Papa: hablar mal de los demás siembra discordia y enemistad
A su llegada, el Pontífice fue recibido por un grupo de jóvenes que portaban una pancarta con la inscripción: “Papa Francisco, la escuela de la paz te quiere”.
Mariângela Jaguraba – Ciudad del Vaticano
El Papa Francisco visitó, la tarde de este domingo (03/03), la parroquia de San Crispim de Viterbo, ubicada en el norte de Roma.
A su llegada, el Pontífice fue recibido por un grupo de jóvenes que portaban una pancarta con la inscripción: “Papa Francisco, la escuela de la paz te ama”.
“Oímos en el Evangelio que Jesús explica la sabiduría cristiana a la gente, con parábolas”, dijo Francisco en su homilía, citando como un ejemplo ciertas breves parábolas, según el Evangelio de este domingo: “¿Puede un ciego guiar a otro ciego?”. luego “El acólito no es mayor que el maestro”, e incluso “No hay buen árbol que dé malos frutos”.
Jesús enseña con parábolas
“Jesús enseña a la gente con estas parábolas”, ha dicho el Papa, deteniéndose en solo una: “¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no percibes la viga en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: hermano, permíteme sacarte la paja de tu ojo, cuando no ves la viga en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces lograras ver bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
“Con esto nos deseas educar a no criticar a el resto, mirando las faltas de los demás. Primero, debemos ver nuestras deficiencias. Todos contamos defectos, pero nos encontramos familiarizados, un tanto por inercia, un tanto por la fuerza de gravedad del egoísmo, a ver los defectos del resto. Somos expertos en esto”, subrayó el Pontífice.
Pronto podemos encontrar las faltas de los demás y charlamos, porque hablar mal semeja una cosa dulce y agradable. Es algo que, con el pecado original que poseemos, nos lleva a condenar a los demás: a condenar. Próximamente encontramos cosas feas en el resto, sin ver las nuestras. Pero Jesús dice: “Tú condenas a alguien por esa pequeña cosa, pero haces cosas mucho peores y no las ves”.
Hablar mal de otro, paso hacia la destrucción
El Papa recordó que Jesús dice: “hipócrita”, que significa alguien que tiene un doble pensamiento, un doble juicio. “Se expone como un individuo buena, impecable y a sus espaldas condena. De ahí que Jesús huye de esta hipocresía y nos recomienda: “Es preferible mirar los propios defectos y dejar que los demás vivan en paz”.
“El chisme no termina ahí: siembra discordia, enemistad, siembra maldad”, resaltó Francisco.
El Papa también dijo que “las guerras empiezan por el idioma. Si charlas mal del otro, comienza una guerra. Un paso hacia la guerra, la destrucción. La lengua tiene el poder de eliminar como una bomba atómica”.
Según el Pontífice, “con insultos, con hablar mal del resto, se comienzan muchas guerras: guerras domésticas, guerras en el vecindario, en el trabajo, en la escuela y en la parroquia”. “Antes de charlar de los demás, mírate al espejo. Mira tus defectos y siéntete avergonzado. El chisme no soluciona nada, solo empeora las cosas.
Cuaresma, tiempo de conversión
En frente de hablar mal del otro, el Papa indicó como solución la oración primero, rezar por el otro, y luego morderse la lengua.
Finalmente, el Papa recordó a los fieles que la Cuaresma está a puntito de empezar.
“Sería bueno que cada uno de nosotros pensara: ¿De qué manera me comporto con la multitud? ¿Cómo es mi corazón ante la gente? ¿Soy un hipócrita que sonríe y luego por detrás critica y destruye con mi lengua?”
“Si en el final de la Cuaresma somos capaces de corregir esto un poco, no siempre criticando a el resto a sus espaldas, os aseguro que la Resurrección de Jesús va a ser mucho más bella, mucho más grande entre nosotros”.
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