Papa Francisco: cultivar vocaciones no es buscar
El Pontífice está en el Vaticano con los responsables de la pastoral vocacional en Europa y, improvisando, les dirige expresiones de aliento e advertencias concretas para trabajar con los jóvenes.
Bianca Fraccalvieri, Silvonei José – Localidad del Vaticano
Para contribuir a un joven a descubrir su vocación se precisa “paciencia y aptitud de escucha”, ganas de “fatigarse”, sabiendo que los jóvenes de hoy “saben tanto de contactos, pero no se comunican”. Al ofrecer la bienvenida a los participantes del Congreso de los Centros Nacionales para las Vocaciones de las Iglesias de Europa a la Sala del Consistorio, el Papa Francisco decidió pronunciar el alegato pensado y expresar algunos conceptos improvisando algunas expresiones. En primer lugar, recordó que trabajar “por las vocaciones” no significa “buscar nuevos integrantes para un club”: “El desarrollo de la Iglesia –señaló, recordando las palabras de Benedicto XVI– es por atracción, no por proselitismo”.
Una vida siempre y en todo momento conectada
Los jóvenes, siguió, “son diferentes entre sí, no son iguales en todas y cada una partes, pero son iguales en su incomodidad, en su sed de grandeza, en su deseo de realizar el bien”. Y para llegar a sus corazones es necesario, primeramente, hablar un idioma comprensible, sin pretender que comprendan “Esperanto”.
“Hacer llegar es quizás el reto que debemos tener con los jóvenes. Comunicación, comunión. Enseñarles que la informática es algo bueno, sí, tener algún contacto, pero ese no es el lenguaje: es un lenguaje “gaseoso”. El lenguaje real es estar comunicado. Hacer llegar, charlar… Y o sea un trabajo de filigrana, de realizar “encajes” como dicen aquí. Es un trabajo que hay que hacer punto por punto. Quien trabaja con los jóvenes, por tanto, no debe imponer, sino “acompañar, guiar y ayudar a fin de que el encuentro con el Señor les realice ver cuál es el sendero de la vida”.
Paciencia y capacidad para rejuvenecer.
El Pontífice reconoce que “trabajar con los jóvenes necesita mucha paciencia”, “escucha” y, no menos esencial, la aptitud de “rejuvenecerse: es decir, ponerse en movimiento, desplazarse con ellos”.
“Hoy los jóvenes están en movimiento y debemos trabajar con ellos en movimiento y tratar de asistirlos a hallar su vocación en sus vidas. Cansa… ¡Hay que fatigarse! Es imposible trabajar por las vocaciones sin fatigarse.
En este camino articulado de compartir, no menos esencial es la actitud de “retirarse a sí mismo”, para poder dialogar con el Señor.
“La elección de la vocación debe partir del diálogo con el Señor, sea como sea la vocación. El Señor me inspira a seguir en la vida de esta manera, en este camino. Y esto quiere decir un óptimo trabajo para ti: asistir al diálogo. Por supuesto, si no dialogamos con el Señor, va a ser bien difícil enseñar a otros a hablar sobre este punto.
El Papa entregó a los presentes un texto escrito. Este es el resumen de su alegato:
Los jóvenes y la Exhortación Apostólica Christus Vivit fueron el tema de la audiencia que el Papa Francisco concedió en la mañana del jueves (06/06) a los responsables de la pastoral vocacional en Europa.
A ellos, el Pontífice les señaló tres expresiones para ofrecer impulso al trabajo en el llamado “Viejo Conjunto de naciones”: santidad, comunión y vocación. La vida, recordó el Papa, se hace fecunda en la caridad y esto atañe a la llamada a la santidad que el Señor hace a todos.
El trabajo pastoral, prosiguió, se realiza “caminando juntos”, en sinodalidad. Y la sinodalidad es fruto de la comunión. Se habla ya que de vivir más la filialidad y la fraternidad. Pero fue a la palabra “vocación” a la que Francisco dedicó la mayor parte de su discurso. Esta palabra, ha dicho, no ha caído en desuso; por contra, fue retomado con énfasis en el último Sínodo.
vocaciones apasionadas
Ciertas comunidades han optado por no utilizar la palabra “vocación” en sus propuestas juveniles por temor a alienar a los jóvenes. “Esta es una estrategia fallida: excluir la palabra ‘vocación’ del vocabulario de la fe significa mutilar el léxico, corriendo el riesgo, tarde o temprano, de malentendidos. En cambio, necesitamos hombres y mujeres interesados, laicos y consagrados”.
El Papa admite que la palabra “vocación” puede asustar a los jóvenes, pues muchas veces se la confunde con un proyecto que les quita libertad. “Dios, en cambio, alienta la independencia de cada uno de ellos”. Sin libertad no hay crecimiento, la vida se asfixia y acaba siendo infantil.
La vocación es “para y con” los demás
Francisco también recuerda que la vocación jamás es solo “mía”, sino es siempre “para y con los demás”. El Señor nos llama en una comunidad y es bueno poseerlo presente porque moderniza la conciencia de que en la Iglesia nada se hace solo. “La pastoral vocacional no puede ser tarea de unos pocos animadores, sino más bien de la comunidad”.
Finalmente, el Papa anima:
“No tengáis temor de aceptar el desafío de proclamar vuestra vocación a la vida consagrada y al ministerio ordenado. ¡La Iglesia necesita esta vocación! ”
Frente a un contexto en el que la vida está fragmentada y, en ocasiones, herida, incluso en la Iglesia, para Francisco acompañar y formar la vocación es dejar que Cristo actúe de manera artesanal. “Estar arraigados en Cristo es el principal sendero para dejarnos recomponer por su obra. Entonces, ¡ánimo! ¡Cristo nos quiere vivos!”
Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa Francisco: cultivar vocaciones no es buscar
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