Papa Francisco instituye el Domingo de la Palabra de Dios

Papa Francisco instituye el Domingo de la Palabra de Dios

Con el Motu Proprio “Aperuit illis”, el Santo Padre establece que “el Tercer Domingo del Tiempo Ordinario está destinado a la celebración, reflexión y difusión de la Palabra de Dios”.

localidad del Vaticano

Este lunes (30/09), se publicó la Carta Apostólica con apariencia de Motu Proprio “Aperuit illis” del Papa Francisco, con la que se instituye el Domingo de la Palabra de Dios.

Con este archivo, el Santurrón Padre establece que “el Tercer Domingo del Tiempo Ordinario está dedicado a la celebración, reflexión y difusión de la Palabra de Dios”. El Motu Proprio se publicó el día en que la Iglesia celebra la memoria litúrgica de S.São Jerónimoinicio del 1.600 aniversario de la muerte del conocido traductor de la Biblia en latín quien aseveró: “La ignorancia de las Escrituras es ignorancia de Cristo”.

Jesús abre la mente para entender las Escrituras

Francisco enseña que con esta resolución quería contestar a las numerosas necesidades de los leales a fin de que se celebrara en la Iglesia el domingo de la Palabra de Dios. La carta comienza con el próximo pasaje del Evangelio de Lucas (Lc 24,45): “Cuando los acólitos estaban reunidos, se les apareció Jesús, partió el pan con ellos y les abrió la cabeza a la comprensión de las Sagradas Escrituras. Él revela a esos hombres, miedosos y decepcionados, el concepto del Secreto Pascual, o sea, que Él, según los designios eternos del Padre, debía padecer la pasión y resucitar de entre los fallecidos para prestar la conversión y el perdón de los pecados; y asegura el Espíritu Santo que les va a dar la fuerza para ser presentes de este secreto de salvación”.

Redescubrimiento de la Palabra de Dios en la Iglesia

El Papa recuerda el Concilio Vaticano II que “dio un enorme impulso al redescubrimiento de la Palabra de Dios con la Constitución dogmática Dei Verbum”, y Benedicto XVI que convocó el Sínodo en 2008 sobre el tema “La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia” y escribió la Exhortación Apostólica Verbum Domini, que “constituye una enseñanza fundamental para nuestras comunidades”. En este documento, mira, “se profundiza el carácter performativo de la Palabra de Dios, especialmente cuando su carácter sacramental surge en la acción ritual”.

Una Palabra que impulsa hacia la unidad

“El domingo de la Palabra de Dios”, destaca el Pontífice, “se ubica en un momento del año que invita a estrechar vínculos con los judíos y a orar por la unidad de los cristianos”: “No es una pura coincidencia temporal: celebrar El domingo de la Palabra de Dios expresa un valor ecuménico, por el hecho de que las Sagradas Escrituras indican a quienes las escuchan el sendero a proseguir para llegar a una unidad auténtica y sólida”.

De qué manera celebrar el Domingo de la Palabra de Dios

Francisco nos exhorta a vivir este domingo “como un día solemne. Sin embargo, va a ser esencial que, en la celebración eucarística, se pueda entronizar el texto sagrado, para dejar claro a los ojos de la reunión el valor normativo que tiene la Palabra de Dios (…). Este domingo, los obispos podrán festejar el Rito del Lectorado o encomendar un ministerio similar, con el objetivo de llamar la atención sobre la importancia de proclamar la Palabra de Dios en la liturgia. En verdad, es indispensable que se realice todo el esfuerzo posible para elaborar a ciertos leales a fin de que sean reales anunciadores de la Palabra con la formación adecuada (…). Los párrocos podrán hallar maneras de entregar la Biblia, o uno de sus libros, a toda la asamblea, para destacar la relevancia de proseguir en la vida día tras día leyendo, aprendiendo y orando con la Sagrada Escritura, con especial referencia a lectio divina.

Biblia, libro del Pueblo de Dios, no de unos pocos privilegiados

“La Biblia”, escribe el Papa, “no puede ser patrimonio de unos pocos y, menos aún, una colección de libros para unos pocos privilegiados (…). De forma frecuente brotan tendencias que buscan monopolizar el texto sagrado, desterrándolo a unos pocos círculos o grupos seleccionados. No puede ser así. La Biblia es el libro del pueblo del Señor que, escuchándola, pasa de la dispersión y la división a la unidad. La Palabra de Dios une a los leales y los hace un solo pueblo”.

Relevancia de la homilía para argumentar las Escrituras

También en esa ocasión, el Papa repitió la relevancia de preparar la homilía: “Los pastores tienen la enorme compromiso de explicar y hacer comprender a todos la Sagrada Escritura (…) con un lenguaje sencillo adaptado a los que escuchan (…). Para muchos de nuestros leales, esta es la única oportunidad que tienen de capturar la hermosura de la Palabra de Dios y verla relacionada con su vida día tras día (…). El comentario de las sagradas lecturas es imposible improvisar. Sobre todo, a los predicadores se nos solicita que hagamos un esfuerzo por no dedicar bastante tiempo a homilías infladas oa temas no relacionados. Si nos detenemos a meditar y rezar sobre el artículo sagrado, entonces podremos hablar desde el corazón para llegar al corazón de la gente que escuchan”.

Naturaleza de la Biblia entre la historia y la salvación

Recordando el episodio de los discípulos en el sendero de Emaús, el Papa asimismo recuerda “cuán indivisible es la relación entre la Sagrada Escritura y la Eucaristía”. Cita la Constitución Apostólica Dei Verbum que ilustra “la intención salvífica, la dimensión espiritual y el principio de la encarnación para la Sagrada Escritura”. “La Biblia no es una colección de libros de historia o de crónicas, sino que está completamente orientada a la salvación integral de la persona. Las indiscutibles raíces históricas de los libros contenidos en el texto sagrado no tienen que hacernos olvidar este fin escencial: nuestra salvación. Todo está orientado hacia este fin inscrito en la naturaleza misma de la Biblia, compuesta como historia de salvación donde Dios habla y actúa para salir al acercamiento de todos los hombres y salvarlos del mal y de la muerte”.

Papel del Espíritu Santurrón en la Sagrada Escritura

“Para conseguir este propósito salvífico, la Sagrada Escritura, bajo la acción del Espíritu Beato, convierte la palabra de los hombres escrita en términos humanos en Palabra de Dios. El papel del Espíritu Beato en la Sagrada Escritura es fundamental. Sin su acción, existiría siempre el peligro inminente de cerrarse únicamente al texto escrito, facilitando una interpretación fundamentalista, de la que es necesario distanciarse para no traicionar el carácter inspirado, dinámico y espiritual que tiene el artículo. Como recuerda el Apóstol, “la letra aniquila, al paso que el Espíritu da vida”.

Magisterio inspirado por el Espíritu Santurrón

El Papa recuerda la importante afirmación de los Progenitores conciliares “según la cual la Sagrada Escritura debe ser “leída y también interpretada con el mismo Espíritu con el que fue escrita”. Con Jesucristo, la revelación de Dios consigue su cumplimiento y plenitud; y, sin embargo, el Espíritu Santo sigue su acción. De hecho, sería reductivo limitar la acción del Espíritu Santo sólo a la naturaleza divinamente inspirada de la Sagrada Escritura y sus diversos autores. Por eso es requisito tener confianza en la acción del Espíritu Beato que sigue ejercitando su forma peculiar de inspiración en el momento en que la Iglesia enseña la Sagrada Escritura, en el momento en que el Magisterio la interpreta genuinamente y en el momento en que cada fiel la hace su norma espiritual.”

La fe bíblica se apoya en la palabra viva

Comentando de la encarnación de la Palabra de Dios que “da forma y sentido a la relación entre la Palabra de Dios y el lenguaje humano, con sus condiciones históricas y culturales”, el Papa destaca que “muchas veces se corre el peligro de separar Sagrada Escritura y Tradición, sin comprender que juntas constituyen la única fuente de Revelación (…). La fe bíblica se apoya en la Palabra viva, no en un libro. Cuando la Sagrada Escritura se lee con el mismo Espíritu con el que fue redactada, continúa siempre nueva”. Así, «quien se nutre todos los días de la Palabra de Dios se convierte, como Jesús, en contemporáneo de la gente con las que se encuentra; no está tentado a caer en nostalgias estériles del pasado, ni en utopias desencarnadas sobre el futuro”.

Deja el individualismo y vive en la caridad

“Por eso es necesario que nunca nos acerquemos a la Palabra de Dios por mero hábito, sino nos alimentemos de ella para conocer y vivir en hondura nuestra relación con Dios y con los hermanos. La Palabra de Dios apela todo el tiempo al amor misericordioso del Padre, que solicita a sus hijos que vivan en la caridad. La Palabra de Dios es capaz de abrirnos los ojos, permitiéndonos dejar atrás el individualismo que lleva a la asfixia ya la esterilidad, al tiempo que abre el camino del comunicar y de la solidaridad.

La carta concluye con una referencia a María que nos acompaña “en el sendero de la acogida de la Palabra de Dios”. “La bienaventuranza de María antecede a todas las bienaventuranzas pronunciadas por Jesús por los pobres, los afligidos, los mansos, los pacificadores y los perseguidos, pues es condición necesaria de todas las otras bienaventuranzas”.

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Cosas interesantes de saber el significado : Dios