Vaticano, 25 de julio. 21/10:23 am (ACI).- Este domingo 25 de julio el Papa Francisco invitó a la memoria ritual del Apóstol Santiago a creer en el poder de la gratuidad para animarse a dar generosamente “lo poco que se tiene” a puesto a disposición “de Jesús y de los hermanos”, por el hecho de que “si se comparte, Dios multiplica”.
“Ánimo, donad lo poco que tenéis, vuestros talentos y nuestros recursos, ponedlos a disposición de Jesús y de nuestros hermanos y hermanas. No temas, nada se perderá, por el hecho de que si compartes, Dios multiplica. Desterrar el falso pudor de sentirse inadecuado, confiar. Creed en el cariño, en el poder del servicio, en la fuerza de la gratuidad”, dijo el Papa ante múltiples leales reunidos en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus.
Antes de comenzar el rezo de la oración mariana, el Papa meditó sobre el pasaje del Evangelio de san Juan que detalla el milagro de la multiplicación de los panes.
El pontífice dijo que “asimismo hoy, la multiplicación de los bienes no soluciona los inconvenientes sin un reparto justo” y lamentó “la catástrofe del apetito que afecta singularmente a los niños”.
“Se ha calculado que cada día en el planeta mueren cerca de siete mil niños menores de cinco años a causa de la desnutrición. Por el hecho de que no tienen lo que se necesita para vivir. Frente escándalos como estos, Jesús asimismo nos hace una invitación, una invitación similar a la que probablemente recibió el niño del Evangelio, que no tiene nombre y en el que todos podemos vernos”.
En este sentido, Francisco charló del niño que ofreció lo que tenía -cinco panes de cebada y dos pescados- que “es poco, no es nada, pero a Jesús le basta”, porque, “merced a este pequeño regalo gratis y Por eso, heroico, Jesús puede dar de comer a todos”.
“Esta es una gran enseñanza para nosotros. Nos dice que el Señor puede realizar bastante con lo poco que ponemos a su disposición. Sería bueno cuestionarnos todos y cada uno de los días: ‘¿Qué le traigo el día de hoy a Jesús?’ Puede realizar bastante con una de nuestras frases, con un gesto de caridad hacia los demás, aun con nuestra miseria entregada a su misericordia”, dijo.
Entonces el Papa afirmó que “me semeja una iniciativa imbécil, mucho más aún, injusta. ¿Por qué privar a un individuo, especialmente a un niño, de lo que trajo de casa y tiene derecho a conservar para sí mismo? ¿Por qué sacarle a un individuo lo que no basta para dar de comer a todos? Humanamente, es ilógico. Pero no para Dios. Al revés, merced a este don pequeño, gratis y por tanto heroico, Jesús puede alimentar a todos”.
“A Dios le chifla accionar así: hace grandes cosas de las cosas pequeñas y gratuitas”, dijo el Papa.
En este sentido, Francisco aseveró que “todos los enormes personajes principales de la Biblia, desde Abraham hasta María, y asimismo el niño citado en el Evangelio de el día de hoy, detallan esta lógica de la pequeñez y del don” y dijo que “la lógica del don es muy diferente de la nuestra” por el hecho de que “buscamos acumular y acrecentar lo que tenemos. En cambio, Jesús nos pide que demos, que disminuyamos. Nos chifla agregar, nos gusta sumar. A Jesús le gusta restar, eliminar algo para dárselo a los demás. Queremos multiplicarnos para nosotros. Jesús valora cuando compartimos con el resto, en el momento en que compartimos”.
De ahí que, el Papa Francisco concluyó que “el auténtico milagro, dice Jesús, no es la multiplicación que produce gloria y poder, sino la división, el compartir, que incrementa el cariño y permite a Dios obrar maravillas”.
“Que la Virgen María, que respondió ‘sí’ a la propuesta sin precedentes de Dios, nos asista a abrir nuestro corazón a las convidaciones del Señor ahora las necesidades de los demás”, ha dicho el Papa.
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– ACI Digital (@acidigital) 25 de julio de 2021