Jairo, quien acaba muriendo a pesar de que le suplicó clemencia al Mestre. Esto parece el epílogo, pero Jesús le afirma al padre: “No temas, ten fe”. “Es la fe la que sostiene la oración”, dijo el Papa. Y, en verdad, Jesús despertará a la niña de su sueño. Pero por un tiempo, Jairo debió caminar en la obscuridad, solo con la llama de la fe.

La oración de Jesús al Padre en Getsemaní asimismo parece quedar sin contestación. Pero el Sábado Beato no es el capítulo final, porque al tercer día está la resurrección: el mal es dueño del penúltimo día, nunca del último. Esto forma parte a Dios, y es el día en que se cumplirán todos los anhelos humanos de salvación.

“Aprendamos esta humilde paciencia de esperar la gracia del Señor, de aguardar el último día. Frecuentemente el penúltimo es horrible, por el hecho de que el sufrimiento humano es horrible. Pero el Señor está allí. Y en el último día Él lo arregla todo”.

V

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Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa: La oración no hace magia, hay que rezar
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
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