Papa: hoy la Iglesia exalta la pequeñez
Solo en un corazón humilde puede germinar el Espíritu Santo, dijo el Papa Francisco mientras que celebraba la Misa en Casa Santa Marta. Francisco recordó que la revelación siempre empieza con la pequeñez, no con el orgullo.
Adriana Masotti – Ciudad del Vaticano
“La liturgia de hoy charla de cosas pequeñas, tenemos la posibilidad de decir que el día de hoy es el día del pequeño”: de este modo inició el Papa Francisco su homilía al celebrar la Misa en la capilla de Casa Santa Marta la mañana de este martes (12/03).
La primera lectura está tomada del libro del profeta Isaías, donde se comunica: “Del leño de Jesé medrará una vara, y de la raíz brotará una flor; el espíritu del Señor reposará sobre él…”.
“La Palabra de Dios alaba al pequeño”, ha dicho el Papa y hace una promesa, la promesa de un capullo que brotará y ¿qué es más pequeño que un capullo?, preguntó Francisco. Y, sin embargo, “el espíritu del Señor reposará sobre él”
La redención, la revelación, la existencia de Dios en el mundo empieza de este modo y siempre y en todo momento es de esta forma. La revelación de Dios se hace en la pequeñez. Pequeñez, ser humildad, ser… tantas cosas, pero en pequeñez. Los enormes se muestran poderosos, pensemos en la tentación de Jesús en el desierto, cómo Satanás se presenta como poderoso, dueño del mundo entero: “Todo lo daré si tú…”. En cambio, las cosas de Dios empiezan a brotar, de una semilla, pequeña. Y Jesús habla de esta pequeñez en el Evangelio”.
Hazte pequeño a fin de que germine el Reino de Dios
Jesús se alegra y da gracias al Padre porque se ha revelado no a los poderosos, sino más bien a los pequeños, y ha recordado que en Navidad «vamos a ir todos al pesebre donde está la pequeñez de Dios». Y luego lanzó una observación:
En una red social cristiana donde los leales, los curas, los obispos, no tomen este sendero de la pequeñez, no hay futuro, se derrumbará. Eso lo hemos visto en los grandes proyectos de la historia: cristianos que procuraron imponerse, de forma fuerte, con excelencia, con conquistas… Pero el Reino de Dios aflora en los pequeños, siempre en los pequeños, la pequeña semilla, la semilla de vida. . Pero la semilla sola no puede hacer nada. Y hay otra situación que asistencia y da fuerza: “Del tronco de Isaí brotará un tallo, y de la raíz brotará una flor; el espíritu del Señor reposará sobre él.”
El Espíritu no puede entrar en un corazón orgulloso
“El Espíritu elige siempre a los pequeños”, añadió Francisco, porque no puede entrar en los enormes, los orgullosos, los autosuficientes”. Es en el corazón pequeño donde tiene sitio la revelación del Señor.
El Papa charló de los investigadores de la teología para subrayar que los teólogos “no son aquellas personas que saben tanto de teología”, si de este modo fuera, se les podría llamar ‘enciclopedistas’ de la teología: “Lo saben todo; pero son inútiles de hacer teología por el hecho de que la teología se hace de rodillas, haciéndote pequeño”.
Y de ahí que volvió a subrayar que “el auténtico pastor, ya sea sacerdote, obispo, papa, cardenal, lo que sea, si no se hace pequeño, no es pastor”, sino es gestor de oficio. Y eso se aplica a todos. “Desde el que tiene una función que semeja más esencial en la Iglesia, hasta la pobre anciana que hace obras de caridad en secreto”. El Papa Francisco aclaró entonces una duda que podía aparecer, a saber, que el sendero de la pequeñez transporta a la pusilanimidad que es encerrarse en uno mismo, al miedo. Y dice que, por el contrario, “lo pequeño es grande” es la aptitud de asumir riesgos “pues no tienes nada que perder”. Y explicó que es exactamente la pequeñez la que transporta a la grandeza, pues nos hace capaces de ir más allá de nosotros, a sabiendas de que la grandeza la da Dios. Y citó una oración de Santurrón Tomás de Aquino, contenida en su Summa Theologica, que explica de qué forma debe actuar un católico que se siente pequeño, frente a los desafíos de todo el mundo, para no vivir como un cobarde:
Santurrón Tomás lo afirma de esta forma, el resumen es el próximo: “No tengáis miedo de las cosas enormes – San Francisco Javier hoy, lo hemos visto – no tengáis miedo, avanzad; pero teniendo en cuenta las pequeñas cosas, juntas, o sea divino”. Un cristiano parte siempre de la pequeñez. Si me siento pequeño en mis oraciones, con mis restricciones, mis pecados, como aquel publicano que rezaba en el fondo de la iglesia, abochornado: “Ten piedad de mí que soy pecador”, vas a ir adelante. Pero si te crees un buen cristiano, rezarás como aquel fariseo que no fue justificado: “Te doy gracias, Dios, por el hecho de que soy grande”. No, demos gracias a Dios que somos pequeños.
La concreción de las confesiones de los pequeños
El Papa Francisco concluyó su homilía diciendo que le encanta dirigir el sacramento de la confesión y, más que nada, le encanta confesar a los niños. Sus confesiones, dijo, son preciosas, porque cuentan los hechos concretos: “dije esta palabra”, por ejemplo, y te la repiten. Al final, el Papa comenta: “La concreción del que es pequeño. “Señor, soy pecador por el hecho de que hago esto, esto, esto, esto… Esta es mi pobreza, mi pequeñez. Pero manda tu Espíritu para que no tenga temor de enormes cosas, que no tenga temor de que tú hagas enormes cosas en mi vida”.
Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa: hoy la Iglesia exalta la pequeñez
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