Papa Francisco denuncia en Irak: no podemos callar cuando

OFICINA CENTRAL, 06 Mar. 21/07:46 am (ACI).- En su segundo día de visita a Irak, el papa Francisco participó en un acercamiento interreligioso en la llanura de su tierra de Abraham, desde el cual hizo un llamado a construir la fraternidad y aseveró: “nosotros no puede mantenerse en silencio en el momento en que el terrorismo abusa de la religión”.
Francisco llegó a la Llanura de Ur el sábado 6 después de una asamblea privada con el líder musulmán chiíta Al Sistani en Najaf. Con la visita a la tierra de Abraham, el Pontífice cumplió el sueño de su precursor san Juan Pablo II, que en el año 2000 no ha podido viajar a este país.
Ur de los caldeos es uno de los sitios históricos más viejos y también importantes de Irak, ubicado a 24 km de Nassiriya, conocida hoy como Tell al-Muqayyar (La Colina de la Paz). Fue la ciudad más importante del imperio sumerio que a finales del 3000 aC dominaba prácticamente toda Mesopotamia.
Antes de pronunciar su discurso, el Papa escuchó los testimonios de dos jóvenes, uno católico y otro musulmán, una mujer de religión preislámica famosa como Mandea, y un instructor musulmán chiita.
También se leyó el pasaje del libro del Génesis que cuenta la salida de Abraham de su tierra de Canaán; adjuntado con un pasaje del Corán que también hace referencia al patriarca Abraham.
Frente a los líderes religiosos, el Santo Padre mencionó que judíos, cristianos y musulmanes «son el fruto» de la llamada de Dios a Abraham y de su salida de la tierra de Ur, de donde vino confiado en la promesa del Padre.
En este sentido, mencionó que, como descendientes de Abrahán, “nos toca ante todo el papel de ayudar a nuestros hermanos y hermanas a subir la mirada y la oración al Cielo”, siendo conscientes de que el hombre precisa de Dios.
“El hombre no es omnipotente, solo no es capaz. Y si destierra a Dios acaba adorando las cosas terrenas”, advirtió el Papa, por el hecho de que los bienes de todo el mundo “hacen que muchos se olviden de Dios y de los demás”.
“La auténtica religiosidad: adorar a Dios y amar al prójimo. En el mundo de el día de hoy, que frecuentemente olvida al Todopoderoso o da una imagen distorsionada de Él, los creyentes están llamados a testimoniar su bondad, a manifestar su paternidad por medio de nuestra fraternidad”.
Ante representantes religiosos, el Pontífice señaló que, como fieles, “no tenemos la posibilidad de quedarnos mudos en el momento en que el terrorismo abusa de la religión”, y recordó las atrocidades cometidas por terroristas en el norte de Irak, en referencia al grupo fundamentalista Estado Islámico, que entre 2014 y 2017 devastó la Llanura de Nínive y una parte de la vecina Siria.
«No obstante, aun en ese momento oscuro, las estrellas brillaron. Pienso en los jóvenes voluntarios musulmanes en Mosul que asistieron a reconstruir iglesias y monasterios, creando amistades fraternales sobre las ruinas del odio, y pienso en los cristianos y musulmanes que hoy día restauran en conjunto las mezquitas. y también iglesias», dijo el Beato Padre.
Oramos, dijo, “a fin de que en todas y cada una partes se respete la libertad de conciencia y la independencia religiosa, que son derechos escenciales, por el hecho de que hacen al hombre libre para contemplar el Cielo para el que fué desarrollado.
salir de nosotros mismos
En su discurso, el Pontífice dijo que, tal como Abraham tuvo una salida para realizar sacrificios, sus descendientes “están llamados a dejar aquellos lazos y ataduras que, encerrándonos en nuestros grupos, nos impiden acoger el cariño infinito de Dios y ver hermanos en otros».
En este sentido, apuntó que la pandemia del coronavirus “nos logró comprender que ‘absolutamente nadie se salva’”. “En las tormentas que estamos atravesando, no nos salvará el aislamiento, no nos salvará la carrera armamentista y la construcción de muros, que de hecho nos harán cada vez más distantes y enojados. La idolatría del dinero, que nos encierra en nosotros , no nos salvará a nosotros y hace un abismo de desigualdad donde se hunde la raza humana, el consumismo, que anestesia la cabeza y paraliza el corazón, no nos salvará”, advirtió.
Francisco mencionó que «el sendero que el Cielo indica para nuestro camino es otro, es el sendero de la paz. Esto necesita, singularmente en la tormenta, que rememos juntos en exactamente la misma dirección».
«Queridos amigos, ¿es todo lo mencionado posible? El Padre Abraham, que tenía una esperanza más allá de lo esperado, nos anima (cf. Rom 4,18). Por nosotros, pero con la ayuda de Dios, tenemos la posibilidad de cambiar para mejor. Es es dependiente de nosotros, la raza humana de el día de hoy y singularmente de los creyentes de distintas religiones, editar los instrumentos del odio en instrumentos de paz”, dijo.
En este sentido, el Papa llamó a rechazar la proliferación de armas, la ambición de dinero, así como el cuidado de la creación y la vida humana. “Nos toca silenciar las acusaciones mutuas para dar voz al grito de los oprimidos y desechados del planeta: muchos están privados de pan, medicina, educación, derechos y dignidad. alrededor del dinero y pedir con vehemencia que el dinero no finalice siempre y en todo momento y solo para dar de comer la tranquilidad desenfrenada de unos pocos. Nos se ajusta a nosotros salvaguardar la casa común de nuestras ambiciones depredadoras. Nos corresponde a nosotros recordar al planeta que la vida humana vale lo que es y no por lo que tiene, y que la vida de los no nacidos, de los jubilados, de los migrantes, de los hombres y mujeres de todos los colores y nacionalidades es siempre sagrada y cuenta como la de todos los otros”, dijo.
«El camino de Abraham fue una bendición de paz. ¡Pero no fue fácil! Tuvo que enfrentar luchas y circunstancias imprevisibles. Nosotros asimismo poseemos un sendero lleno de baches por enfrente, pero requerimos, como el enorme patriarca, ofrecer pasos específicos, para peregrinar para descubrir el rostro del otro, distribuyendo memorias, miradas y silencios, historias y experiencias”, ha dicho.
Tras el alegato del Papa, representantes de las distintas religiones rezaron juntos la oración de los hijos de Abraham. La última actividad del sábado va a ser la misa que Francisco celebrará en la Catedral de San José, en Bagdad.
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Papa Francisco en acercamiento interreligioso: La libertad religiosa es un derecho primordial
— ACI Digital (@acidigital) 6 de marzo de 2021