Papa: la creación gime, la pandemia es una encrucijada
“La desintegración de la biodiversidad, el aumento vertiginoso de las catástrofes climáticas, el encontronazo desmedido que la actual pandemia tiene sobre los más pobres y frágiles son señales de alarma frente a la codicia desmandada del consumo”, dice el Papa en su mensaje por la Día Mundial de Oración por la Creación.
Bianca Fraccalvieri – Novedades del Vaticano
El 1 de septiembre se festeja la Día Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación para la familia cristiana; y con ella empieza el Tiempo de la Creación que acaba el 4 de octubre, memoria de San Francisco de Asís.
Durante este período, los cristianos de todo el mundo renuevan su fe en Dios Constructor y se unen de manera especial en la oración y la acción por la preservación de su casa común.
Inaugurando este Tiempo de la Creación, se dio a saber el mensaje del Papa Francisco, cuyo tema es “Jubileo por la Tierra», teniendo en cuenta que este año se cumple el quincuagésimo aniversario del Día de la Tierra.
En la Sagrada Escritura, recuerda el Pontífice, el Jubileo es un tiempo sagrado para rememorar, regresar, reposar, volver a poner y regocijarse.
Un instante para rememorar
Para Francisco es requisito rememorar la vocación escencial de la creación: ser y prosperar como comunidad de amor. Esto se remonta a una de las enseñanzas de Laudato Si: todo está interconectado y “el cuidado genuino de nuestra vida y de nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, la justicia y la lealtad a los demás” (LS70).
Un tiempo para volver
No obstante, apunta el Pontífice, hemos roto los nudos que nos unían al Constructor, a el resto humanos y al resto de la creación.
El Jubileo es tiempo de regresar a Dios, es tiempo de comunicar, escribe el Papa, y nos sugiere ir a meditar de nuevo en los demás, en especial en los pobres y atacables.
“El Jubileo es un instante para dejar en libertad a los oprimidos y a los que están encadenados a las cadenas de las diversas formas de esclavitud moderna, incluyendo la trata de personas y el trabajo infantil”.
No somos jefes, sino más bien parte de la red interconectada de la vida. La convidación de Francisco es a oír el pulso de la creación:
“La desintegración de la biodiversidad, el aumento vertiginoso de las catástrofes climáticas, el impacto desproporcionado que tiene la actual pandemia sobre los más pobres y frágiles son señales de alarma ante la avaricia desmandada del consumo”.
La tierra es un espacio de oración y meditación, algo que podemos estudiar en especial de los hermanos y hermanas indígenas.
Un tiempo para descansar
Dios, en su sabiduría, reservó el día de reposo a fin de que la tierra y sus habitantes pudieran reposar y restaurarse. Hoy, sin embargo, no garantizamos ese descanso al mundo con un ciclo productivo incesante.
La pandemia actual nos dió la posibilidad de ver que la Tierra puede volver como estaba si la dejamos reposar: el aire se volvió más puro, las aguas mucho más con transparencia, las especies animales han regresado a varios sitios donde habían desaparecido.
Por tanto, la pandemia nos ha llevado a una bifurcación: “Debemos aprovechar este instante definitivo para terminar con ocupaciones y objetivos innecesarios y destructivos, y para cultivar valores, vínculos y proyectos creativos”.
Un tiempo para volver a poner
Al cultivar valores, tenemos la posibilidad de sanar relaciones humanas comprometidas y volver a poner relaciones sociales equitativas. Esto significa no desconocer la historia de explotación en el sur del planeta, que ha causado un enorme déficit ecológico, primordialmente por la depredación de los elementos.
“Es hora de justicia restaurativa. En este sentido, renuevo mi llamamiento a la condonación de la deuda de los países mucho más frágiles, frente al grave encontronazo de las crisis sanitaria, popular y económica que les toca afrontar a causa del virus Covid-19”.
También, sigue Francisco, es necesario volver a poner la tierra y restablecer el equilibrio climático para sostener el aumento de la temperatura media mundial bajo el límite de 1,5 grados centígrados.
En este punto del mensaje, el Pontífice solicita respeto por los numerosos sacrificios de la comunidad en todo el mundo para llegar a un consenso, como el Acuerdo de París sobre el Clima, la Cumbre del Clima de Glasgow y la Cima de la Biodiversidad de Kunming, China.
De forma especial, el Santurrón Padre pide la protección de las comunidades indígenas de las empresas, en particular las multinacionales, que depredan su hábitat.
Un tiempo para regocijarse
Francisco concluye recordando que el Jubileo es también un momento de celebración, constituido hoy por la movilización de las periferias en pos de la protección de nuestra casa común.
“Es una alegría ver a muchos jóvenes y comunidades, singularmente indígenas, al frente de la respuesta a la crisis ecológica”. conscientes de que “las cosas pueden cambiar”, escribe el Papa.
Otro motivo de alegría es el año especial del aniversario de laudato si’ y el fortalecimiento de la conciencia universal para salvaguardar la creación.
“Alegrémonos de que el Constructor, en su amor, apoye nuestros humildes esfuerzos en favor de la Tierra. Esta es asimismo la vivienda de Dios, donde su Verbo «se realizó carne y habitó con nosotros» (Jn 1,14), el sitio que la efusión del Espíritu Santurrón moderniza sin cesar».
Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa: la creación gime, la pandemia es una encrucijada
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios